"La neurología veterinaria en España está en pleno desarrollo", asegura el veterinario Isidro Mateo, responsable del servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Alfonso X el Sabio desde 2010. "Hay mucha gente joven que está haciendo la residencia de la especialidad tanto dentro como fuera ...
"La neurología veterinaria en España está en pleno desarrollo", asegura el veterinario Isidro Mateo, responsable del servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Alfonso X el Sabio desde 2010. "Hay mucha gente joven que está haciendo la residencia de la especialidad tanto dentro como fuera de España, y el crecimiento de los especialistas, aun siendo lento, es exponencial. Por ello y teniendo en cuenta la cada vez mayor disponibilidad tecnológica y cooperatividad de los propietarios, le auguro un futuro buenísimo a la especialidad", considera este especialista que también es responsable del servicio de Neurología, Neurocirugía y Resonancia Magnética en el Hospital Veterinario VETSIA.
De los propietarios de mascotas, de hecho, remarca que cada vez están más concienciados de los cuidados específicos que requieren las enfermedades neurológicas, como realizar pruebas de imagen. "Ellos mismos son sufridores de estas patologías como las hernias discales y saben que, para su diagnóstico, estas pruebas son necesarias. Una persona, cuando tiene algún tipo de trastorno, alguna cefalea, alguna debilidad o un dolor lumbar, lo primero que va a pedir a un médico es que le realice una resonancia", indica Mateo, que explica que las enfermedades del sistema nervioso son muy frecuentes tanto en perros como en gatos.
Dentro de las que afectan al encéfalo, indica que las más habituales son la epilepsia y los tumores intracraneales. "Ciertas razas de perros, además, tienen una especial predisposición a padecer enfermedades inflamatorias cerebrales como las meningoencefalitis de origen desconocido, cuya causa probablemente esté relacionada con alteraciones del sistema inmunitaria", indica, explicando también que la médula espinal de los perros se ve muy frecuentemente afectada por patologías de carácter compresivo asociadas a degeneración vértebro-discal.
"Las hernias discales, tanto las extrusiones como las protrusiones, son tan frecuentes en perros como en humanos. Los gatos, sin embargo, padecen un mayor número de neoplasias, especialmente linfomas, y procesos de carácter infeccioso, funda- mentalmente el virus de la peritonitis infecciosa felina", añade Mateo.
Predisposición racial
En cuanto a la prevención, recuerda que tanto la epilepsia como los tumores y los procesos degenerativos vértebro-discales tienen un fuerte componente racial: "Genético por lo tanto y, para su prevención, debería establecerse un programa de cría y selección específico que permitiese identificar de manera temprana a los pacientes susceptibles de padecer estas enfermedades para ser retirados de la cría".
No obstante, matiza, "en la sociedad actual, en la que la cría se fundamenta únicamente en criterios estéticos, la aplicación de estos programas de selección de pacientes libres de enfermedad parece una utopía". En todo caso, considera que hay que insistir en que, en muchas ocasiones, las características fenotípicas deseadas en una raza "conllevan un problema secunda- rio no ponderado que perjudica la calidad de vida del animal y lo hace más susceptible a padecer diversas enfermedades". Pone como ejemplos los de cualquier raza braquicéfala, "en las que la morfología de cuerpo robusto, patas cortas, cola corta y retorcida y cara achatada se asocia indefectiblemente a problemas en el desarrollo de la columna, además de enfermedades respiratorias, oculares, alérgicas, etcétera".
Edades
Así, razas como los bulldog francés, los carlinos o los teckel "tienen mucha predisposición a padecer ciertas enfermedades degenerativas de la columna y del disco inter- vertebral". Y, en cuanto a edades, en animales jóvenes, Mateo aconseja sobre todo descartar o estudiar las enfermedades o bien de tipo congénito, como por ejemplo la hidrocefalia o las malformaciones de la columna, o de tipo inflamatorio, como la infección por el virus de moquillo canino o la peritonitis infecciosa felina. En animales más mayores, recuerda que las enfermedades son o bien degenerativas o de tipo tumoral.
"Hay enfermedades que tienen una gran predisposición racial y una mayor frecuencia de aparición a determinadas edades y, en esos casos, se recomienda que sean evaluados con cierta frecuencia por parte de un veterinario para detectar signos tempranos de enfermedades neurológicas", recomienda. El diagnóstico de todas estas patologías, añade, "se realiza esencialmente en base a una historia clínica compatible, unos hallazgos del examen neurológico característicos y los hallazgos específicos en pruebas de diagnóstico por imagen, que básicamente son la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TAC)".
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