"El cáncer más frecuente en perras es el de mama porque en España no está generalizada la esterilización"

La veterinaria Eva Rollón, responsable de la clínica veterinaria Canymar, explica que la premisa de los especialistas es 'controlar el cáncer, mejorar o mantener la calidad de vida del paciente y prolongar su supervivencia, siendo crucial realizar chequeos regulares para monitorizar la respuesta a la quimioterapia'

03/02/2025

En España, a diferencia de otros países europeos o de Estados Unidos, no está generalizada la esterilización temprana, lo que conlleva un mayor caso de cánceres de mama en perras. De hecho, se trata del tipo de cáncer más frecuente en nuestras mascotas, concretamente en perras. "No se inhibe el ...

En España, a diferencia de otros países europeos o de Estados Unidos, no está generalizada la esterilización temprana, lo que conlleva un mayor caso de cánceres de mama en perras. De hecho, se trata del tipo de cáncer más frecuente en nuestras mascotas, concretamente en perras. "No se inhibe el componente hormonal que conduce al desarrollo de estos tumores mamarios", lamenta Eva Rollón Mayordomo, doctora en Veterinaria, perteneciente a la European Society of Veterinary Oncology (ESVONC) y al comité científico del grupo de especialistas oncólogos de AVEPA (GEVONC), y responsable del servicio de Oncología y Citología de la Clínica Veterinaria Canymar, en Cádiz.

También son muy frecuentes los tumores cutáneos, sobre todo en perros, entre los que encontramos "el mastocitoma, el sarcoma de tejidos blandos y el melanoma". Respecto a los gatos, padecen muchos tumores linfáticos, muchos de ellos relacionados con la exposición a virus (virus de la leucemia o inmunodeficiencia felina) y tumores de piel como el carcinoma de células escamosas y el fibrosarcoma. "Los perros machos no castrados pueden presentar tumores testiculares y aquellos dependientes de hormonas sexuales como los tumores de glándulas perianales", explica la veterinaria, que añade: "Hay tumores 61 muy frecuentes en los humanos que afectan al aparato respiratorio o digestivo que tienen menor incidencia en las mascotas, ya que factores predisponentes como el tabaquismo, el alcohol o la dieta no saludable no les afecta, o al menos no con tanta intensidad". "En cambio -continúa-, los tumores de hueso son significativamente más comunes en perros (sobre todo de razas grandes o gigantes) que en personas, lo que permite que se puedan realizar estudios de oncología comparada muy importantes para el desarrollo de la medicina oncológica humana".

Un manejo integral

El servicio de oncología en un hospital o centro veterinario especializado está diseñado para atender a perros y gatos -que son los animales que acuden en mayor medida- con diagnóstico de tumores, ofreciendo un manejo integral adaptado a cada caso. "Los oncólogos veterinarios desarrollan estrategias de tratamiento individualizado que pueden enfocarse en la curación o en la paliación, dependiendo del estado del paciente y las posibilidades del propietario o tutor", explica la veterinaria. La especialista señala que, además, este servicio incluye la identificación de factores de riesgo, el seguimiento periódico para la detección de posibles recidivas o metástasis, y el asesoramiento sobre las opciones terapéuticas disponibles.

"La atención oncológica puede variar desde la realización de un diagnóstico inicial con pruebas para el estadiaje clínico hasta tratamientos completos que incluyen cirugía, quimioterapia y/o electroquimioterapia", enumera la doctora Rollón, que añade: "En otros casos, se ofrece una consulta oncológica para discutir el pronóstico y planificar tratamientos en función de diagnósticos previos realizados en sus centros veterinarios. Esta versatilidad permite abordar cada caso de manera individualizada, priorizando el bienestar del animal y teniendo en cuenta las decisiones del propietario y la viabilidad de los tratamientos propuestos".

Si el animal requiere de sesiones de quimioterapia, estas se diseñan de acuerdo con el tipo de cáncer y estado del paciente, determinando el protocolo más adecuado. Se administran en clínicas especializadas bajo una supervisión estricta para evitar exposiciones indeseadas. Para ello, explica la doctora, "siempre utilizamos sistemas cerrados de transferencia de fármacos para evitar el peligro potencial por manejo inadecuado".

Asimismo, explica que las vías de administración incluyen la intravenosa, oral o subcutánea, según el tipo de tumor. Para los casos en los que se administra el fármaco de manera intravenosa, "se coloca un catéter acoplado a un prolongador y llave de tres vías, verificando con suero fisiológico su correcta colocación, ya que muchos fármacos son altamente vesicantes si se extravasan, pudiendo producir necrosis tisular en el subcutáneo". La especialista también detalla que su administración puede ser en bolo o mediante infusión con fluidos. "Algunos fármacos quimioterápicos pueden necesitar más tiempo para su correcta administración, lo que puede implicar la hospitalización del animal durante 24 horas. Siempre intentaremos que el paciente no permanezca mucho tiempo en el centro, evitando el mayor estrés posible", apunta la veterinaria.

"Los animales suelen tolerar bien los tratamientos, ya que utilizamos dosis más bajas que en oncología humana para minimizar los posibles efectos adversos (principalmente digestivos y hematológicos); de hecho, conseguimos que no aparezcan en un 75-80 % de los casos", apunta la especialista, que agrega: "Nuestra premisa es controlar el cáncer, mejorar o mantener la calidad de vida del paciente y prolongar su supervivencia, siendo crucial realizar chequeos regulares para monitorizar la respuesta a la quimioterapia".

Qué tumores tratar

Los factores que influyen en las decisiones terapéuticas, por ejemplo en qué tumores tratar y en cuáles no tratar, van a estar relacionados, explica la veterinaria, con el paciente (edad, carácter, estado general), con el tumor (estadio clínico, localización y comportamiento biológico) y con el propietario (grado de motivación, disponibilidad económica, beneficio esperado, consideraciones éticas y supervivencia posible). "En la consulta oncológica tendremos que tener una conversación fluida, honesta y clara con el tutor en la que le explicaremos cuál es el tratamiento de elección frente al tumor que padece su mascota, aunque también ofreceremos, siempre que sea posible, las diferentes opciones terapéuticas (tratamiento ideal, tratamiento alternativo, tratamiento paliativo, etcétera)". Los factores económicos tienen, explica la veterinaria, "un peso fundamental y constituyen, evidentemente, una limitación, ya que algunos tratamientos oncológicos suelen ser costosos. Por lo que la decisión de tratar o no a una mascota dependerá de sus tutores y no de los veterinarios". "Nosotros -continúa la veterinaria- debemos informarles, de forma sincera y realista, de todas las posibilidades terapéuticas y su precio; y ellos deben decidir, según el valor del tiempo adicional (supervivencia), si les merece la pena y si son capaces de abordar el tratamiento desde un punto de vista económico".

La veterinaria explica que, en general, el manejo de un paciente oncológico con un tumor agresivo y/o diseminado exige "tiempo y dinero", ya que son necesarias consultas frecuentes, métodos diagnósticos avanzados y administración de tratamientos que pueden resultar caros. "Aunque algunos dueños están dispuestos a hacer grandes esfuerzos económicos, otros deben considerar opciones menos costosas o, incluso, optar por cuidados paliativos", apunta.

Cuidados paliativos

Si se opta por los cuidados paliativos, su enfoque es "garantizar la calidad de vida del animal en las últimas etapas del proceso oncológico". Este proceso incluye control del dolor, soporte nutricional, manejo de síntomas (como dificultad para respirar, vómitos o diarreas) y apoyo emocional para la familia. "Los oncólogos trabajamos en estrecha colaboración con los tutores para tomar decisiones compasivas y asegurar que la mascota viva sus últimos días de la mejor manera posible", explica la veterinaria, que añade: "Cuando el sufrimiento es inevitable, les recomendamos la eutanasia humanitaria".

Especialidad en constante crecimiento

La oncología veterinaria es una especialidad "en constante crecimiento". "Los dos factores claves para esta expansión son la incidencia creciente de procesos oncológicos a medida que las mascotas alcanzan edades más avanzadas y, sobre todo, el cambio social de relación con nuestras mascotas", matiza la veterinaria. Actualmente se considera a las mascotas un miembro más de la familia y los lazos afectivos son cada vez más estrechos. Por ello, añade la doctora Rollón: "Los tutores nos demandan un mejor diagnóstico y que instauremos las medidas terapéuticas necesarias para que superen la enfermedad y, si no es posible la curación, que consigamos el máximo tiempo de supervivencia con calidad de vida".

"Desde el punto de vista diagnóstico, la posibilidad de realizar pruebas de imagen avanzadas (TAC, Resonancia Magnética) a las que actualmente tenemos acceso, ha supuesto un gran avance, ya que nos permiten diagnosticar tumores en zonas poco definidas por radiografías convencionales (por ejemplo, cavidad nasal o cerebro) y a valorar de forma más detallada la extensión de las lesiones, de forma que los cirujanos puedan planificar mejor las intervenciones quirúrgicas", desarrolla la veterinaria.

"Desde el punto de vista terapéutico, la implantación en España de instalaciones para administrar radioterapia, de las que carecíamos hasta hace unos años, nos ha permitido ampliar el número de tumores tratables. Además, se han diseñado medicamentos y terapias dirigidas para el tratamiento oncológico específicos para pequeños animales que ofrecen unas posibilidades muy interesantes. Todo esto unido a la mejor preparación de los cirujanos permite que cada vez se realicen intervenciones quirúrgicas más complejas y con mejores resultados", explica Rollón.

Si comparamos España con otros países de Europa o de EE. UU., en nuestro país la oncología veterinaria "ha progresado significativamente", con un crecimiento notable en el acceso a tratamientos especializados en numerosos hospitales veterinarios o clínicas de referencia ubicadas por diferentes ciudades españolas. No obstante, España aún se encuentra "por detrás de Estados Unidos u otros países europeos como Inglaterra, Alemania o Francia, donde esta especialidad está más desarrollada gracias a una mayor inversión en investigación y tecnología".

"A pesar de estas diferencias, la tendencia en España es muy positiva, con un aumento constante en la formación de especialistas y en la incorporación de equipos modernos para mejorar los servicios oncológicos veterinarios", reconoce la veterinaria, que agrega: "La especialidad ha ganado un alto nivel de reconocimiento, y existen excelentes profesionales distribuidos por todo el país, muchos de ellos formados tanto en España como en el extranjero. Estos especialistas trabajan con dedicación exclusiva en el campo de la oncología veterinaria para atender adecuadamente la fuerte demanda de esta especialidad, contribuyendo al avance y mejora de la misma".

La especialista explica también que el sector veterinario oncológico tiene varios puntos clave para mejorar "en eficiencia y calidad". "Es importante impulsar investigaciones que ayuden a entender mejor el cáncer en animales y permitan desarrollar tratamientos más precisos", apunta. "También sería útil contar con equipos avanzados como radioterapia y tomografías en más centros, ya que actualmente son pocos los lugares que ofrecen estas técnicas". En el caso de la radioterapia, actualmente en España solo se encuentra disponible en dos centros localizados en Santiago de Compostela (acelerador lineal) y Málaga (ortovoltaje), "lo que hace a veces inaccesible el tratamiento radioterápico en nuestros animales por logística". "Además -continúa-, formar a más veterinarios en oncología es fundamental para asegurar diagnósticos y tratamientos de calidad". "Por último, los tutores de mascotas deben ser informados sobre la importancia de detectar a tiempo los tumores y las opciones de tratamiento disponibles. Con estos avances, se podrían ofrecer mejores cuidados a los animales y mayor tranquilidad a sus propietarios", apunta la especialista.

La importancia de la prevención

El cáncer es la causa más frecuente de fallecimiento en perros y aproximadamente la mitad de los animales de más de diez años pueden desarrollar algún tipo de cáncer. Para prevenir o reducir el número de tumores, podemos adoptar varias medidas. Entre ellas, la especialista destaca: "Explicarle al tutor que si un tumor lo tratamos en un estadio inicial; quizás, lo podremos curar solo con cirugía. Consideramos que es esencial realizar chequeos veterinarios regulares, especialmente en animales mayores, para detectar cualquier anomalía de forma temprana".

Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.