El abandono de los animales de compañía, un problema latente

Las protectoras españolas recogieron 288.457 perros y gatos en 2022, una cifra que representa casi el 3% del total español. En concreto, las camadas no deseadas son el primer motivo de abandono (19%), lo que demuestra la necesidad de avanzar en la esterilización. Asimismo, otro factor clave en la recuperación de un animal extraviado es la correcta identificación.

17/11/2023

Las protectoras españolas recogieron 288.457 perros y gatos en 2022 (170.105 y 118.352, respectivamente), una cifra que representa casi el 3% del total de animales de compañía que se estima que viven en España. Estos son algunos de los datos recogidos en la nueva edición del Estudio `Él Nunca lo ...

Las protectoras españolas recogieron 288.457 perros y gatos en 2022 (170.105 y 118.352, respectivamente), una cifra que representa casi el 3% del total de animales de compañía que se estima que viven en España. Estos son algunos de los datos recogidos en la nueva edición del Estudio `Él Nunca lo Haría´ 2022 de Fundación Affinity. En el informe se constata que el abandono y la pérdida constituyen los principales problemas para el bienestar y la calidad de vida de los perros y gatos en nuestro país.

Teniendo en cuenta la cifra total anual, se confirma que las llegadas de perros y gatos a las protectoras aumentaron muy ligeramente respecto al año anterior (285.000 en 2021). Sea como fuere, todavía se encuentran por debajo del número de animales que se recogían antes de la pandemia. En concreto, en el caso de los perros, la cifra se sitúa un 1,5% por encima, mientras que el número de gatos recogidos es prácticamente idéntico, con un ascenso del 0,4%. En palabras de Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, "podemos hablar de una cierta estabilidad en las cifras de perros y gatos recogidos por las protectoras, pero sigue siendo un desafío relevante en el que las personas, entidades, profesionales y la Administración pública pueden aportar soluciones".

Las camadas no deseadas, el primer motivo

Asimismo, tal y como indica el informe de Fundación Affinity, las camadas no deseadas siguen siendo, un año más, el primer motivo de abandono (19%). Le siguen los problemas de comportamiento del animal (12%), la pérdida del interés por el perro o gato (12%) y el fin de la temporada de caza (11%). Los problemas económicos han aumentado respecto al año anterior (pasando del 6% al 9%) igual que el cambio de vivienda, que ya representa el 8% de los motivos de abandono.

Por otro lado, el perfil de los animales que llegan a las protectoras varía según la especie. En el caso de los perros, más de la mitad son de edad adulta (57%), mientras que los cachorros representan un 28%. Sin embargo, los perros de edad avanzada o sénior ocupan un 15%. En contraposición, de la totalidad de gatos recogidos, casi la mitad son cachorros, concretamente un 48%, seguidos de los adultos (43%) y finalmente los de edad avanzada, que representan el 9%. Además, únicamente el 7% de gatos que ingresan en protectoras son de raza, mientras que el resto son mestizos. En este sentido, Bulli comenta: "Nos preocupa especialmente el caso de los gatos que llegan a las entidades fruto, sobre todo, de camadas no deseadas, lo que demuestra que aún queda mucho trabajo por hacer". Por ello, "insistimos en el control de la reproducción como medida clave", incide .

Los gatos, los más vulnerables

En especial, el estudio de Fundación Affinity ofrece cifras preocupantes sobre la situación de los gatos. Según el informe, son los animales más vulnerables al abandono, debido a varios factores. Por ejemplo, a diferencia de los perros, la proporción de gatos identificados que llegan a los centros de acogida es muy reducida, y es que solo un 3% lleva microchip.

Esto se debe, en primer lugar, a que llegan muchos cachorros fruto de camadas no deseadas, lógicamente sin identificar; y, en segundo lugar, los gatos se identifican menos, porque al ser domésticos y no salir al exterior, se cree que no se van a extraviar, lo que imposibilita que puedan ser devueltos a sus familias al perderse.

Otro de los factores alarmantes es que muchos de ellos están heridos (15%) o enfermos (38%) cuando son recogidos. Este hecho podría influir en que un 12% muera durante su estancia en el refugio, una cifra que triplica a la de perros fallecidos en la protectora.

Los datos del estudio muestran también diferencias entre perros y gatos en relación con el número de animales recogidos a lo largo del año. En el caso de los gatos, la época de verano (especialmente mayo, junio y julio) es la más complicada para las entidades de protección animal, ya que el número de ingresos en los centros de acogida es superior debido al carácter estacional de su reproducción.

De hecho, uno de cada tres gatos recogidos por las entidades durante todo el año llegan en esta época, lo que implica un reto de gestión de los gatitos para las protectoras. En contraposición, la llegada de perros a los refugios es uniforme a lo largo del año.

La identificación, un factor clave

Sin duda, tal y como indica el estudio, el factor clave en la recuperación de un animal extraviado es la correcta identificación. El bajo porcentaje de animales que llegan correctamente identificados (26% en el caso de los perros y 3% en el de gatos) no mejora en la última década. En este sentido, la identificación favorece la recuperación de animales perdidos, que tienen hasta cinco veces más posibilidades de ser devueltos a sus familias si llevan microchip y los datos de identificación son correctos.

"Tenemos medidas a nuestro alcance para reducir las cifras de abandono", señala la directora de la Fundación Affinity. Y añade: "La esterilización del animal es clave para prevenir las camadas no deseadas y la correcta identificación para que el perro o gato pueda ser devuelto a su familia en caso de pérdida". Además, "la ayuda profesional de un veterinario etólogo o un educador canino puede ayudarnos y orientarnos para solventar los problemas de comportamiento que puedan surgir". Por último, "realizar una reflexión previa en familia sobre las expectativas acerca de la convivencia con un animal puede contribuir a que haya menos casos de pérdida de interés hacia el perro o gato", reflexiona Buil.

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