El artículo "Retrospective evaluation of the incidence and outcome of neutropenia in dogs with acute hemorrhagic diarrhea syndrome (2017-2022): 54 cases", publicado por la revista Journal of Veterinary Emergency and Critical Care, llega a la conclusión de que la neutropenia en perros que padecen síndrome de diarrea hemorrágica aguda se asocia con un mayor riesgo de muerte y de desarrollar síndrome de respuesta inflamatoria sistémica.

El síndrome de diarrea hemorrágica aguda suele ser un diagnóstico de exclusión. Aunque su etiología no está clara, se sospecha que puede estar relacionada con reacciones de hipersensibilidad tipo I a componentes del alimento y toxinas bacterianas, como las enterotoxinas producidas por Clostridium perfringens.

La leucocitosis, con neutrofilia y monocitosis, es frecuente en pacientes con síndrome de diarrea hemorrágica aguda. Si bien la aparición de neutropenia también se ha descrito en este tipo de pacientes, lo que es debido a que el consumo de neutrófilos por parte de los tejidos supera la capacidad de la médula ósea de producirlos. Las principales causas de neutropenia en estos casos son inflamación y necrosis extensas del intestino, infecciones por bacterias enteropatógenas o sepsis.

A su vez, el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) se caracteriza por una cascada inflamatoria descontrolada que deriva de la interacción entre células inflamatorias y células endoteliales de los vasos sanguíneos. En perros, se considera la aparición de SIRS cuando aparecen valores anormales para dos o más de los siguientes parámetros: frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, temperatura corporal y recuento de glóbulos blancos.

Hospitalización y supervivencia

El objetivo de este estudio retrospectivo fue conocer la prevalencia de neutropenia en perros con síndrome de diarrea hemorrágica aguda y su influencia sobre la duración de la hospitalización y la supervivencia de este tipo de pacientes.

El 52% de los perros registrados con síndrome de diarrea hemorrágica aguda desarrollaron neutropenia en el curso del tratamiento. En el grupo de perros con neutropenia, la mortalidad fue del 29%, mientras que fue del 4% en los perros que no presentaron neutropenia. Ello sugiere que la neutropenia aumente la mortalidad en este tipo de pacientes.

Asimismo, los perros con neutropenia mostraron una mayor tendencia de desarrollar SIRS que aquellos sin un recuento bajo de neutrófilos. Esto significa que la reducción en el número de neutrófilos en estos pacientes se debe a un aumento exacerbado de la respuesta inflamatoria a nivel sistémico. No obstante, los autores no encontraron diferencias significativas relacionadas con la mortalidad entre perros con SIRS y perros sin SIRS, de forma que la aparición de SIRS no puede ser empleada como predictor de mortalidad en estos casos.

No se encontraron diferencias entre ambos grupos (perros con neutropenia y perros sin neutropenia) en relación con la duración de la hospitalización. Por el contrario, los pacientes con neutropenia y/o SIRS presentaron una mayor probabilidad de recibir uno o más antibióticos durante su hospitalización.

En conclusión, los autores indican que la aparición de neutropenia en perros con síndrome de diarrea hemorrágica aguda se relaciona con un aumento en la mortalidad. Esta condición también se relaciona con un mayor probabilidad de desarrollar SIRS, si bien el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica no se relaciona con un aumento en la mortalidad.