El artículo "Evaluation of lidocaine for auriculopalpebral nerve block in dogs: Onset, duration, and effects on intraocular pressure and eye examination", publicado por la revista Veterinary Ophtalmology, llega a la conclusión de que el bloqueo auriculopalpebral con lidocaína alcanza su efecto máximo de aquinesia palpebral a los 30 minutos y ...
El artículo "Evaluation of lidocaine for auriculopalpebral nerve block in dogs: Onset, duration, and effects on intraocular pressure and eye examination", publicado por la revista Veterinary Ophtalmology, llega a la conclusión de que el bloqueo auriculopalpebral con lidocaína alcanza su efecto máximo de aquinesia palpebral a los 30 minutos y no reduce los valores de presión intraocular, lo que permite monitorizar de forma precisa la presión intraocular en los procedimientos oftalmológicos realizados en perros con glaucoma.
Numerosas condiciones oftálmicas, como la uveítis, las úlceras corneales o el glaucoma, provocan blefarospasmo, lo que dificulta la exploración del globo ocular. De forma rutinaria, se utilizan colirios anestésicos tópicos (tetracaína y procaína, principalmente) para explorar el ojo. Sin embargo, esta técnica puede conducir a un descenso en las mediciones de presión intraocular (PIO).
En los pacientes con glaucoma, resulta esencial conocer y monitorizar la PIO para evaluar el estado del individuo y su evolución, por lo que la administración de colirios anestésicos no siempre es recomendable. El nervio auriculopalpebral es una rama del nervio facial que inerva la musculatura del párpado superior, por lo que su bloqueo anestésico facilita la exploración del globo ocular.
Efecto máximo
El objetivo de este estudio fue determinar los efectos del bloqueo auriculopalpebral con lidocaína (1-3 ml de lidocaína al 2%) sobre la presión intraocular. Los investigadores observaron que el efecto máximo del bloqueo se obtiene a los 30 minutos de la administración del anestésico local, momento en el que se consigue aquinesia palpebral en el 91,7% de los pacientes. No obstante, el efecto se redujo al 66,7% de los perros a los 45 minutos de la administración, lo que hace que esta técnica sea adecuada para procedimientos rápidos que duren unos 30 minutos y para favorecer una recuperación rápida de la movilidad palpebral.
Los pacientes en los que se llevó a cabo el bloqueo auriculopalpebral no mostraron alteraciones significativas en la presión intraocular. Esto tiene una gran importancia clínica, ya que esta técnica permite inmovilizar el párpado sin alterar las mediciones de PIO. Así, la capacidad de producir aquinesia palpebral sin modificar la PIO resulta muy beneficiosa en los pacientes de glaucoma, en los que conocer el valor preciso de PIO es fundamental para el diagnóstico, el tratamiento y la monitorización de la enfermedad.
En algunos casos, el bloqueo auriculopalpebral fue menos eficaz y no logró la aquinesia total del párpado superior. Dichos pacientes fueron perros nerviosos o estresados, lo que sugiere que se debe tener en cuenta el carácter del animal a la hora de realizar el bloqueo. También son importantes otros factores, como la técnica del bloqueo, el volumen anestésico suministrado y la correcta localización del nervio.
En conclusión, los autores recomiendan el bloqueo auriculopalpebral con 1-3 ml de lidocaína al 2% para llevar a cabo la exploración y diversos procesos oftalmológicos en pacientes de glaucoma. Ello se debe a que esta técnica no altera las mediciones de presión intraocular, si bien su efecto disminuye a partir de los 30 minutos tras la administración.