EXTREMADURA Extremadura tiene 1.053.774 habitantes y casi 600.000 perros, de manera que hay aproximadamente un can por cada dos ciudadanos extremeños. La debatida nueva Ley de Bienestar Animal entró en vigor el pasado 29 de septiembre, y trae muchos cambios. La normativa ha sido tipificada a como "polémica" porque, en palabras ...
EXTREMADURA
Extremadura tiene 1.053.774 habitantes y casi 600.000 perros, de manera que hay aproximadamente un can por cada dos ciudadanos extremeños.
La debatida nueva Ley de Bienestar Animal entró en vigor el pasado 29 de septiembre, y trae muchos cambios. La normativa ha sido tipificada a como "polémica" porque, en palabras del presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz, se ha consensuado "a espaldas de los verdaderos profesionales, que son los veterinarios". Ley animalista o inadecuada son algunos de los calificativos, pero ¿cuáles son las claves de este nuevo marco normativo?
Ley de Bienestar Animal
Si bien no se ha podido aprobar el reglamento que desarrolla preceptos como la obligación de que el propietario contrate una póliza de seguro por estar el Gobierno en funciones, la norma ya de principio deja fuera a los animales que no pertenecen al entorno urbano y a los perros de caza.
Las multas pueden ascender a los 200.000 euros, y entre las muy graves están la eutanasia de animales con medios inadecuados o por personal no cualificado; el adiestramiento y uso de animales para peleas y riñas con otros animales o personas; o el haber cometido más de una infracción grave en el plazo de tres años.
Entre las novedades de carácter prohibitivo, la norma incluye que no se puede mantener de forma habitual a perros y gatos en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios y similares o vehículos; y que no se puede dejar sin supervisión a perros más de 24 horas consecutivas.
Eutanasia y esterilización
Además de la obligatoriedad de que el propietario realice un curso formativo con el objetivo de facilitar una correcta tenencia responsable del animal, otro tema controvertido de la ley es la eutanasia.
Desde el colectivo de profesionales veterinarios expresan ciertas dudas al respecto, pues si bien la ley fija que esta práctica "solamente estará justificada bajo criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometan seriamente la calidad de vida del animal", desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz aseguran que ello lleva "un coste enorme", no solo asociado a la propia intervención quirúrgica, sino también a la rehabilitación posterior.
Otra cuestión que recoge la norma es la exigencia de esterilizar a los gatos para evitar la reproducción indiscriminada y el posible posterior abandono. Al respecto son varias las iniciativas que se han desarrollado en la CCAA extremeña. Es el caso, por ejemplo, del Plan de Colonias Felinas del Ayuntamiento de Cáceres que, a día de hoy, tiene registradas 86 colonias con unos 735 gatos.
Abandono animal
Luchar contra el maltrato y el abandono es una máxima de la recién aprobada ley. De hecho, el texto contempla la creación de programas territoriales de protección animal que incorporen medidas educativas, formativas y de sensibilización ciudadana. El problema del abandono animal es especialmente grave en Extremadura, donde las protectoras y refugios de animales están saturados con el repunte de abandonos en los periodos vacacionales.
El nuevo marco normativo prohíbe expresamente el abandono de gatos en las colonias, sea cual sea su procedencia. Además, especifica que no se considerará como falta grave, sino como leve, la falta de comunicación de la pérdida o sustracción de un animal; por contra, se tipificará como infracción grave el no recoger el animal de las residencias, y el abandono del animal en condiciones de riesgo.
CASTILLA Y LEÓN
En Castilla y León calientan motores para la llegada de la nueva ley de Salud pública autonómica. El colectivo de profesionales veterinarios reclama que el texto integre todas las actividades y prestaciones de la veterinaria de salud pública y comunitaria en el Servicio de Salud de la región.
Y es que la consideración sanitaria de la veterinaria en España es absolutamente trascendental si tenemos en cuenta que uno de cada tres hogares españoles convive con al menos un animal de compañía. El problema llega cuando más de 6 millones de animales están fuera del control oficial porque no están registrados. Esto es especialmente grave por el riesgo que ello supone para la Salud pública de todos: animales y personas.
Ley de salud pública autonómica
Ante esta nueva Ley de Salud Pública de Castilla y León, el Sindicato Veterinario de Castilla y León (Sivecal-Uscal) propone que el texto incluya un plan de emergencias y sistemas de vigilancia permanente en salud pública (24/7) mediante el desarrollo de servicios continuados e interconectados con los diferentes sistemas de salud de todas las comunidades autónomas, lo cual es fundamental para la detección temprana de episodios. Esto resulta esencial en casos como la tuberculosis bovina.
El Sindicato también reclama que la norma recoja sistemas específicos de control de zoonosis e incorpore al sistema de epidemiovigilancia toda la red centinela y de laboratorios de sanidad animal. Además, pide que la profesión veterinaria sea reconocida como sanitaria, pues así lo es y así lo demuestran las diarias y constantes actuaciones de los profesionales veterinarios en pro de la Salud pública.
Para ello reivindican que todos los lugares de trabajo oficiales o privados en los que los profesionales desarrollan su labor se clasifiquen y registren como centros, servicios o establecimientos sanitarios.
Especialidades
Impulsar las especialidades veterinarias es un reclamo en todo el colectivo veterinario. La urgente especialización de un sector que crece a pasos agigantados no solo es recomendable, sino que es necesaria. De manera que los profesionales reivindican que se aprueben y reconozcan las especialidades porque de facto ya existen y se desarrollan en la labor profesional. Está previsto que la especialización veterinaria sea una realidad en el curso 2024-2025, de manera que España se homologue a otros países europeos como Alemania y Austria. El Consejo General pondrá en marcha la formación, que contará con certificación europea. Uno de los primeros títulos en aprobarse será la especialidad en animales de compañía.
Prevención antes que curar
Este dicho es y debe ser una realidad en la medicina veterinaria. Pero para ello es necesario que las instituciones se lo crean y apuesten por él, que la sociedad se conciencie de la importancia de la prevención y que los profesionales veterinarios tengan margen para hacer lo que mejor saben hacer: prevenir.
La implantación de una sola salud debe tener como premisa la colaboración interdisciplinar de todos los agentes implicados en la salud pública, uno de ellos -muy relevante- es el de la profesión veterinaria. Y es que la actividad del día a día de cualquier veterinario lleva emparejada -sí o sí- una labor trascendental de la salud con mayúsculas, esto es, de la salud de todos: humanos, animales y medio ambiente.
Como medidas en pro de la prevención, desde el colectivo plantean realizar mapas de riesgo para saber dónde están los patógenos. De modo que gracias a los altos estándares y avances de la medicina preventiva aplicada a la veterinaria, se podría mediante técnicas de biología molecular diagnosticar el patógeno de enfermedades animales emergentes y reemergentes.
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