La Medicina basada en evidencias está "caducada". Para el presidente SEDAR & Jefe de Servicio de Anestesia Hospital Puerta del Hierro, Javier García Fernández, la pandemia ha supuesto el cambio de paradigma que resultará en una nueva realidad: la gestión médica basada en el valor. "Y el valor no se ...
La Medicina basada en evidencias está "caducada". Para el presidente SEDAR & Jefe de Servicio de Anestesia Hospital Puerta del Hierro, Javier García Fernández, la pandemia ha supuesto el cambio de paradigma que resultará en una nueva realidad: la gestión médica basada en el valor. "Y el valor no se mide. Son los resultados de salud que el paciente considera que son los que necesita", ha argumentado el doctor durante una mesa redonda celebrada durante la tercera jornada del III Health Innovation Forum de MSD y MSD Animal Health.
Así, es el paciente el que determina el valor de las decisiones médicas. Por ello, ha señalado que no necesariamente la cirugía robótica tiene que ser la opción obligada o más lógica en detrimento de una cirugía laparoscópica, por ejemplo. "Tenemos que preguntarnos si la cirugía robótica aporta valor a mi enfermo. Y si no es así, es mejor recurrir a opciones que funcionen. Esas son las decisiones que los gestores tendrán que empezar a tomar ahora".
Sin olvidar a aquellos pacientes que no expresan su dolor con palabras. En el caso de la medicina veterinaria, el doctor Jaume Fatjó i Ríos, Doctor en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista europeo certificado en Medicina del Comportamiento de los Animales de Compañía por el European College of Animal Welfare and Behavioral Medicine, ha valorado como muy positiva la aparición de las nuevas tecnologías como el Big Data en el diagnóstico temprano y certero de posibles patologías en los pacientes.
"Hoy hemos podido aplicar la tecnología para adelantar las señales a través de indicadores. Pueden provenir, estas señales, a través de dispositivos muy diversos que miden si duerme las mismas horas de sueño o menos; si come más o menos".
Fatjó ha recordado que algunos de esos productos ya están en el mercado y cada vez se generalizan más, como comederos o bebederos inteligentes cuyas métricas pueden permitir detectar anomalías en el comportamiento de las mascotas.
Sin ir más lejos, el uso y análisis de los datos que se obtienen con la tecnología pueden permitir detectar a tiempo enfermedades diagnosticadas en fases avanzadas como la enfermedad renal crónica en gatos que "sí pueden ser registrados por esos dispositivos, pero no por los familiares o los veterinarios".
La mesa redonda ha integrado además la visión del ámbito farmacéutico, con la participación del doctor Emilio Monte Boquet, del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. Centrado en la telefarmacia como servicio sanitario de gestión eficiente, ha desgranado las características que lo postulan como una herramienta cada vez más usada.
De cara a los pacientes, simplifica la comunicación, que se puede realizar mediante notificaciones a dispositivos wearables, aplicaciones móviles o con el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Con ello se pueden verificar los objetivos de seguimiento farmacoterapéuticos.
"Se considera que la adopción de la telefarmacia puede promover una atención continuada, interdisciplinar, y favorecer el cambio de paradigma de la práctica farmacéutica", ha augurado Monte.
Sostenibilidad, un pilar fundamental
El director de innovación clínica del Institut Català de la Salut, Oriol Estrada Cuixart, ha sido el encargado de moderar esta mesa sobre nuevos modelos asistenciales. Para que sea posible esa nueva realidad, ha opinado que el sistema debe adquirir una serie de cualidades: ser más cercano al paciente; más fiable y seguro en todos los procesos asistenciales; integral; humanista y a la vez más tecnológico y, de entre todas, ha destacado la cualidad de ser sostenible.
"No hay que olvidar la corresponsabilidad que tenemos por el bienestar social. Tenemos que alargar al máximo cada euro y que el dispositivo que armemos, si no es sostenible, no va a ser", ha zanjado. Eso se consigue, ha continuado, si se orienta la atención no al episodio ni a la enfermedad sino "al proceso asistencial".
Y sobre la tecnología, ha querido dejar claro que solo puede ser útil cuando se tenga claro qué sistema de salud se quiere y la manera de tratar a los pacientes que se desea. "La tecnología ayudará, pero no se puede usar sin tener claros esos principios".
El papel de las Urgencias
Desde el punto de vista de las Urgencias, la tecnología se convirtió tras el inicio de la crisis sanitaria en imprescindible en la comunicación integral entre profesionales sanitarios de distintas especialidades y entre médico y paciente.
Juan González del Castillo, coordinador del grupo INFURG-SEMES y médico del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha compartido la experiencia vivida durante aquellos meses de confinamiento en los que desde el centro en el que trabaja se tuvo que reinventar la dinámica de trabajo.
Una atención "ordenada y coordinada" con Primaria fue fundamental para disminuir los flujos de entrada y agilizar los de salida, este último basado en la estratificación del paciente. Esa experiencia conseguida gracias a los Grupos de Trabajo creados para abordar aquel contexto extraordinario se ha aplicado, hoy, en sistemas de comunicación con los pacientes como el habilitado por vía SMS o el seguimiento telefónico, del que ha señalado que el Clínico San Carlos ha obtenido "buenos resultados" con su implantación.
No todas las lecturas que se han sacado de la pandemia son tan positivas y González del Castillo ha alertado de la pandemia que se viene: la quirúrgica. "Las listas de espera son enormes, hay que sacarlas adelante. Esos pacientes han sido descuidados y ahora hay que atenderlos".