El artículo "Blood Carboxyhemoglobin Concentrations as a Diagnostic Biomarker of Hemolytic Anemias in Cats", publicado por la revista Journal of Veterinary Internal Medicine, compara los niveles séricos de carboxihemoglobina en gatos con anemia hemolítica y gatos con otras patologías, como hemorragias agudas o crónicas. Los resultados indican que la carboxihemoglobina ...
El artículo "Blood Carboxyhemoglobin Concentrations as a Diagnostic Biomarker of Hemolytic Anemias in Cats", publicado por la revista Journal of Veterinary Internal Medicine, compara los niveles séricos de carboxihemoglobina en gatos con anemia hemolítica y gatos con otras patologías, como hemorragias agudas o crónicas. Los resultados indican que la carboxihemoglobina podría utilizarse como biomarcador de anemia hemolítica en gatos. Sin embargo, el aumento de sus niveles debe ser interpretado en función del cuadro del paciente, ya que no se produce únicamente en casos de anemia hemolítica.
El diagnóstico de la anemia hemolítica felina se encuentra limitado por la especificidad y sensibilidad de las pruebas empleadas. Por ejemplo, la hemoglobinemia y la hemoglobinuria son alteraciones específicas de la anemia hemolítica, pero la sensibilidad para su detección es baja. A su vez, la hiperbilirrubinemia no es específica de la hemólisis, ya que también se produce en ciertas patologías hepáticas. Al contrario que en el caso de los perros, la esferocitosis es difícil de detectar en gatos, ya que muchos de sus eritrocitos presentan palidez central. Finalmente, las últimas pruebas empleadas (prueba de aglutinación y prueba de la antiglobulina directa) tienen especificidades y sensibilidades inadecuadas.
En cuanto a la carboxihemoglobina, se trata de un complejo estable que deriva de la unión de la hemoglobina con el monóxido de carbono (CO). La producción endógena de CO se debe al metabolismo fisiológico o patológico de la hemoglobina. Así, en el caso de los perros, la carboxihemoglobina permite distinguir casos de anemia hemolítica de otras patologías.
Facilita el diagnóstico
El objetivo de este estudio es determinar si los niveles en sangre de carboxihemoglobina son útiles para el diagnóstico de la anemia hemolítica felina. De esta manera, los resultados de la investigación indican que mayores niveles de carboxihemoglobina son indicadores de anemia hemolítica en gatos.
Además, el incremento en los niveles de carboxihemoglobina se relaciona con un empeoramiento de la anemia y la distribución de oxígeno. Esto se debe a que el monóxido de carbono compite con el oxígeno por la unión con la hemoglobina, desplazando a este segundo y aumentando la hipoxia tisular.
Sin embargo, la producción endógena de CO y, por tanto, carboxihemoglobina no se debe solo a situaciones de anemia hemolítica. También se puede producir en situaciones de hemólisis no relacionadas con anemia o debido a la absorción de grandes hematomas. Por ello, en función del cuadro del paciente, se debe determinar la causa del aumento en la concentración de carboxihemoglobina.
Asimismo, aumentos en los niveles de carboxihemoglobina se relacionaron con disminuciones en el hematocrito, tanto en gatos anémicos como en gatos sin anemia. Por el contrario, los investigadores no encontraron relación entre los niveles de carboxihemoglobina y el grado de hemólisis, así como los niveles de bilirrubina y reticulocitos.
En conclusión, los autores indican que los niveles de carboxihemoglobina son un buen biomarcador de la anemia hemolítica felina, facilitando el diagnóstico en aquellos casos en los que otras pruebas no son útiles. Sin embargo, se debe tener en cuenta que no aumenta solo en casos de anemia hemolítica y que sus niveles no se correlacionan con el grado de hemólisis