El sector veterinario en España se destaca por su capacidad de adaptación y crecimiento frente a desafíos económicos, sociales y laborales. La profesión, que abarca desde la atención a los animales de compañía hasta la salud pública y la seguridad alimentaria, ha experimentado una recuperación económica significativa tras la crisis ...
El sector veterinario en España se destaca por su capacidad de adaptación y crecimiento frente a desafíos económicos, sociales y laborales. La profesión, que abarca desde la atención a los animales de compañía hasta la salud pública y la seguridad alimentaria, ha experimentado una recuperación económica significativa tras la crisis económica del 2008. Sin embargo, enfrenta importantes retos relacionados con la precariedad laboral, la falta de especialización en áreas clave y la feminización de la profesión.
El Informe Socioeconómico del Sector Veterinario 2024 proporciona un análisis detallado sobre la situación actual del sector, con un enfoque en los indicadores económicos, la evolución de las condiciones laborales y los grandes desafíos que amenazan su sostenibilidad a largo plazo. Este informe, elaborado por Miguel Albuixec, vocal del Área de Economía de la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), y Óscar Gutiérrez, director del Departamento de Empresa de la Escola Universitària Mediterrani de Barcelona, se basa en fuentes de datos como el Instituto Nacional de Estadística (INE), Veterindustria, el Ministerio de Universidades, y estudios académicos sobre la profesión a nivel global.
El informe, que se presenta como una herramienta clave para profesionales, académicos y responsables de políticas públicas, ahonda en las condiciones laborales, los desafíos sociales que enfrenta el sector y las recomendaciones necesarias para optimizar la formación y el empleo. Según Miguel Albuixec, "el informe reflexiona sobre la importante implicación que ha de mantener el sector veterinario dentro de los planes estratégicos diseñados, tanto a nivel de país como de forma global, para poder dar respuesta a los importantes retos a los que se enfrenta en materia de salud, seguridad alimentaria o preservación del medioambiente".
Un sector en crecimiento
Uno de los puntos más destacados del informe es el crecimiento económico del sector veterinario en los últimos años. En términos de facturación, ha experimentado un aumento del 134,24% desde 2013, mientras que el valor añadido ha subido un impresionante 171,50%.
La mayor parte de este crecimiento se ha dado en el subsector de los animales de compañía, que ha mostrado una notable flexibilidad y adaptación a los cambios en la demanda, especialmente en un contexto post-pandemia. El documento señala que, si bien la veterinaria de animales de compañía ha liderado el crecimiento, el sector de los animales de renta ha mostrado una recuperación más moderada. Albuixec remarca que el incremento en el excedente bruto de explotación (314,16 millones de euros en 2022) refleja una solidez financiera en general, aunque con importantes diferencias según el subsector.
Combatiendo la precariedad y desigualdad
A pesar del crecimiento económico experimentado, el informe indica que el sector veterinario sigue enfrentando importantes desafíos en cuanto a la calidad del empleo y las condiciones laborales de los profesionales. En particular, destaca la alta atomización empresarial, con un 97,71% de las empresas veterinarias teniendo menos de 10 empleados, lo que limita la capacidad de inversión y el desarrollo de estrategias de crecimiento a largo plazo. La alta rotación de personal, especialmente en las clínicas veterinarias, sigue siendo una preocupación significativa. En cuanto a los salarios, el informe refleja un aumento notable del 40,31% desde 2013, aunque este crecimiento no ha sido suficiente para evitar la precariedad laboral que afecta a muchos veterinarios, especialmente a los más jóvenes.
Como explica Óscar Gutiérrez, "el sector requiere una gran preparación y financiación, y el primer convenio colectivo del 2020 fue un punto de inflexión para cambiar esa dinámica". Este convenio, que ha sido clave para establecer salarios dignos y condiciones laborales más justas, ha tenido un impacto positivo, aunque las mejoras no son uniformes en todo el sector. La brecha salarial entre los veterinarios y otros profesionales del ámbito sanitario sigue siendo considerable, lo que crea un sentimiento de infravaloración en muchos profesionales, sobre todo en aquellos que se dedican a la clínica veterinaria. El experto añade que, aunque los salarios han aumentado, "hay que tener en cuenta el factor inflación", que ha afectado parte de las mejoras salariales.
El informe también resalta que una de las principales consecuencias de la precariedad laboral es el creciente número de veterinarios que sufren de burnout (agotamiento profesional). Este fenómeno es especialmente grave en el caso de los veterinarios jóvenes, que se ven expuestos a altos niveles de estrés debido a la carga emocional del trabajo, que incluye el sufrimiento animal y la presión de salvar vidas en situaciones críticas. Enrique Marcos, CEO y director ejecutivo del grupo Axón, menciona que "los veterinarios ven que su esfuerzo se traduce en 19.000 euros anuales, lo cual es ridículo. Ese tema de salud mental está vinculado a la remuneración, y no podemos seguir ignorando esa realidad".
Consolidación de la feminización y la brecha salarial
Otro aspecto relevante del informe es la creciente feminización de la profesión veterinaria. La mayoría de los nuevos graduados en veterinaria son mujeres, lo que ha llevado a una transformación demográfica en el sector. Tal como afirma Óscar Gutiérrez, "la gente tiende a pensar que la brecha salarial es por el género, pero en realidad está más relacionada con la edad que con el género en sí". Esto sugiere que los veterinarios más jóvenes, especialmente las mujeres, aún se enfrentan a dificultades significativas para acceder a puestos bien remunerados y con mejores condiciones laborales.
Además de la brecha salarial, otro de los problemas destacados es la conciliación familiar y profesional. La mayor parte de la población veterinaria es joven y femenina, lo que implica que muchas veterinarias enfrentan dificultades para compaginar su vida profesional con su vida familiar. Miguel Albuixec subraya la importancia de mejorar la calidad del empleo y de implementar políticas que favorezcan la conciliación y el bienestar de los profesionales, un aspecto que debería evitar que "8 de cada 10 veterinarios se hayan planteado abandonar la profesión".
Hacia la especialización y adaptación de la profesión
El informe refleja el creciente desajuste entre la formación académica de los veterinarios y las necesidades del mercado laboral. A pesar de que el número de egresados de veterinaria sigue siendo alto, las plazas laborales disponibles no siempre se corresponden con las especialidades que requieren más atención. Hay una notable escasez de veterinarios especializados en grandes animales y en áreas como la salud pública y la seguridad alimentaria. Este desajuste, según Óscar Gutiérrez, podría solucionarse a través de una "orientación adecuada desde las universidades, que deberían promover áreas de especialización más alineadas con la demanda del mercado".
En términos de recomendaciones, el informe hace un llamado a varios actores clave en el sector para implementar medidas que mejoren tanto las condiciones laborales como el desarrollo profesional de los veterinarios. Entre las propuestas más destacadas se encuentran la necesidad de fomentar la concentración empresarial para mejorar la eficiencia y la capacidad de inversión, así como la adaptación de la formación universitaria para ajustarse mejor a las necesidades del mercado laboral. Asimismo, se recomienda incentivar la especialización en áreas con alta demanda y mejorar la calidad del empleo con medidas que favorezcan la estabilidad laboral, los salarios dignos y la conciliación familiar.
Los retos futuros del sector veterinario
Por un lado, el sector muestra una clara recuperación económica y una evolución positiva en términos de facturación y valor añadido, especialmente en el ámbito de los animales de compañía. Por otro lado, persisten importantes desafíos, entre los que destacan la precariedad laboral, la atomización empresarial, la brecha salarial y la creciente feminización de la profesión.
A pesar de estos retos, los expertos coinciden en que las decisiones estratégicas tomadas en los últimos años, como la implementación del primer convenio colectivo en 2020, han tenido un impacto positivo en la mejora de las condiciones laborales. No obstante, se necesita un esfuerzo conjunto de universidades, colegios profesionales y administraciones públicas para garantizar un futuro más justo y sostenible para los veterinarios en España.
Como concluye Óscar Gutiérrez, "las cosas se están haciendo bien desde CEVE, la organización patronal, pero aún hay mucho por hacer. Primero hay que detectar los problemas para ponerles solución". El sector veterinario tiene un futuro prometedor, pero requiere acciones concretas para afrontar los desafíos y asegurar su desarrollo a largo plazo.