Autor: Javier Manzanares, especialista en Comunicación Científica Royal Canin Iberia El término enfermedad inflamatoria intestinal (EII) ó IBD por sus siglas en inglés (inflammatory bowel disease) representa la principal causa de problemas digestivos crónicos en los gatos y se define como un grupo heterogéneo de afecciones intestinales que se caracterizan por ...
Autor: Javier Manzanares, especialista en Comunicación Científica Royal Canin Iberia
El término enfermedad inflamatoria intestinal (EII) ó IBD por sus siglas en inglés (inflammatory bowel disease) representa la principal causa de problemas digestivos crónicos en los gatos y se define como un grupo heterogéneo de afecciones intestinales que se caracterizan por infiltrados inflamatorios en la mucosa del intestino delgado o del colon (si bien ciertos autores no descartan la EII en lesiones inflamatorias gástricas (Guilford, 1996). No se ha determinado una causa desencadenante conocida, aunque se han identificado una serie de agentes patógenos en su expresión clínica y anatomopatológica (antígenos alimentarios, parásitos, bacterias). Existen numerosos estudios en los que se establecen interacciones complejas entre predisposiciones particulares del paciente, trastornos de la inmunidad ligada a la mucosa y la microbiota.
La más común es de naturaleza linfoplasmocitaria aunque también puede comprobarse la presencia de neutrófilos, eosinófilos y macrófagos (Tams y col., 1996a). No existe predisposición racial ni sexual conocida y puede aparecer a cualquier edad.
Signos clínicos
La intensidad de los signos clínicos es muy diferente de un animal a otro: problemas digestivos crónicos (diarrea o vómitos), disorexia y alteración del estado general. Estas manifestaciones pueden evolucionar "por crisis" durante meses, incluso años, antes de hacerse permanentes. En los estadios iniciales de la enfermedad, el vómito es el signo predominante siendo la expresión clínica de las lesiones intestinales, incluso de las más distales.
La diarrea puede ser indicativa de lesiones del intestino delgado (diarrea profusa y muy líquida) o de colitis (tenesmo, presencia de moco o sangre). En otros casos, aparecen episodios de estreñimiento previos a la diarrea.
Manejo nutricional de la EII en los gatos
Los gatos con EII a menudo presentan malnutrición causada por el consumo inadecuado de alimento en comparación con las necesidades que se encuentran aumentadas, síndrome de mala digestión y de malabsorción y por exceso de pérdidas de nutrientes en heces. Las dietas a base de proteína hidrolizada a menudo son útiles en caso de EII porque pueden interaccionar positivamente en la inflamación de la mucosa. La propia inflamación de la pared intestinal puede alterar la absorción de los aminoácidos, los péptidos y los carbohidratos, así como el transporte de los minerales y de los líquidos. El empleo de un alimento de alta digestibilidad puede ser también beneficioso.
La mayoría de los gatos acepta muy bien un nivel elevado de materia grasa (> el 20% MS). Ciertos pacientes sin embargo se benefician de la administración de un alimento con un contenido lipídico moderado (aprox. 10%) que limita los fenómenos secretorios asociados a la hidroxilación bacteriana de los ácidos grasos no digeridos en el intestino.
Estudios en gatos han demostrado que los probióticos pueden mejorar el microambiente intestinal, así como la función del sistema inmune.
Bibliografía
• Idiopathic inflammatory bowel disease. Guilford, W.G., Center, S.A., Strombeck, D.R., Williams, D.A. and Meyer, D.J. Eds., Strombeck´s Small Animal Gastroenterology, WB Saunders, Philadelphia, 451-456 (1996).
• Feline inflammatory bowel disease. T.R Tams. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 1993 May;23(3):569-86.
• Enciclopedia de la Nutrición Clínica Felina. Patologías digestivas en el gato: papel de la nutrición. Jürgen ZENTEK, Valérie FREICHE.
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