La dermatología veterinaria en España, al igual que otras especialidades, se encuentra en un escalón más bajo con respecto al escenario en países vecinos. Así lo cree Alejandro Ojeda, responsable del servicio de Dermatología del Centro de Especialidades Veterinarias Simbiosis, para quien esto es así porque "es uno de los ...
La dermatología veterinaria en España, al igual que otras especialidades, se encuentra en un escalón más bajo con respecto al escenario en países vecinos. Así lo cree Alejandro Ojeda, responsable del servicio de Dermatología del Centro de Especialidades Veterinarias Simbiosis, para quien esto es así porque "es uno de los países con mayor grado de dificultad a la hora de acceder a una residencia europea en nuestra especialidad". No obstante, "en los últimos años, la reciente aparición de las acreditaciones por asociaciones privadas, así como la gran oferta de posgrados y cursos avanzados, nos han permitido avanzar notablemente en esta especialidad", apunta.
A nivel asistencial también a cambado mucho la veterinaria de pequeños animales en los últimos años, "un inmenso avance", según Ojeda, en tanto a "protocolos diagnósticos clasificando grupos de enfermedades asociados a patrones clínicos, como en la aparición de nuevas moléculas a la hora de tratar enfermedades dermatológicas". Solamente si miramos diez años atrás, comenta, "vemos que ha habido multitud de avances dentro de la dermatología veterinaria". Haciendo especial hincapié en uno, destaca el prurito, concretamente el prurito alérgico, y el mantenimiento o reposición de la barrera cutánea. "Cada vez más, tenemos nuevas moléculas más específicas en acción y con menos efectos adversos; esto cuando hablamos de enfermedades crónicas, es un avance enorme a la hora de enfocar el tratamiento de estos pacientes a largo plazo".
El experto habla de la última década, pero la pandemia ha afectado especialmente al manejo de los pacientes. Aunque piensa que se puede extrapolar esta sensación a todas las especialidades, el veterinario considera que, al menos en el ámbito de la dermatología y sobre todo en el área de la salud, "la pandemia ha provocado que los tutores pasen más tiempo con sus mascotas, aumentando la preocupación por ellas". Así pues, prosigue, "problemas dermatológicos como el prurito, seborrea, o caída de pelo, entre otros, han sido tratados más precozmente que años anteriores".
Alergias, las enfermedades más prevalentes en las consultas
En cuanto a las patologías más prevalentes en consulta, Alejandro Ojeda señala que, "aunque cada vez con más frecuencia vemos patrones clínicos más atípicos, pienso que las alergias siguen siendo el grupo de las patologías dermatológicas más frecuentes tanto en perros como en gatos, con sus diferentes fenotipos en función del individuo". Sin embargo, explica que el prurito "continúa sobresaliendo como el principal signo clínico de estas enfermedades y el primer motivo de consulta en nuestra especialidad".
Algunas de estas enfermedades tienen relación con la medicina humana. Por ejemplo, la dermatitis atópica, una afección que, al igual que ocurre en veterinaria, "es una de las patologías dermatológicas más comunes, una de las enfermedades que más se estudia a día de hoy, y sin embargo, en ambas medicinas sigue siendo un verdadero desafío clínico el control de mucho de nuestros pacientes". El motivo, bajo el punto de vista del experto, es que "existen muchos factores implicados en su patogenia, y esto la hace una enfermedad dinámica y de difícil control".
Poniendo el foco en las enfermedades alérgicas, Ojeda manifiesta que no existe "una forma total o única de prevención", ya que son enfermedades condicionadas genéticamente. Esto implica que no son enfermedades "curables", y, por lo tanto, "su primer diagnóstico será crucial en el control de estos pacientes". Sí se sabe, no obstante, "que una nutrición adecuada y el cuidado correcto del manto de estos animales, tanto cepillados como una champuterapia correcta, son partes fundamentales del tratamiento para el control de estos pacientes y la `prevención´ de complicaciones asociadas a la dermatitis atópica", indica. Por lo tanto, subraya que "es fundamental la gran implicación de los tutores en el control de estas patologías crónicas".
Los propietarios van `estudiados de casa´
Y efectivamente así está siendo, como ya mencionó anteriormente, el dermatólogo. A su modo de ver, los propietarios no solo están mucho más implicados, "sino que su nivel de exigencia ha ido en aumento en los últimos años; cada vez más nos encontramos propietarios más implicados y preocupados por la salud de sus mascotas, y no solo eso, sino que cada vez vienen más informados o `estudiados de casa´", recalca. Esto, asegura Ojeda, "también nos hace ser más exigentes con nosotros mismos, y nos obliga a estar en constante actualización, ya que notamos que con mayor frecuencia los propietarios demandan los servicios de veterinarios especializados".
Este escenario de incremento de la prevalencia de las patologías dermatológicas y de exigencia por parte de los clientes hace que la dermatología veterinaria sea una de las especialidades con mayores cambios y avances. "Actualmente diríamos que, tanto en técnicas diagnósticas como en tratamiento, buscamos el camino de la excelencia", reflexiona el dermatólogo. Como ocurre en medicina humana, "se tiende a clasificar por grupos de enfermedades asociados a patrones clínicos para orientar mejor nuestros diagnósticos diferenciales", y cree que "ese es el camino principal de la dermatología que estamos consiguiendo en estos últimos años".
Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.