Cómo proteger a tu perro del frío este invierno

Descubre qué razas necesitan más abrigo, cómo ajustar su rutina y las mejores prendas para mantener a tu mascota segura y cómoda.

05/02/2025

Con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas, proteger a los perros del frío y la humedad se convierte en una prioridad para garantizar su bienestar y salud. Está demostrado que las enfermedades respiratorias, articulares y dérmicas son más comunes en esta época del año, siendo algunas ...

Con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas, proteger a los perros del frío y la humedad se convierte en una prioridad para garantizar su bienestar y salud. Está demostrado que las enfermedades respiratorias, articulares y dérmicas son más comunes en esta época del año, siendo algunas de las más comunes; la traqueobronquitis infecciosa (tos de las perreras), el moquillo canino (en cachorros), la artritis y la artrosis, y las infecciones fúngicas en la piel", explica Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, la red de clínicas veterinarias de Kiwoko.

"Los peludos, igual que nosotros, pueden sentir frío, por eso es importante protegerlos de la humedad, la lluvia o la nieve. "No se trata de una cuestión de gustos o tendencias; el frío puede afectar seriamente su salud, especialmente en determinados grupos de riesgo", añade la veterinaria.

¿Qué perros necesitan más protección?

Aunque todos los perros pueden verse afectados por las bajas temperaturas, hay algunos que requieren una atención especial. Las razas pequeñas y los perros de pelaje corto como chihuahuas o galgos, por ejemplo, son especialmente vulnerables porque su manto no les proporciona el aislamiento térmico necesario frente al frío y la humedad. Esto se debe a que su pelaje, a diferencia del de razas adaptadas a climas fríos, carece de la densidad y longitud suficientes para retener el calor corporal.

Por su parte, los cachorros y los perros mayores presentan una capacidad de termorregulación limitada. En el caso de los más jóvenes, su organismo aún no ha desarrollado completamente los mecanismos que les permiten mantener una temperatura corporal estable. En los perros senior, el envejecimiento provoca una disminución de esta capacidad, además de que pueden sufrir dolencias articulares que se agravan con el frío.

Tampoco se debe pasar por alto a los perros que padecen enfermedades crónicas, especialmente aquellas relacionadas con el aparato respiratorio o el sistema locomotor. En estos casos, la exposición al frío puede agravar sus síntomas o incluso desencadenar complicaciones más serias. "La ropa de abrigo tiene que ser cómoda y debe utilizarse en situaciones justificadas, ya que de lo contrario puede ser contraproducente", advierte Ana Ramírez, resaltando la importancia de elegir prendas que no restrinjan la movilidad del perro ni le provoquen incomodidad.

"En general, se recomienda observar el comportamiento del perro; si tiembla, busca refugio en lugares cálidos o muestra rigidez al caminar o similares, es probable que necesite protección adicional contra el frío", agrega Ramírez.

Más allá del abrigo: rutinas y cuidados esenciales

Proteger del frío a los perros no se limita solo a vestirlos con ropa adecuada; también es importante ajustar su rutina diaria para minimizar los riesgos asociados a las bajas temperaturas. Los paseos, por ejemplo, deben programarse en las horas más cálidas del día, evitando las primeras horas de la mañana o las noches, cuando el frío es más intenso. Además, es recomendable reducir la duración de estos paseos en los días de temperaturas extremas, aunque manteniendo la frecuencia para que el perro pueda realizar sus necesidades y ejercitarse.

Dentro de casa, se pueden fomentar actividades que mantengan al perro activo y estimulado. Los juegos interactivos, ejercicios de olfato o pequeños circuitos de agilidad en interiores son excelentes opciones para que liberen energía sin necesidad de exponerse al frío. Por otro lado, si el perro se moja durante un paseo bajo la lluvia o la nieve, es fundamental secarlo bien al regresar a casa, prestando especial atención a las patas, el abdomen y las orejas. Esto no solo previene resfriados, sino también la aparición de hongos o irritaciones en la piel debido a la humedad.

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Aunque muchos piensen que los perros están naturalmente preparados para soportar el frío, lo cierto es que también pueden sufrir hipotermia, una condición potencialmente grave si no se detecta a tiempo. Según la American Veterinary Medical Association (AVMA), la hipotermia en perros puede manifestarse con temblores, somnolencia, rigidez muscular e, incluso, en casos extremos, fallos en órganos vitales.

Además, aunque algunas razas nórdicas están genéticamente adaptadas a climas fríos, la mayoría de los perros domésticos no están preparados para resistir temperaturas extremas durante largos periodos. Incluso perros con doble capa de pelaje pueden necesitar protección extra si están expuestos de forma prolongada al frío, especialmente si viven en entornos urbanos donde el viento y la humedad intensifican la sensación térmica.

Otra curiosidad es que la moda de vestir a las mascotas con prendas similares a las de los humanos ganó popularidad a principios del siglo XIX en Gran Bretaña, cuando la princesa Victoria, heredera al trono, comenzó a vestir a su cocker spaniel con modelos que replicaban aquellos de la realeza. Durante ese siglo, la moda animal fue sorprendentemente rentable dentro del mundo de la artesanía.

Protección con estilo

Para hacer frente al frío de manera eficaz, Kiwoko, por ejemplo, pone a disposición de los tutores de perros su línea de ropa, diseñada específicamente para ofrecer la máxima protección sin renunciar a la comodidad. Esta colección incluye abrigos, chubasqueros y polares, elaborados con materiales impermeables y transpirables que ayudan a mantener el calor corporal del perro mientras lo protegen de la humedad.

Además, las prendas de Kiwoko para invierno están pensadas para adaptarse a todo tipo de perros, gracias a sus diseños ergonómicos y cierres ajustables que permiten un ajuste perfecto sin limitar la movilidad. Algunos modelos incluyen forro térmico para los días más fríos y detalles reflectantes que mejoran la visibilidad en condiciones de poca luz, aumentando la seguridad durante los paseos invernales.