Galicia detecta un nuevo foco de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en Bergantiños

La Xunta de Galicia ha notificado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la detección de un nuevo foco de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en la comarca de Bergantiños. Con este caso, Galicia suma focos en 46 comarcas veterinarias durante 2024, afectando a más de 5,300 animales. Las autoridades han desplegado un programa de compensaciones y vacunación para mitigar el impacto económico y sanitario de esta enfermedad, que no afecta a humanos pero representa un desafío para la ganadería regional.

19/12/2024

La Xunta de Galicia acaba de notificar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) la detección de un nuevo foco de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), diagnosticado antes de que haya finalizado el período de actividad del vector transmisor. Se trata de un foco localizado en la comarca veterinaria de ...

La Xunta de Galicia acaba de notificar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) la detección de un nuevo foco de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), diagnosticado antes de que haya finalizado el período de actividad del vector transmisor. Se trata de un foco localizado en la comarca veterinaria de Bergantiños, en la provincia de A Coruña. Al ser un foco localizado en una provincia en la que ya se había declarado la enfermedad en 2024, el diagnóstico *aboratorial fue realizado exclusivamente por el Laboratorio de Sanidad y Producción Animal de Galicia, dependiente de la Consellería de Medio Rural.

Con esta declaración, en este nuevo período estacional 2024 de circulación del vector transmisor, Galicia tiene notificados focos en 46 comarcas veterinarias: 14 en la provincia de Ourense (Maceda, A Limia, Ourense, Terra de Celanova, Baixa Limia, Verín, A Gudiña, Terra de Trives, Terra de Caldelas, Viana, Allariz,  O Carballiño, Valdeorras y O Ribeiro), 14 en la de Lugo (Ancares, Sarria, Terra de Lemos Quiroga, Lugo, A Fonsagrada, Terra Chá-Guitiriz, Chantada, A Ulloa, Terra Chá Castro, Terra Chá-Vilalba, Meira, A Mariña Oriental, A Mariña Central y A Mariña Occidental), 7 en la provincia de Pontevedra (Pontevedra-O Morrazo, Deza, Tabeirós-Terra de Montes, A Paradanta, O Condado, Baixo Miño y Caldas) y 11 en la provincia de A Coruña (Teixeiro, Terra de Melide, Santiago, As Pontes, Arzúa, Ortegal, O Sar Barbanza, A Barcala, Ordes, Ferrol y Bergantiños). Así, el número de explotaciones positivas confirmadas laboratorialmente se sitúa en 2.247 y los animales positivos confirmados en 5.384.

Galicia, pionera en indemnizar

La Consellería de Medio Rural fue una de las pioneras en este sentido y habilitó a comienzos de este 2024 la indemnización de los animales fallecidos por consecuencia de esta enfermedad. En este sentido, se destinaron más de 200.000 euros de estas aportaciones para compensar la muerte de 409 animales de 195 explotaciones. Este presupuesto se suma al paquete de apoyo avanzado en el Consello da Xunta del pasado 23 de septiembre, dotado de 5,6 millones de euros.

En este sentido, la Consellería de Medio Rural publicará una resolución de ayudas directas, con el fin de compensar los perjuicios económicos producidos por la enfermedad en las explotaciones, tanto por muertes como por gastos veterinarios o de desinfectantes, con los beneficiarios que declararon casos de la enfermedad hasta el 5 de diciembre de este año.

De este modo, los fondos de estas aportaciones (cofinanciados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) podrán llegar a la mayoría de las explotaciones afectadas este año por la enfermedad, las mayores de las afectadas en 2023, cuestión importante y valorada tanto por el Gobierno gallego cómo por las organizaciones profesionales agrarias.

Además, con estas líneas de apoyo será posible incrementar las cuantías por animal fallecido, con aportaciones de entre 400 y 1.600 euros, en función de la edad de las reses. También se sufragarán los tratamientos veterinarios con una cuantía de 100 euros por animal afectado por la enfermedad y los gastos para la aplicación de desinfectantes y repelentes en explotaciones afectadas, acercando 20 euros por bovino censado, abonando en este caso el dinero por el total del censo de la explotación y no solo por los animales afectados, con un máximo de ayuda de hasta 4.000 euros por granja.

Enfermedad no contagiosa

La EHE es una enfermedad infecciosa, pero no contagiosa, producida por un virus que se transmite a los animales exclusivamente a través de la picadura de mosquitos del género Culicoides,spp. La única vía de contagio en los animales es a través de la picadura de los mosquitos transmisores, por lo que no es posible a transmisión directa o indirecta entre ellos. Además, esta dolencia no afecta a las personas, que no pueden enfermar ni por la picadura del mosquito transmisor, por contacto con animales infectados, ni por el consumo de productos de origen animal (carne, leche...) de estos animales.

Dada la vía de transmisión, esta enfermedad aparece en los bovinos mientras exista el mosquito vector circulando en el ambiente. Existe, por lo tanto, un período de posible afectación de los animales (aproximadamente de abril a diciembre) y otro, en los meses de invierno, en los que al no existir circulación del vector, no existe posibilidad de infección en los animales. Desde el 15 de diciembre todo el territorio de Galicia está dentro del período sin circulación del mosquito vector, por lo que no se espera la detección de nuevos animales positivos debido a infecciones recientes hasta el nuevo inicio de la presencia del vector.

Al tratarse de una enfermedad vírica no hay tratamiento curativo, pero existen dos vacunas comercializadas, la desarrollada por la farmacéutica gallega Zendal y la recientemente desarrollada por la empresa farmacéutica Syva, ambas autorizadas por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, que están disponibles para su adquisición bajo prescripción veterinaria. Además de la protección inmunológica que supondrá la administración de la vacuna, es fundamental a aplicación de medidas preventivas encaminadas a evitar el contacto de los animales con el mosquito vector en las épocas en las que este esté activo.