El artículo "Changes in immuno-inflammatory and antioxidant biomarkers in serum and cerebrospinal fluid of dogs with distemper", publicado por la revista Microbial Pathogenesis, llega a la conclusión de que los niveles de interleucina 6 (IL-6) y proteína quiomiotáctica de monocitos 1 (MCP-1) aumentan de forma proporcional en muestras de suero ...
El artículo "Changes in immuno-inflammatory and antioxidant biomarkers in serum and cerebrospinal fluid of dogs with distemper", publicado por la revista Microbial Pathogenesis, llega a la conclusión de que los niveles de interleucina 6 (IL-6) y proteína quiomiotáctica de monocitos 1 (MCP-1) aumentan de forma proporcional en muestras de suero y líquido cefalorraquídeo (LCR) en perros con moquillo canino. La medición de estas moléculas en sangre podría servir de indicador de inflamación a nivel del sistema nervioso central en estos pacientes.
El moquillo canino afecta principalmente al aparato respiratorio, al tracto digestivo y al sistema nervioso. La desmielinización neural causada por esta infección puede conducir a ceguera, parálisis y convulsiones, que pueden causar la muerte del paciente.
En estudio in vitro, la infección de células nerviosas primarias por el virus del moquillo indujo la producción de ciertas interleucinas (IL-1 e IL-6) y la expresión del factor de necrosis tumoral alfa (TNF). En investigaciones previas, también se ha observado que la infección por este virus favorece el acúmulo de radicales libres de oxígeno y el consumo de moléculas con actividad antioxidante. La aparición de estrés oxidativo puede conducir a la pérdida de neuronas y la aparición de trastornos neurológicos.
Niveles séricos de inflamación
El objetivo de este estudio fue evaluar si existen diferencias entre perros con moquillo y perros sanos en relación con los niveles séricos de marcadores de inflamación y estrés oxidativo. Los investigadores también investigaron si existía correlación en perros enfermos entre los niveles séricos y los niveles en líquido cefalorraquídeo (LCR) de ciertos marcadores inflamatorios.
En el grupo de perros enfermos, se encontraron signos clínicos y laboratoriales relacionados con el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), así como de inmunosupresión. Estos perros mostraron mayores niveles séricos de IL-7 y MCP-1 y menores niveles de IL-8 que los perros sanos. El aumento de IL-7 se debe a la actividad inmunoestimulante de esta molécula, mientras que la disminución de IL-8 es debido al consumo de esta molécula derivado de la prevención del acúmulo de radicales libres de oxígeno y un aumento en la actividad quimiotáctica y la fagocitosis.
También se detectó el incremento en ciertas proteínas de fase aguda (proteína C reactiva y haptoglobina), lo que sugiere que, en la patogenia de esta enfermedad, la inflamación del sistema nervioso central probablemente derive de la aparición de inflamación sistémica. Asimismo, los marcadores de estrés oxidativo (capacidad de reducción férrica del plasma y tiol antioxidante) mostraron mayores niveles que en animales sanos, lo que demuestra la aparición de estrés oxidativo en esta enfermedad.
Finalmente, al comparar los niveles en suero y en LCR de ciertos biomarcadores inflamatorios, los investigadores encontraron que existía correlación entre los niveles de IL-6 y MCP-1. MCP-1 interviene en la eliminación de restos de mielina en procesos neuroinflamatorios en perros, lo que explica el incremento sérico de esta molécula en pacientes con moquillo. Por lo tanto, la medición de los niveles de estas moléculas en suero permite conocer el grado de inflamación a nivel del sistema nervioso central en perros con moquillo canino.
En conclusión, los autores detectan diversos marcadores de inflamación (IL-7, IL-8, MCP-1, proteína C reactiva y haptoglobina) y estrés oxidativo (capacidad de reducción férrica del plasma y tiol antioxidante) que se encuentran incrementados en las muestras de suero en perros con moquillo. Además, llegan a la conclusión de que los niveles de IL-6 y MCP-1 aumentan de manera semejante en las muestras de suero y LCR en estos pacientes, por lo que estas moléculas pueden ser utilizadas como biomarcadores séricos de inflamación a nivel nervioso.