Uno de cada cinco veterinarios del Reino Unido ha atendido cachorros que cree que fueron importados ilegalmente

La mayoría de los veterinarios (79%) empezó a sospechar que un cachorro había sido importado ilegalmente por la forma en que los dueños contaban dónde o cómo lo habían conseguido

04/04/2025

Uno de cada cinco veterinarios de animales de compañía en el Reino Unido ha atendido en el último año a cachorros que cree que fueron introducidos ilegalmente en el país, según datos de la Asociación Británica de Veterinarios (BVA, por sus siglas en inglés). Ante la creciente preocupación por el ...

Uno de cada cinco veterinarios de animales de compañía en el Reino Unido ha atendido en el último año a cachorros que cree que fueron introducidos ilegalmente en el país, según datos de la Asociación Británica de Veterinarios (BVA, por sus siglas en inglés). Ante la creciente preocupación por el riesgo que suponen enfermedades importadas como la rabia, la BVA insta al Gobierno británico a tomar medidas urgentes para frenar el contrabando ilegal de cachorros, aprobando sin más demoras el proyecto de ley de Bienestar Animal (Perros, Gatos y Hurones).

Este llamamiento se produce tras la celebración este jueves de una mesa redonda en el Parlamento, organizada por el veterinario y diputado Danny Chambers, para destacar el impacto que tendría esta legislación. La norma contempla medidas clave para frenar el contrabando de cachorros, prohibir la importación de mascotas con mutilaciones ilegales como las orejas cortadas, y proteger la salud pública evitando la entrada en el país de enfermedades como la rabia.

El proyecto de ley superó su segunda lectura en la Cámara de los Comunes en noviembre, pero desde entonces está pendiente de fecha para pasar a la fase de comisión parlamentaria.

La encuesta "La Voz de la Profesión Veterinaria", realizada por la BVA, reveló que los cachorros de bulldog francés fueron, con gran diferencia, la raza más común sobre la que los veterinarios expresaron sospechas. Casi la mitad (48%) de quienes detectaron casos dudosos se refirieron a esta raza.

La mayoría de los veterinarios (79%) empezó a sospechar que un cachorro había sido importado ilegalmente por la forma en que los dueños contaban dónde o cómo lo habían conseguido. Además, un 52% de los veterinarios sospechó que los animales eran demasiado jóvenes para haber sido importados legalmente, a pesar de que se decía que venían del extranjero. Un 33% encontró microchips extranjeros en perros demasiado jóvenes para haber entrado legalmente en el país, y un 30% detectó incoherencias entre la edad del cachorro y la información recogida en su pasaporte.

La presidenta de la BVA, la doctora Elizabeth Mullineaux, ha realizado las siguientes declaraciones al respecto:

"Estas nuevas cifras aportadas por nuestros miembros en clínicas veterinarias indican que los contrabandistas siguen utilizando métodos sin escrúpulos para introducir cachorros en el país, engañando a los nuevos propietarios, que terminan comprando animales enfermos o mal socializados.

Los cachorros importados ilegalmente suelen criarse en condiciones deficientes, sin las vacunas ni los controles de salud necesarios, lo que puede poner en riesgo su vida y causar un gran sufrimiento a sus nuevos dueños.

En los últimos años, hemos estado a punto de conseguir que se aprueben leyes contra el contrabando de cachorros, pero siempre han quedado a las puertas. Pedimos al Gobierno que avance con el proyecto del diputado y veterinario Danny Chambers, que cuenta con un amplio apoyo entre los profesionales, organizaciones de bienestar animal, parlamentarios y la ciudadanía en general."

La BVA también ha animado tanto a la ciudadanía como a sus miembros a escribir a sus representantes locales para pedirles que apoyen el proyecto de ley en cada oportunidad que tengan.