Los veterinarios no quieren convertirse en farmacias, sino dar un mejor servicio a los pacientes

Es una cuestión de salud pública. Habrá una concentración y paro de todos los veterinarios de España entre las 10:00 y las 12:00 horas por la derogación del RD 666/2023. Los veterinarios hacen un llamamiento a los tutores de animales para que les apoyen. Argumentan que PresVet es una herramienta que impone España, que no procede de Europa.

19/03/2025

El Comité de Crisis Veterinario, que une a todos los sectores de la profesión, expuso este miércoles de manera conjunta las reivindicaciones de la profesión por una ley justa del medicamento en el marco de la Unión Europea e informó del calendario de las próximas movilizaciones, que empezarán con la ...

El Comité de Crisis Veterinario, que une a todos los sectores de la profesión, expuso este miércoles de manera conjunta las reivindicaciones de la profesión por una ley justa del medicamento en el marco de la Unión Europea e informó del calendario de las próximas movilizaciones, que empezarán con la concentración veterinaria y de propietarios de animales del 26 de marzo en todas las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno.

"Este problema trasciende a nuestra profesión y afecta a la población en general", señaló Gonzalo Moreno del Val, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Veterinaria de España (CGCVE), quien leyó el manifiesto conjunto ¡Dejadnos trabajar!, firmado por quienes suscriben las movilizaciones de toda la profesión veterinaria.

Manuel Martínez, presidente de la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (FESVET), afirmó que ha llegado un punto en el que "es imposible sostener la situación". Acusó al Ministerio de Sanidad de dejación de funciones. Apuntó que el 60 % de las enfermedades infecciosas tiene un origen animal. "Las zoonosis son imprescindibles, hay que controlarlas sí o sí. Los veterinarios somos las primeras fuerzas de choque, los centinelas de los animales que conviven con nosotros", manifestó. De acuerdo con sus palabras, el sistema de comunicación de los antimicrobianos, el PresVet, y el Real Decreto 666/20023 han colmado la gota. Contó que han intentado hablar con Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que "no se está teniendo en cuenta a los veterinarios para legislar". Aparte de la cadena de movilizaciones que se han hecho ya, anunció que el próximo día 26 de marzo harán una concentración y paro de todos los veterinarios de España entre las 10:00 y las 12:00 de la mañana. Hizo un llamamiento a los tutores de animales. Igualmente, adelantó que la siguiente manifestación será frente al Congreso de los Diputados, aunque aún no hay fecha, pero en la que el ministro esté presente. "Esto está suponiendo un grave perjuicio. Son los animales de compañía los que se verán directamente afectados", sostuvo.

Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid, y Javier Llamazares, que representa a la asociación de veterinarios de porcino, estaban también de portavoces en la rueda de prensa. PresVet entró en vigor el 2 de enero de este año, cuando la normativa europea prevé un plazo para empezar en 2029. "El programa tenía fallos. Lo reconocieron en el Ministerio. Mandamos 52 folios de alegaciones, que fueron despreciados en su totalidad. No se nos ha hecho caso", expuso Moreno del Val. Hay países europeos que han necesitado sacar una nota interpretativa para proteger a los veterinarios y preservar el valor de la ciencia. Aseveró que priman la seguridad de los animales y de las personas. Insistió en que PresVet nace en España. Lázaro completó que todos los agentes del sector están en contra. Respecto a las movilizaciones, "cuando llega el momento de trabajar con una herramienta informática tediosa es cuando te das cuenta de cómo es". Consideró que es en enero cuando han visto la dificultad de cumplir con la normativa. Cifró en un consumo menor del 1 % el de los antibióticos veterinarios.

Los argumentos del Ministerio es que hay un marco regulatorio europeo. "Ya sabemos que hay que tener en cuenta el problema de la resistencia a los antibióticos. Estamos concienciados. Por eso, muchos de los cambios van enfocados a mejorar la gestión de todo esto", dijo Moreno del Val. Subrayó que, en España, el porcentaje de uso de antibióticos animales es de un 0,2 %. Dejó claro que luchan en contra de las resistencias a los antibióticos.

"Los farmacéuticos son compañeros sanitarios. Tenemos buena relación con ellos. Lo que queremos es un marco europeo regulatorio. Somos una singularidad, el único país de la Unión Europea que no permite a los veterinarios suministrar medicamentos a los animales que están a su cuidado. Esto es diferente a lo que hacen los farmacéuticos. No queremos convertirnos en farmacias, sino dar un mejor servicio a los propietarios", respondió el vicepresidente del Consejo General en alusión a su relación con los farmacéuticos. Proponen hablar con objetividad: "Si en el resto de los países lo hacen, por algo será, porque se controla mejor el uso de los medicamentos y de las resistencias". Según Lázaro, el propio reglamento reconoce que hay un problema, recogiendo excepciones, que hay temas de cantidad de comprimidos y que es materialmente imposible que la industria farmacéutica tenga envases adaptados. Aclararon que hay muchos compañeros veterinarios que han dejado la profesión por la presión a la que están sometidos. No piden la dispensación, sino poder dar a los animales el tratamiento que necesitan para su cuidado. Su actividad es pasar consultas y hacer cirugías. Lo que busca, insistieron, es ofrecer un mejor servicio a los pacientes y controlar el uso de los antibióticos.

Negaron que sea una cuestión económica. Moreno del Val recalcó que somos el único país europeo que el veterinario no puede dar el fármaco. "De lo que estamos hablando no es de dinero, ni para los veterinarios ni para los farmacéuticos. Nuestro país debe obedecer a la objetividad", pronunció. Lo que no pueden dejar de pedir es que "la normativa se cambie". Se habla de compras de medicamentos para el uso en la clínica. Comunicaron que desconocen el porcentaje que supone la cesión de medicamentos de la facturación de una clínica veterinaria, y que, desde luego, los antibióticos serán un porcentaje "ínfimo".

La movilización unánime de los diferentes sectores y organismos de la profesión de todo el país frente a las normativas vigentes que limitan la actuación de los veterinarios y pone en riesgo la salud animal no tiene procedentes y reafirma al colectivo en sus reivindicaciones por la salud de todos. El Comité de Crisis VET está integrado por representantes de todas las asociaciones profesionales veterinarias de España (VETSUNIDOS, VETWARRIORS, AMVAC, AVEPA, ANEMBE, AVEDE, AVEM, AVEE, SEOC,…), sociedades científicas (SOCIVESC, AVESA, …), sindicales (FESVET), empresariales (CEVE), Facultades de Veterinaria, Consejo de Estudiantes (CONEVET) y colegios profesionales, encabezados por el CGCVE (Consejo General de Colegios de Veterinaria de España).

 

A continuación, reproducimos el manifiesto conjunto ¡Dejadnos trabajar!

Las asociaciones científicas, empresariales, sindicales, las distintas universidades, grupos espontáneos de veterinarios que han ido surgiendo y los representantes oficiales, como los colegios profesionales veterinarios y la Organización Colegial Veterinaria, de forma unánime, se han reunido y manifestado para exponer el malestar causado por el Real Decreto 666/20023 y otras normativas que afectan al uso de los medicamentos veterinarios.

Recientemente hemos tenido acceso a las declaraciones del ministro de Agricultura Pesca y Alimentación, D. Luis Planas Puchades, así como otros altos cargos del Ministerio; y queremos desde aquí desmentir algunas afirmaciones vertidas, así como exponer la difícil situación a la que se ha conducido a los veterinarios, en las distintas facetas de su actividad clínica:

-El sector de los medicamentos humanos y el de los veterinarios son completamente distintos, y deben enfocarse de forma distinta. La enorme variabilidad de especies que atendemos, así como los pocos recursos farmacéuticos autorizados en veterinaria, exige flexibilidad en la interpretación de las normativas, que permita ajustarse a la práctica clínica, anteponiendo en todo momento la salud y bienestar animal, y la salud pública.

-La normativa europea indica que "los medicamentos se usarán según los términos de la autorización de comercialización", pero ello no implica en absoluto la interpretación tan restrictiva realizada en España. Esta interpretación, por poner un ejemplo y a diferencia de otros países, nos impide aumentar la dosis o los días de tratamiento con un fármaco, aunque las publicaciones científicas y el bienestar animal así lo aconsejen. Esta falta de flexibilidad puede conducir, en ocasiones, incluso a producir resistencias a los antibióticos.

-En el uso de los medicamentos veterinarios, muchas fichas técnicas están desactualizadas y aun así nos obligan a ajustarnos a ellas, en contra de nuestro criterio clínico y la evidencia científica. A diferencia de otros países como Suecia, en España: "Tiene mayor peso la normativa que la ciencia".

-Los veterinarios estamos plenamente implicados en la lucha frente a las resistencias a los antibióticos, y al uso racional de los mismos, pues en primer lugar somos sanitarios y prima la salud de las personas. Nuestra actividad viene siendo controlada por la AEMPS, según lo establecido en el Reglamento 2019/6. Desde 2014, con el Plan Nacional Resistencia Antibióticos (PRAN), nuestro colectivo ha logrado una reducción de más del 70% en su uso, resultado de nuestro compromiso, responsabilidad y ética profesional.

-PresVet, el sistema de notificación de prescripciones de antibióticos dependiente del Ministerio de Agricultura, es una imposición de nuestro país no recogida en la normativa europea. La aplicación no utiliza siquiera las unidades estándar de medida establecidas por la EMA, y no aporta más información de la que ya dispone nuestro país a través del sistema de control ESUAVET dependiente de la AEMPS. PresVet supone además una carga burocrática excesiva, con la amenaza de sanciones absolutamente desproporcionadas.

-La clasificación restrictiva de los antibióticos, la escasez de los de primer uso en los animales y la necesidad de realizar pruebas de sensibilidad, dificulta y retrasa la atención de los mismos, con los riesgos para la salud que ello puede condicionar.

-La actual regulación de los medicamentos veterinarios, y especialmente la falta de flexibilidad en la prescripción clínica, puede ocasionar importantes problemas de bienestar y salud animal. Pero, dado que el 60% de las patologías infecciosas en personas derivan de los animales, limitar el acceso a tratamientos adecuados en salud animal también puede tener un impacto sobre la salud pública.

-Nos encontramos con desabastecimiento de medicamentos veterinarios en los puntos de venta autorizados, que obliga a los propietarios a peregrinar de una farmacia a otra sin encontrarlos y con el riesgo claro de retraso en los tratamientos. Además, en muchos casos las presentaciones de los medicamentos no se ajustan a las necesidades de las variadas especies animales que atendemos, generando peligrosos excedentes de medicamentos; algo contrario a lo que persigue la normativa, como es el mayor control de los medicamentos.

-EI sistema actual, que prohíbe la venta de medicamentos en los centros veterinarios, a diferencia de lo que sucede en el resto de nuestro entorno europeo, debe ser modificado, para que además de en las farmacias, en los centros veterinarios podamos suministrar los medicamentos a los animales que tenemos a nuestro cuidado. Ello permite una atención rápida, de calidad, ajustando la cantidad precisa para que no haya excedentes, y colaborando para el mejor control de los medicamentos en general de los antibióticos en particular.

-La administración debe escuchar a los veterinarios. No se puede seguir legislando sobre veterinaria sin contar con los profesionales que mejor conocen la realidad del sector. Exigimos regulaciones basadas en criterios científicos y realistas, no en decisiones administrativas que generan más problemas de los que resuelven.