Benito Pérez nos habla desde la experiencia de estar 40 años dedicado a la medicina generalista y la neurología. "Dentro de mi desarrollo profesional, he intentado siempre no desatender otras facetas y especialidades de nuestro ejercicio profesional".

Una profesión, la veterinaria, que lejos de estancarse ha evolucionado con el paso del tiempo. "El uso de TAC y la RMN han cambiado sustancialmente el diagnóstico, no tanto el tratamiento de las enfermedades más frecuentemente diagnosticadas que está pendiente de un desarrollo". Benito Pérez tiene claro cuál es su prioridad. "Debemos aportar un comportamiento que sea honrado tanto con nosotros mismos como con nuestros pacientes".

Trato cercano y personalizado como valor diferencial, pero ¿cómo se lleva esto con la nueva situación de pandemia? "Se intenta suplir la atención que en la mayoría de las ocasiones es virtual, con una prestación lo más real posible. También han cambiado los horarios y las interrelaciones de trabajo en equipo".

La veterinaria como profesión esencial tiene mucho que aportar a la salud humana y animal, sin embargo ¿se valora y se potencia? "En cierta medida no. Pienso que durante el Covid-19 podríamos haber aportado una visión más realista y práctica de las enfermedades colectivas". Desde luego existe desconocimiento por parte de la sociedad acerca de las funciones y responsabilidades del profesional veterinario. "Los veterinarios somos la profesión sanitaria más acostumbrada a trabajar en enfermedades de transmisión de las características del Covid-19 y en prevención de la trasmisión", asegura Benito Pérez, y concluye: "Eso es precisamente lo que tenemos que poner en valor y trasladar a la ciudadanía. En ese sentido en el colegio oficial de veterinarios de Madrid se ha creado la FUNDACIÓN ANIMALHUB que pretende dar a conocer toda esa preparación de los veterinarios".

Iniciativas de visibilización para una profesión que se suma a las mejoras en la gestión empresarial y a las propuestas de conciliación entre la vida laboral y profesional. "Debemos seguir trabajando honestamente y sin miedo a desarrollar nuestra labor desde el punto de vista empresarial. Nuestra vocación asistencial no debe interferir con nuestro desarrollo empresarial".

Y es que el ejercicio clínico está garantizado, "pero es importante que no sean manos externas las que lo dirijan". Por tanto, "es esencial mantener la libertad individual para el ejercicio libre de nuestra profesión sin el intrusismo de compañías externas". Porque lejos de ser únicamente médicos de animales, la veterinaria también actúa directamente en la salud pública y la salud global comunitaria. "Además, los veterinarios forman parte de avances científicos a nivel puntero. Somos una profesión que debe mostrar su alto nivel en investigación". Prevenir antes que curar es la máxima que debe premiar en la praxis profesional. "Las enfermedades son las de siempre, la única diferencia es que han aumentado las patologías en perros geriátricos y algunos de comportamiento, pero básicamente la labor del veterinario tiene que ser más preventiva que resolución de patología".