La trayectoria de Idoia Herbosa comienza en León, ciudad donde se formó y obtuvo su licenciatura. Al terminar, volvió a Bilbao para formar parte de un amplio equipo veterinario de un gran hospital durante dos años. "Y desde hace 12 años puedo decir que estoy satisfecha de haber hecho realidad mi sueño profesional, al crear la Clínica Veterinaria Etxelagun, donde ponemos en práctica una medicina de alta calidad, basada en el compromiso hacia los pacientes a base de renovación constante y una medicina preventiva de cercanía", relata.

Uno de los servicios que ofrece en su clínica es la medicina interna y cirugía en perros, gatos y animales exóticos, junto a otros como la esterilización por laparoscopia y diagnóstico por imagen. "Nuestra labor diaria se basa en brindar prácticamente los mismos servicios médicos que aplicamos a perros y gatos, añadiendo las particularidades y características anatómicas, etológicas y fisiológicas de las distintas especies que abarca este grupo tan heterogéneo, tanto a nivel de manejo, como de nutrición, medicina preventiva o cirugía". Sin olvidar una de las labores más importantes: "La de educar a los propietarios o tutores en sus tan diversas necesidades".

Desde su punto de vista, "la profesión veterinaria no solo no ha sido tenida en cuenta durante la pandemia sin excusa declarada, sino que además ha sido vacilada, despreciada y vilipendiada desde hace años con el evidente agravante de la pandemia mundial que nos ha asolado recientemente". Por consiguiente, "las necesidades más urgentes de los profesionales del sector veterinario son el reconocimiento como sanitarios, la cohesión en la propia profesión, el reconocimiento y visibilidad social de nuestra labor, la conciliación de jornadas laborales junto a salarios profesionales acordes a nuestras competencias y un servicio de salud mental a disposición de todos los colegiados que lo requieran".

En cuanto a la manera de fidelizar al cliente, que cada vez es más volátil y está mejor informado, considera que debe realizarse "a través de la comunicación, la cercanía y la transparencia en nuestras acciones". En su opinión, "la mayoría de los problemas vienen por falta de entendimiento o mala comunicación por nuestra parte". Además, "estamos rodeados de mucha información digital que, sin un acto de comprobación posterior, caen en la desinformación incontrolada a través de las redes". En general, en su profesión, "somos malos comunicadores, dado que, en más ocasiones de las que nos gustaría, los consejos de los adiestradores, o criadores, o tiendas de animales, les resultan más fiables que los nuestros propios".

Para asegurar la sostenibilidad de la clínica veterinaria en los próximos años, es relevante mejorar la comunicación y la gestión empresarial, "dando visibilidad y reconocimiento social a nuestra querida profesión, a través de campañas de concienciación". Por otro lado, "ofrecer un servicio de psicología y salud mental los colegios profesionales". Como clínicos, por otro lado, "debemos ofrecer una medicina preventiva de calidad y en constante renovación, volcándonos en la transparencia, comunicación activa y cercanía con nuestros clientes". O incluso, "implantar nuevos servicios de telemedicina".

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