¿En qué situación se encuentra el sector veterinario a nivel español y europeo en relación al aumento del coste de vida? ¿Y en relación a otros países? Estos son algunos de los aspectos que se abordan en el estudio Cost of Living Tracker: Wave 3, elaborado por Tanya Michelsen, directora de investigación de Kynetec, empresa líder mundial en estudios de mercado sobre salud animal y agricultura. Este estudio analiza el coste de vida en el sector veterinario y su impacto, comparando España con otros países como Reino Unido o Francia.

El informe estudia, en primer lugar, el impacto de la pandemia de la Covid-19, vivida entre los años 2020 y 2022. Ese hecho supuso grandes desafíos para el sector sanitario en general, y también de manera más concreta para el sector veterinario, ya que esta industria alcanzó la mayor crisis del costo de vida de su historia. Tras este punto de partida, el informe avanza sobre el estudio del actual panorama del sector, desde las presiones que sufren los veterinarios y las clínicas, hasta la necesidad de construir un nuevo panorama donde el sector veterinario aprenda a adaptarse a los cambios. Es por ello que el objetivo de estas encuestas ha sido "medir las nuevas presiones a las que se enfrentan los veterinarios, las clínicas y los propietarios de mascotas", especialmente tras la situación vivida después de la pandemia.

Tras el punto de partida pospandémico expuesto, este estudio sobre la crisis del coste de la vida en la industria veterinaria se ha centrado en el impacto en los años inmediatamente posteriores; es decir, se ha analizado el periodo que oscila entre 2022 y 2024. Por medio de unas encuestas de 15 minutos, se han recogido datos de un centenar (aproximadamente, llegando hasta más de 150 personas en el caso de Estados Unidos) de veterinarios cada año, por país. Así como en torno a unas 400 personas propietarias de mascotas, también en casa país. En concreto, estas encuestas se han realizado entre personas de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, USA, Japón y España.

Preocupación entre los veterinarios

Una de las conclusiones que se han extraído de estas encuestas es que los veterinarios en general de todos los países se manifiestan preocupados ante el aumento del coste de la vida. Así, en casi todos los países, una proporción considerable de veterinarios están, al menos, "un poco preocupados". Cifras que, en comparación con 2023, suponen un crecimiento en preocupación, ya que una mayor proporción de veterinarios se muestran preocupados frente a los aumentos del coste de vida.

Existe una especial incidencia en los veterinarios españoles, ya que son estos los que encabezan los niveles más altos de preocupación, visión que coincide con el hecho de que los salarios de los veterinarios son particularmente bajos en España en comparación con el resto de la Unión Europea.

Si nos fijamos en las estadísticas, España es el único país que carece de veterinarios exentos de preocupaciones, situándose en un 60 % el número de profesionales con una preocupación moderada, y un 24 % de los encuestados se reconocen como "muy preocupados". Precisamente en este apartado de "muy preocupados", a España le sigue Estados Unidos (16 %) y Francia (12 %). Mientras que en Gran Bretaña casi la mitad considera que son conscientes de la situación pero no les implica una excesiva preocupación.

Por otro lado, los veterinarios de Reino Unido y de Francia son quienes señalan en mayor medida que su situación financiera está empeorando respecto a los años anteriores, reflejándose, por lo tanto, en un mayor impacto en su nivel de vida. Sin embargo, aunque su percepción de esa situación esté empeorando, sus preocupaciones concretas por el coste de los alimentos ha disminuido, tanto en el Reino Unido como en Francia.

Con la crisis del sector, una de sus principales consecuencias ha sido que los ingresos se estancan o descienden. "El crecimiento de los ingresos sigue viéndose fuertemente afectado por la crisis del coste de la vida", recoge el estudio. Prácticamente, el único ámbito en el que los ingresos muestran cierto crecimiento es en la venta de servicios y consultas. De hecho, uno de cada tres veterinarios afirma que su práctica está experimentando un aumento en España, con ganancias más moderadas en otros mercados.

Por el contrario, uno de los apartados que ha sufrido peores consecuencias, según las personas encuestadas, ha sido el de la nutrición de las mascotas. Por ejemplo, los ingresos procedentes de medicamentos y productos farmacéuticos se han visto en la mayoría de los casos menos afectados negativamente que los ingresos procedentes de la nutrición para mascotas y otros productos, con una disminución continua en muchos mercados, especialmente el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania.

Recomendaciones del sector para abaratar costes

Las encuestas también abordaron posibles recomendaciones sociales y clínicas para afrontar esta situación de crisis. Por ejemplo, ofrecer, por parte de las clínicas, alternativas más económicas para medicamentos, nutrición y procedimientos de otra índole. En este sentido, se están ofreciendo medicamentos, en grandes cantidades, a precios más económicos a los dueños de mascotas. Lo mismo sucede con los aspectos relacionados con la nutrición. Ofrecer alternativas nutricionales más económicas es una de las medidas propuestas para afrontar la situación financiera; una medida que es especialmente frecuente en Francia.

Otra medida planteada es hacer frente a la atención veterinaria con la contratación de seguros para mascotas. De este modo, a través de los seguros, es más asequible afrontar el aumento de los costes de la atención veterinaria. En ese sentido, los planes de pago siguen siendo los más utilizados en España, mientras que los mejores tratamientos alternativos se ofrecen en mayor medida en Estados Unidos y en España. En el Reino Unido y en Francia es menor el número de veterinarios que están ofreciendo tratamientos alternativos más económicos.

Es por ello que los servicios básicos están siendo reemplazados por alternativas más asequibles, mientras que los tratamientos complementarios como los nutracéuticos y las terapias alternati- vas, así como la nutrición, están en declive.

Impacto en el comportamiento de los dueños de mascotas

¿Esta situación económica afecta al comportamiento de los dueños de las mascotas? Esta es una de las preguntas a la que también se ha pretendido dar respuesta con estas encuestas. Alrededor de cuatro de cada diez dueños de mascotas tienen dificultades para pagar sus facturas veterinarias. Además, los veterinarios perciben que sus clientes toman una amplia gama de medidas de ahorro de costos en este sentido.

Entre las medidas más comunes, sigue encontrándose comprar medicamentos o comida para mascotas en lugares como supermercados o tiendas generalistas, antes que en los centros veterinarios. Preguntar al veterinario por alternativas más baratas, buscar otros tratamientos o reducir la frecuencia de las visitas al veterinario son algunas de las acciones más frecuentes para reducir los gastos derivados del sector veterinario como propietarios de mascotas. En concreto en el Reino Unido y en Francia se percibe que existen menos veterinarios dispuestos a ofrecer tratamientos alternativos más económicos.

Además, el rechazo al tratamiento es común, seguido de que los veterinarios notan que los clientes retrasan o detienen los tratamientos en todas las principales afecciones de salud. En concreto, casi todos los veterinarios, en todos los países, han notado que al menos uno de sus lientes deja o retrasa el tratamiento de su animal de compañía, a consecuencia de problemas financieros, perjudicando la salud común de gatos y perros. En cuanto a las dietas específicas por necesidades y recomendaciones de salud, uno de cada dos veterinarios informa que sus clientes eliminan las dietas terapéuticas para afecciones médicas específicas, y que uno de cada tres informa que rechaza la medicación para afecciones de salud específicas.

Influencia en otros aspectos

De estas encuestas también se extrae que la situación económica no solo afecta a los aspectos puramente veterinarios, sino que tiene una influencia directa en otros aspectos. Por ejemplo, en el Reino Unido y en Francia, ha descendido la preocupación en cuanto a los gastos de alimentación. Sin embargo en Alemania, el impacto en el valor de la pensión es la principal preocupación, mientras que en Estados Unidos los pagos de tarjetas de crédito y préstamos siguen siendo más relevantes en cuanto al nivel de preocupación.

Si en el Reino Unido, las preocupaciones de los veterinarios están encabezadas por el impacto en la calidad de vida, seguida de los gastos en gasolina y energía, seguido a su vez de las rentas y alquileres; en Francia son los gastos de combustible los que ostentan el segundo lugar, también encabezado por el impacto en la calidad de vida. Y es que este aspecto es el prioritario en todos los países. En Estados Unidos, además de los créditos, también influyen los gastos en rentas. Mientras en España, los alquileres ocupan el segundo lugar y el gasto de la alimentación se encuentra en tercer lugar en cuanto a las preocupaciones de los profesionales veterinarios en nuestro país.

Los aspectos económicos y su consecuente preocupación están asociadosa niveles de estrés más altos. Así, los veterinarios en España han experimentado un aumento significativo de los niveles de estrés desde el año pasado. Todos los demás países informan de niveles de estrés más bajos que durante la pandemia de la Covid-19.

Con todos estos datos recogidos, y tras estudiar la situación, se busca, según recoge el estudio, "proporcionar una visión integral" de cómo se está viendo afectado el sector veterinario, así como las industrias colindantes como podrían ser las áreas de nutrición, farmacéutica o servicios, entre otras. Entre los objetivos de este estudio se encuentra también montar una fotografía panorámica de cómo ha evolucionado el impacto en el sector veterinario y cómo debería adaptarse la industria veterinaria.

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