En el contexto del Congreso AVEPA-SEVC, el simposio MSD-Royal Canin abordó este pasado jueves la Leptospirosis canina: nuevos paradigmas. Xavier Roura, del servicio de medicina interna del Hospital Clínic Veterinari de la UAB, se encargó del contexto epidemiológico de la leptospirosis y del reto que supone su diagnóstico. Explicó que han hecho un estudio sobre la seroprevalencia en nuestro país de la leptospirosis en 2019 con 1.310 muestras. Avisó de que una limitación del trabajo es que había una vacunación desconocida, con un 25,8% de seropositivos. "Es un dato importante, al menos parecido a otros países europeos. Y hay un incremento de la incidencia", dijo.

Un siguiente dato muy importante es que hay múltiples serovares que afectan clínicamente a los perros. El norte de España, con un 38%, tiene una seroprevalencia algo mayor que en el resto del país, por las condiciones climáticas. Por ello, los perros en España están expuestos a leptospirosis en todas las regiones. Si no pensamos que la leptospirosis es frecuente no se pensará en su diagnóstico. Hay que concienciar a los veterinarios sobre la leptospirosis "porque es frecuente". Puede dar múltiples signos clínicos, hay un amplio abanico de situaciones clínicas donde hay que incluirla en el diagnóstico inicial. Las manifestaciones más frecuentes están relacionadas con alteraciones en riñón, hígado, coagulación y pulmón. Es una enfermedad grave, porque hay una mortalidad del 50%, por lo que el diagnóstico precoz es clave.

Hay que incluirla en el diagnóstico diferencial. No es fácil el diagnóstico porque hay que tener en cuenta muchas cosas como la edad, el estatus vacunal o las limitaciones de cada prueba. Recomendó un uso complementario de serología y PCR y repetir la determinación serológica a las dos o cuatro semanas. Partimos de signos clínicos compatibles. Igualmente, empezar un tratamiento con antibiótico eficaz incluso estando a la espera de confirmación. Si finalmente no lo fuera, siempre hay tiempo de retirar el antibiótico. Su conclusión es que el diagnóstico definitivo es mediante la exclusión de otras posibles enfermedades y el uso conjunto de la serología y PCR. De esta forma, se puede llegar a un diagnóstico definitivo.

Frente a la leptospirosis, la protección es lo que cuenta. Federica Burgio, responsable científica de MSD Animal Health, trató los protocolos de vacunación, tanto en adultos como en cachorros, ante los riesgos actuales. La vacunación es anual, ya que la duración de la inmunidad es de un año. Hay bivalentes, bacterinas y trivalentes (para tres serogrupos). El principal objetivo es la protección clínica contra la enfermedad y muerte. Si hay un animal enfermo, hay que proteger al entorno. Expuso las principales características de la gama Nobivac. Glosó las propuestas de protocolos de vacunación, que luego hay que adaptar a cada paciente. Respecto a los adultos, se puede tener un protocolo de vacunación semanal. Nobivac L4 es una vacuna tetravalente contra la leptospirosis canina adaptada a la situación epidemiológica española. Controla la infección y la excreción renal. La primera dosis se pude poner a partir de las seis semanas de edad. Puede ser usada en perras gestantes.

Habló de los factores determinantes del éxito en el tratamiento y la prevención de la leptospirosis Maruska Suárez, profesora titular de Clínica Médica Veterinaria en la Facultad de Veterinaria de Lugo con actividad asistencial en el Hospital Universitario Veterinario Rof Codina. "El secreto del éxito es tener la leptospirosis en nuestro diferencial e introducir el tratamiento lo más rápidamente", avisó. Mencionó diferentes sospechas clínicas. En algunos pacientes, la sospecha emerge de un cuadro hepático, por ejemplo. Es una causa también a considerar en causas de hepatitis crónicas. Otra sospecha es por hemorragias pulmonares. Propuso la radiografía torácica como una de las herramientas a utilizar.

La estancia hospitalaria es vital para la recuperación de los pacientes, que tendrán que ser manejados de acuerdo con las alteraciones detectadas por el clínico al cargo del caso. Remarcó que cada caso es diferente. La hipertensión se ha observado en más de la mitad de los pacientes en cada ingreso. No hay que olvidar su manejo. Todos los animales que hayan tenido contacto con el paciente deben recibir un tratamiento profiláctico. Recordó que el aspecto más importante de la prevención es la vacunación, pero "hay que tener presente que no existe una vacuna universal contra la leptospira". Es una vacuna que requiere de dos dosis separadas. Cualquier descuido vacunal por más de seis meses requerirá de nuevo las dos dosis. No hay inmunidad cruzada. Afirmó que incluso a los perros que viajan a la luna hay que incluirles esta vacuna en sus planes vacunales.

Después, Agustín Fernández, de Royal Canin, insistió en la importancia de la Nutrición en la Enfermedad Renal del Perro. Se mostró de acuerdo en que es primordial un diagnóstico precoz. Añadió lo conveniente del diseño de alimentos que se adaten a estas patologías y desgranó el enfoque de las dietas renales. Hay que estimular el apetito que con mucha frecuencia se pierde con esta enfermedad. Un nutriente clave es el contenido proteico adaptado. El segundo enfoque es el de la progresiva restricción del fósforo. La restricción del fósforo debe realizarse en los primeros estadios de la enfermedad. Para la estimulación del apetito, se ofrecerán dietas con palatabilidad, con varios perfiles aromáticos y diferentes texturas. Hay dos productos nuevos de Royal Canin: Early Renal, para los primeros estadios de la enfermedad, y Renal Small Dog, para perros pequeños, que son más del 50% de los perros que acuden a las clínicas veterinarias.

Fernando Fariñas, CEO del Grupo Ynmun (Centros de Inmunología, Enfermedades Infecciosas y Salud Pública), ofreció la visión de la leptospirosis desde el punto de vista One Health. La leptospira fue aislada en 1905. Es una bacteria gran-negativa. Se supone que existen 21 especies, diez de ellas son patógenas. Hay más de 250 serovariedades. Epidemiológicamente hablando, es la "zoonosis de mayor ubicuidad a nivel mundial". Es una enfermedad sumamente infraestimada. Es transmitida fundamentalmente por excretas. Dentro de éstas, sobre todo, por la orina. Se puede dar una infección, o un contagio, de forma directa, por contacto con el animal o sus excretas, o de forma indirecta, por contacto con superficies, suelo o aguas contaminadas. En Europa, está cambiando la situación epidemiológica de la leptospirosis canina por su incremento. Se estima que el 85% de las granjas porcina es positiva a leptospira. Por lo tanto, hay que tenerla en cuenta en la Salud pública. Es una infección que va en aumento en humanos. De hecho, en 2018, hubo cerca de 2.000 casos. Él no dejaría de vacunar nunca de leptospira, porque "haces una labor de Salud pública".