Un equipo de investigadores japoneses ha comprobado que el carvedilol, un betabloqueante no selectivo, puede mejorar la función cardíaca en gatos con miocardiopatía hipertrófica obstructiva (HCM), una de las enfermedades cardíacas más comunes en felinos. El hallazgo, publicado recientemente por la Universidad Nippon de Ciencias Veterinarias y de la Vida ...
Un equipo de investigadores japoneses ha comprobado que el carvedilol, un betabloqueante no selectivo, puede mejorar la función cardíaca en gatos con miocardiopatía hipertrófica obstructiva (HCM), una de las enfermedades cardíacas más comunes en felinos. El hallazgo, publicado recientemente por la Universidad Nippon de Ciencias Veterinarias y de la Vida de Tokio en la revista Frontiers, podría marcar un avance importante en el tratamiento clínico de estos animales.
El estudio, de carácter retrospectivo y observacional, analizó el caso de 16 gatos diagnosticados con HCM obstructiva, caracterizada por un estrechamiento dinámico del tracto de salida del ventrículo izquierdo (DLVOTO). Todos los felinos fueron tratados con carvedilol, y los resultados mostraron una desaparición del movimiento anterior sistólico de la válvula mitral en 14 casos y la resolución completa de la obstrucción del flujo en todos los animales analizados.
Mediante ecocardiografía de seguimiento con tecnología speckle-tracking (2D-STE), los investigadores constataron una mejora significativa de la deformación circunferencial del miocardio en la capa epicárdica y en el conjunto de la pared ventricular, sin que se observaran efectos inotrópicos negativos. En cambio, no se registraron diferencias significativas en la deformación longitudinal tras la administración del fármaco.
"Carvedilol no solo resolvió la obstrucción, sino que también mejoró la función miocárdica sin comprometer la capacidad contráctil del corazón", explican los autores, encabezados por el Dr. Takahiro Saito. La medicación también redujo significativamente la frecuencia cardíaca, y se observaron cambios favorables en parámetros como el grosor de la pared ventricular.
A diferencia de otros betabloqueantes como el atenolol, cuyo efecto en la supervivencia felina ha sido limitado, el carvedilol presenta propiedades vasodilatadoras, antioxidantes y antiapoptóticas que podrían explicar su mayor eficacia en este contexto. Los investigadores destacan que, aunque los resultados son prometedores, se necesita ampliar el número de casos y realizar estudios prospectivos para confirmar los beneficios a largo plazo de este tratamiento.
El estudio fue aprobado por el comité ético de la universidad japonesa y contó con el consentimiento informado de los propietarios de los animales. La investigación recibió financiación parcial de la Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia.
Este avance podría ofrecer nuevas esperanzas para gatos diagnosticados con HCM, una enfermedad que puede pasar de ser asintomática a desencadenar insuficiencia cardíaca, tromboembolismo o incluso muerte súbita.