El artículo "Clinical importance of borderline proteinuria in nonazotemic cats and evaluation of other risk factors for the development of chronic kidney disease", publicado por la revista Journal of Veterinary Internal Medicine, llega a la conclusión de que la proteinuria límite, definida como una relación proteína creatinina (UPC) de 0,2-0,4, ...
El artículo "Clinical importance of borderline proteinuria in nonazotemic cats and evaluation of other risk factors for the development of chronic kidney disease", publicado por la revista Journal of Veterinary Internal Medicine, llega a la conclusión de que la proteinuria límite, definida como una relación proteína creatinina (UPC) de 0,2-0,4, se relaciona con una mayor probabilidad de aparición en dos años de enfermedad renal crónica de estadio 2 o superior y muerte en gatos adultos y sénior sanos no azotémicos.
El diagnóstico precoz de la enfermedad renal crónica (ERC) en gatos resulta fundamental, ya que permite una intervención rápida y una mayor probabilidad de ralentizar el progreso de la enfermedad. La Sociedad Internacional de Interés Renal (IRIS) recomienda la inclusión de dieta renal y medicación antiproteinúrica en aquellos gatos con ERC en estadio 2 o proteinuria renal persistente (UPC mayor de 0,4).
El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre una UPC de 0,2-0,4 (proteinuria límite) con mortalidad y aparición de enfermedad renal crónica durante un periodo de tiempo de dos años en gatos adultos sanos y no azotémicos. Los investigadores también estudiaron otros posibles factores de riesgo relacionados con la aparición de ERC en un estadio igual o superior a 2.
Otros factores de riesgo
En comparación con los gatos con una UPC menor de 0,2, una mayor proporción de los gatos con proteinuria límite desarrollaron ERC en un estadio igual o superior a 2. De forma parecida, la mortalidad durante los dos años de estudio fue mayor en los gatos con UPC de 0,2-0,4. Todo ello indica que la proteinuria límite tiene una gran importancia clínica en gatos maduros sanos y no azotémicos, ya que sirve como factor pronóstico de enfermedad renal crónica.
Existen patologías no renales que pueden derivar en un aumento de la UPC, como ciertas neoplasias, hipertiroidismo o enfermedades inflamatorias crónicas que afecten al tracto gastrointestinal, el hígado o el páncreas. Sin embargo, no se diagnosticaron estas enfermedades en ninguno de los gatos que participaron en el estudio durante el periodo de dos años.
Los autores también detectaron otros factores de riesgo que se asocian con el desarrollo de ERC de estadio 2 o superior en un periodo de 6 meses. Este es el caso de una edad superior a los 7 años, una concentración sérica de creatinina ≥ 1,6 ml/dl, niveles elevados de nitrógeno ureico en sangre (BUN) superiores a 37 mg/dl, proteinuria límite (UPC 0,2-0,4), densidad urinaria menor de 1,035, niveles séricos de dimetilarginina simétrica (SDMA) superiores a 14 g/dl y ERC de estadio 1. Por ello, resulta recomendable monitorizar con frecuencia la funcionalidad renal de los pacientes felinos que cumpla con alguno de estos factores de riesgo.
También se observó una asociación entre la presencia de enfermedad dental severa y la aparición de enfermedad renal. Esto puede ser debido a que la urea se libera a través de la saliva, lo que promueve la formación de placa dental.
En conclusión, los autores indican que la proteinuria límite (UPC 0,2-0,4) es un factor de riesgo en gatos adultos y sénior, relacionándolo con el desarrollo de enfermedad renal crónica de estadio 2 o superior y una mayor mortalidad en un periodo de dos años. Los investigadores también destacan otros factores de riesgo, como la edad o niveles séricos elevados de creatinina, BUN y SDMA, recomendando una monitorización frecuente en estos pacientes.