Como especialidad, la traumatología veterinaria es una de las más completas. Las afecciones más prevalentes han variado a lo largo del paso del tiempo y ahora la enfermedad más destacada es la del ligamento cruzado craneal. Así lo ve Toni Navarro, veterinario especialista en traumatología y fundador del Hospital Veterinario ...
Como especialidad, la traumatología veterinaria es una de las más completas. Las afecciones más prevalentes han variado a lo largo del paso del tiempo y ahora la enfermedad más destacada es la del ligamento cruzado craneal. Así lo ve Toni Navarro, veterinario especialista en traumatología y fundador del Hospital Veterinario Menescal, de Novelda, en Alicante.
"Los perros tienen una forma de tibia y de fémur especial, las razas han ido haciendo que la tensión de este ligamento sea todavía más potente que en el lobo primitivo o el coyote, y los hábitos de vida, saltar pidiendo comida, subir al sofá, hacer `agility´, etc., todo ello ha favorecido una enfermedad ortopédica que es la rotura del ligamento, pero progresiva, de manera que las fibras de ese ligamento van sufriendo poco a poco una fatiga", explica el especialista.
Según el experto, es una enfermedad lenta que produce al final una osteoartritis en la rodilla. A veces el diagnóstico es sutil, y no siempre es fácil de ver, porque empieza muy poco a poco. "La artroscopia, por ejemplo, ayuda en algunos casos difíciles, o unas buenas radiografías que, aunque no muestran el ligamento, sí una serie de cambios que son sugestivos de esa lesión". También destaca la enfermedad de la parte interna del codo, que comparten tres huesos, especialmente el cúbito, que tiene forma de "C". El coyote y el lobo no tienen ese problema, pero los perros que hemos ido creando, las razas que el humano empezó a hacer hace cinco siglos, en algunos casos sí. Y esta, en diferentes intensidades de lesión, es la segunda patología más frecuente que vemos, en palabras del veterinario, y a veces también es difícil de diagnosticar, "porque la imagen te ayuda a confirmar, pero lo principal es que el perro muestre una molestia". A veces, en perros mayores, los veterinarios encuentran múltiples artrosis, pero dolor sólo en un punto: el ligamento cruzado o este "pico" del codo, y descubrirlo les puede llevar una hora, porque la imagen puede despistarles si no está más centrado al enfoque clínico.
A su vez, resalta la enfermedad artrósica general. "Perros ya mayores que vienen con artrosis, especialmente en la cadera. Es una patología en la que la tecnología ha ayudado mucho con las prótesis. Y la cuarta y última enfermedad más prevalente, que antes era la número uno, son las fracturas (caídas, atropellos...), pero esos accidentes cada vez son menos frecuentes, al menos en nuestro centro, porque hay otros compañeros que actúan en este tipo de situaciones".
Hacia la mínima invasión
Según Toni Navarro, se intenta hacer todo para que el animal tenga una recuperación lo más rápida posible, que el propietario no tenga que hacer mucho en casa, que el animal se recupere y apoye muy pronto, y que no suponga un parón y un trauma en la vida del dueño. Estos tratamientos se basan, entonces, en la mínima invasión: "Abrir muy poco la piel, jugar con una radiología durante la operación que permita saber dónde y cómo está colocado el implante para que la cicatriz sea menor, se forme antes el callo óseo, hacer artroscopia (entrar en las articulaciones sin abrirlas con una cámara), trabajando dentro de la articulación y, cuando ya hay que abrir, usar tecnologías como las prótesis de cadera, que han evolucionado mucho. En los perros se ponen cuanto más jóvenes mejor porque evitas que se deteriore todo el cuerpo por estar cargando mal el peso, y duran toda la vida. Hay prótesis también de rodilla, y hay para todos los tamaños".
Toni Navarro destaca que, cuando hay que hacer una actuación importante, es necesaria buena tecnología, planificando bien la intervención (hay aplicaciones de software que nos permiten medir con exactitud), hacer las prótesis en 3D a un precio inferior al que había hace años. "Los implantes se hacen a medida en 24 horas, son de titanio, y con una calidad extraordinaria. Esto permite tener seguridad en que el perro apoye al día siguiente. También los hospitales, que tienen un equipo que trabaja en fisioterapia, pueden tener al animal ingresado durante un tiempo, y los dueños sufren menos, porque las mascotas están una semana o diez días y se van caminando, con la herida cicatrizada. Así en casa no tienen la necesidad de hacer un cuidado extremo", explica el veterinario.
A pesar de que el experto lleva 35 años en su profesión, siempre está pendiente de los casos por si hay una complicación. "Hay que estar atento y saber cómo resolverlas, y antiguamente no era así, todo eso ha cambiado".
Investigaciones más novedosas
El veterinario distingue cuando hay que colocar un hueso recto, porque entonces asegura que las investigaciones se centran en unas guías de corte que un ingeniero puede fabricar, "de manera que, durante la intervención, yo no tenga que calcular artesanalmente una cuña, sino una guía ya medida para hacer el corte, y otra guía que me diga cómo tengo que colocar el hueso, sin pensar si está quedando recto o no. Me lo están diciendo todo, unas guías de orientación". Esto es, según Toni Navarro, lo que está en la punta del iceberg en los congresos y otros. Es decir, las guías en 3D para cortes para colocar implantes en lacolumna o en sitios peligrosos de manera segura, y personalizados para cada individuo, cada situación, y que se fabriquen de manera ultrarrápida, en el plazo de 24 o 48 horas.
A su vez, el especialista también destaca los injertos de hueso para facilitar la regeneración en zonas donde falta, con el fin de ayudar a los fibroblastos, a las células, a que hagan "red"… También hace referencia a la biotecnología aplicada a los tratamientos con células madre o con factores de crecimiento articulares para mejorar el cartílago articular o lo poco que quede de él en los procesos degenerativos, "para no llegar a la prótesis, a una sustitución completa, esos casos intermedios que no están tan mal. Y centrarse en que cada especie es diferente. Pensábamos que eran iguales y no se puede extrapolar de unos a otros", recuerda.
En cuanto a la investigación de los implantes, el veterinario destaca el tipo de materiales. "Antes se hacían prótesis de titanio, ahora la cabeza es de cerámica, llevan también cromo-cobalto, y el implante interno es de polieteretercetona (PEEK), sustituyendo al polietileno y permitiendo una durabilidad mucho mayor de la prótesis. El desgaste del plástico interno en un perro que sea hiperactivo y que tenga sólo seis meses cuando se coloca una prótesis y vaya a durar quince años, es mucho menor".
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