Como actuar cuando la oruga procesionaria afecta al perro

Desde el Colegio de Veterinarios de Badajoz alertan de que ya hay presencia de oruga procesionaria en bosques. Algo que puede afectar a los perros de manera grave. Así dan unas pautas para actuar rápidamente cuando el animal se ha visto afectado.

07/02/2022

Desde febrero hasta abril, es común que en zonas con pinos nos encontremos con la oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa). El contacto de nuestros perros con esta oruga suele ser motivo de urgencia veterinaria, siendo en los casos más extremos capaces de provocar la muerte de nuestro animal al ingerir a ...

Desde febrero hasta abril, es común que en zonas con pinos nos encontremos con la oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa). El contacto de nuestros perros con esta oruga suele ser motivo de urgencia veterinaria, siendo en los casos más extremos capaces de provocar la muerte de nuestro animal al ingerir a estas orugas que poseen unos pelos que las rodean que resultan ser especialmente urticantes.

Podemos sospechar del contacto de nuestra mascota con estos animales si paseamos por zonas en las que hay pinos (árboles donde anidan las orugas) y de repente nuestro animal empieza a manifestar síntomas como hipersalivación, inflamación de la lengua o la piel, nerviosismo, rascado compulsivo y violento, problemas respiratorios o malestar general entre otros.

¿Cómo debemos de actuar?

En primer lugar, debemos de saber que tenemos que acudir al veterinario de manera urgente, ahora bien, unos correctos procesos de primeros auxilios pueden ayudar a nuestra mascota a ganar algo de tiempo y a frenar la evolución de las lesiones.

Destaca el lavado con suero (preferentemente) o agua tibia las zonas donde el animal ha establecido contacto con los pelos urticantes.
Si observamos los pelos de la oruga en nuestra mascota, con la ayuda de unas pinzas podemos retirarlos, siempre evitando manipular estos pelos con nuestras manos.

Hemos de evitar rascar a nuestro animal, a pesar de poder creer que lo aliviaremos, rascándolo le estamos haciendo un flaco favor. Cuanto más tiempo pasa desde el contacto de la oruga con nuestro can, más crece la probabilidad de necrosis en la zona lesionada, por lo que gestionar esta situación con rapidez suele ser el factor clave.

Finalmente, a modo de prevención, en esta época, siempre que nos sea posible, habremos de evitar pasear por zonas boscosas en las que haya pinos, como ya hemos explicado, son los árboles donde se hospeda esta dichosa oruga que actualmente se considera una plaga en toda la península ibérica.

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