El sistema inmunitario permite mantener la homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de naturaleza biológica (agentes patógenos) o físico-químicas (como contaminantes o radiaciones), e internas (por ejemplo, células cancerosas). Por este motivo, el sistema inmunitario es conocido como "el gran protector". Sin embargo, el sistema inmunitario ...
El sistema inmunitario permite mantener la homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de naturaleza biológica (agentes patógenos) o físico-químicas (como contaminantes o radiaciones), e internas (por ejemplo, células cancerosas). Por este motivo, el sistema inmunitario es conocido como "el gran protector". Sin embargo, el sistema inmunitario puede llegar a crear anticuerpos que en vez de atacar a los agentes externos atacan a las células y órganos del propio cuerpo, pues los consideran como una amenaza. Son los conocidos como autoanticuerpos.
A día de hoy, todavía no se conoce el motivo de la aparición de las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, algunos expertos consideran que dos hipótesis son las que explican el porqué del incremento de las enfermedades patológicas en perros y gatos: la hipótesis de la higiene y la de los viejos amigos. En el primero de los cosas, se habla de que el incremento del uso de medidas de higiene, de vacunación y, también, de antibióticos ha alterado, en cierta manera, el sistema inmunitario de los animales, al igual que pasa con los humanos. De esta alteración se derivan la aparición de mayores patologías alérgicas e autoinmunes, entre otras.
Así, tal y como señaló el especialista Fernando Fariñas en una entrevista en esta revista, las enfermedades infecciosas del pasado se habrían sustituido por patologías crónicas, entre las que destacan las inflamatorias y las inmunomediadas. Relacionada con esta teoría, la hipótesis de los viejos amigos se refiere a que cada vez estamos menos en contacto con microbios y parásitos, y esto ha supuesto un progresivo debilitamiento del sistema inmunitario. Por otra parte, también pueden encontrarse otros motivos externos que debiliten el sistema inmune de las mascotas. Es el caso, por ejemplo, de la exposición a determinantes sustancias tóxicas, la exposición a cambios bruscos de temperatura, el exceso o falta de humedad en el ambiente, la contaminación, el estrés o el déficit funcional. Asimismo, algunas razas, como los doberman o los perros salchicha, mostrarían cierta predisposición a padecer este tipo de patologías.
Las enfermedades autoinmunes se manifiestan en forma de muchas patologías, que suelen estar relacionadas principalmente con la piel o con los órganos internos. Algunos de los síntomas que pueden presentar los perros que tienen problemas en su sistema inmunitario son: problemas relacionados con el pelo (dermatitis, caída del pelo, lesiones cutáneas); mal olor; cansancio, poca energía y debilitamiento; pérdida de masa muscular y de peso, además de debilitamiento de las piernas; ulceraciones en patas, boca, nariz y oídos; si la glándula tiroidea está afectada pueden padecer aumento de peso e inflamación de articulaciones, entre otros.
Aunque las enfermedades autoinmunes no se pueden llegar a curar, sí que se pueden controlar para ofrecer al animal una mejor calidad de vida. Además de los fármacos que recete el veterinario, también es aconsejable evitar que el animal sufra estrés o realice mucha actividad.
Lupus eritematoso sistémico
Una de las principales patologías autoinmunes que aparecen en el perro es el lupus eritematoso sistémico, una inflamación autoinmune que afecta a la piel. Algunas razas tienen más predisposiciones a padecerlas que otras. Entre ellas se pueden encontrar el pastor alemán, el caniche, el setter irlandés, el collie o el husky siberiano, entre otros. Además, suele darse más en hembras y en animales adultos, de una media de unos seis años.
Tal y como explican desde Vets & Clinics, de Affinity, se forman complejos antígeno-anticuerpo circulantes causantes de lesiones inflamatorias tisulares (glomerulonefritis, artritis, y vasculitis) y también anticuerpos contra células hematopoyéticas (anemia, trombocitopenia leucopenia). Raramente puede provocar pleuritis, miocarditis y afectación del SNC.
Su diagnóstico se basa en la historia clínica del animal, en el examen físico y en pruebas de laboratorio. Así, los criterios diagnósticos serían:
• Signos mayores: lesiones cutáneas, poliartritis, anemia hemolítica, glomerulonefritis, polimiositis, leucopenia y trombocitopenia.
• Signos menores: fiebre, signos neurológicos, úlceras orales, linfoadenopatía, pericarditis y pleuritis.
• Serología: ANA positivo, células de Lupus.
• Diagnóstico: dos signos mayores con ANA positivo y/o células de Lupus, o un signo mayor, dos signos menores con ANA positivo y/o células de Lupus.
• Probable diagnóstico: Un signo mayor con ANA positivo y/o células de Lupus, o dos signos mayores con ANA y células de Lupus negativo.
Por lo que a las pruebas diagnóstico se refieren, se deberían hacer exámenes que comprendan hemograma, bioquímica, serologías y análisis de orina. El tratamiento, por otra parte, se basa en la administración de prednisona/olona a dosis inmunosupresoras. En caso de que los signos no mejoren en unos 10 días, se debería añadir azatioprina y cloranbucil en gatos. Cuando los signos remiten, la dosis debe ir disminuyéndose. Puede administrarse AAS (10-20 mg/kg c8 h PO perros), (10-40 mg/kg c72 h gatos) como tratamiento sintomático si no hay trombocitopenia.
Mejorar el sistema inmunitario
Una buena salud inmunológica es clave para que las mascotas puedan llevar una vida sana. Por eso, además de la toma de la medicación correspondiente, los propietarios pueden llevar a cabo las siguientes actividades:
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