Es un tema que últimamente levanta debate. El 7º FORUM AEDPAC trató, en el último día de Iberzoo Propet, la ley del medicamento y su incidencia en el desarrollo del sector veterinario español, con la moderación de Jaime Díaz, Customer Healthcare Diretor de UNAVETS.

Manuel Lázaro, veterinario clínico de animales de compañía, indicó que hay una efervescencia en el sector y que ha salido toda la problemática a la luz. "El problema existía", consideró Matilde Sotodosos, responsable de legislación farmacéutica de CEVE. "La situación está porque hay una cosa que es la legislación y luego hay otra que es la justicia. Si no tenemos paz social, es porque algo falla. La legislación no da seguridad jurídica dentro de lo que la profesión veterinaria entiende lo que es justo hacerlo", alegó. Ramiro Casimiro, jefe adjunto de Medicamentos Veterinarios de la AEMPS, añadió que ha habido un cambio en la legislación europea. "Llevamos como tres años de cambios en la legislación y todos los momentos de cambio generan incertidumbre", opinó.

Díaz entró en la prescripción y dispensación por parte del veterinario. Sotodosos destacó que el lema es que "el que prescribe no dispensa". Se preguntó el motivo, "porque tiene que haber una cadena donde la dispensación tiene que ser un punto de control de la prescripción". La dispensación no es vender un medicamento. "Ha de ser un servicio donde seamos capaces de supervisar la labor de la prescripción y de dar los mejores consejos para que el medicamento sea lo más eficaz", razonó. A su juicio, las personas más idóneas para dispensar un medicamento veterinario es el veterinario, pero que ha de ser uno diferente al que prescribe. Lázaro reconoció que los farmacéuticos son los expertos del medicamento, pero del humano, y que los farmacéuticos "no son especialistas del medicamento veterinario". Aseveró que la normativa europea apunta que el especialista en el medicamento veterinario es el veterinario. Casimiro no se mostró de acuerdo con ellos. El veterinario, cuando sea necesario, puede ceder la medicación necesaria para que el tratamiento no se retrase o se interrumpa. Hay que diferenciar entre el que prescribe y dispensa para que "no haya un interés comercial". El farmacéutico lo que hace es dispensar lo que se ha prescrito y, en caso de falta, sustituirlo. Lázaro defendió que los veterinarios ven muchos problemas con la prescripción excepcional. Alegó que lo que quieren hacer los veterinarios es ofrecer un servicio y que el sistema está fallando, porque muchos clientes han de ir en peregrinación de farmacia a farmacia en busca de un medicamento veterinario, que muchas veces le acaban dando uno de humana. Por eso, según Casimiro, está la opción de ceder el tratamiento. Sotodosos pidió escuchar "a todos los que dispensan y creen que están cometiendo un delito".

"¿Por qué el reglamento europeo es más permisivo y la norma española es más restrictiva?", cuestionó Díaz. "Es un tema de filosofía que se sigue de diferenciar prescripción de dispensación, por un tema de compatibilidades. Para cambiarlo, habría que modificar la Ley de Medicamentos. Ése es el momento de poder corregir las cosas a nivel de ley", contestó Casimiro. Él no establecería el diálogo entre víctimas y ganadores.

Lázaro subrayó que los veterinarios están implicados en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. Se refirió al sistema PRESVET y a "un exceso de complicación en las comunicaciones". Casimiro explicó que PRESVET es competencia del Ministerio de Agricultura. En el Reglamento Europeo figura unos datos mínimos de receta. A nivel nacional, hay unos pocos más. La carga estaría en la transmisión de datos a PRESVET. "Tenemos en la Agencia un comité de disponibilidad que busca identificar vacíos terapéuticos y que la industria pueda cubrirlos, para no tener que recurrir a una prescripción en cascada", expuso. En la prescripción en cascada es el veterinario el que asume las responsabilidades por la prescripción excepcional en problemas de seguridad. Sotodosos remarcó que la movilización que esta haciendo los veterinarios la tienen que mantener.

En la propuesta de la ley de medicamentos, la AEMPS está proponiendo una reducción de las sanciones a los veterinarios que hayan notificado mal, infracciones que sean competencias de esa ley. Todas las infracciones que se puedan cometer están tasadas.

Lázaro argumentó que "el farmacéutico no es el enemigo del veterinario", que hay que hacerles entender que "no son ganas de quitar negocio sino de interés de mejorar la atención a las mascotas". Comentó que la relación entre el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid es buena. Desde el público, dejaron claro que los veterinarios son sanitarios.