El Ayuntamiento de Barcelona, a través de los Servicios de Derechos de los Animales, hace un llamamiento a no alimentar las palomas e impulsa nuevas actuaciones en las calles con informadores e informadoras en las zonas con más concentración de estas aves para disuadir en los alimentadores regulares. Se intensificará en ...
El Ayuntamiento de Barcelona, a través de los Servicios de Derechos de los Animales, hace un llamamiento a no alimentar las palomas e impulsa nuevas actuaciones en las calles con informadores e informadoras en las zonas con más concentración de estas aves para disuadir en los alimentadores regulares.
Se intensificará en el marco del Pla Endreça las actuaciones sobre el territorio para reducir o eliminar el alimento antropogénico, es decir, aquel alimento que las personas proporcionan a las palomas. La abundancia de alimento supone un número más elevado de postas y comporta un aumento de la población más allá de lo que se considera adecuado la ciudad.
Así, se calcula que la presencia de alimentadores puede llegar a triplicar o cuadruplicar el número de palomas en momentos puntuales en determinados espacios. La superpoblación supone estrés para las aves por amontonamiento o posibles peleas, así como facilita la transmisión de enfermedades. Además, alimentar a las palomas hace que a menudo queden restos en comer esparcidos en las calles, generando suciedad y favoreciendo la presencia de insectos o múridos.
Con el fin de concienciar sobre la necesidad de cambiar estos hábitos, durante el mes de diciembre está en marcha una campaña de sensibilización e información en todos los distritos de la ciudad. Cuatro parejas de informadores se desplazan de lunes a domingo por cerca de 40 espacios donde se han detectado problemas de civismo.
En Gracia habrá informadores en estas zonas:
Además, entre los meses de mayo y octubre de este año ya se llevó a cabo a través de los Servicios de Derechos de los Animales y de Gestión de Conflictos una campaña de sensibilización en un total de 251 espacios de la ciudad por la presencia puntual de palomas causada por la actuación de alimentadores. Se constató la presencia de un total de 236 alimentadores y alimentadoras y se impulsó una acción continuada de concienciación a través de equipos de informadores y de informadoras (del Programa Integral de Contratación de Barcelona Activa) con el acompañamiento de técnicos del servicio de gestión de conflictos del Ayuntamiento y la participación de los agentes cívicos.
Para reforzar el mensaje a la ciudadanía, próximamente, también se impulsará una campaña de comunicación ciudadana en el marco del Plan Arreglo para hacer un llamamiento a no alimentarlos y para advertir que la superpoblación de palomas puede llegar a ser un problema de salud pública. También se plantea hacer extensiva la campaña en el sector de la restauración para evitar que las terrazas sean puntos de alimentación de las palomas.
Hay que recordar también que si bien es cierto que el Ordenanza sobre la protección, la tenencia y la venta de animales (OPTVA), en el artículo 27, permite la alimentación de animales en la vía pública, deja claro también que se tiene que cumplir con la obligación de evitar ensuciar los espacios públicos. En este caso, las sanciones pueden ser de hasta 600 euros.
Estrategia municipal por el control de las palomas en la ciudad
La estrategia integral para poder llevar a cabo un control efectivo de la superpoblación de palomas en la ciudad compuerta, además de reducir el alimento antropogénico, dos otras líneas principales de trabajo destinadas tanto a reducir la fertilidad como a dificultar la nidificación.
Con respecto al control ético de la población de palomas mediante métodos anticonceptivos con nicarbazina que se lleva a cabo en Barcelona desde el 2017, actualmente hay en la ciudad 42 dispensadores, que cubren un total de 35 colonias de palomas. Se trata de una línea de trabajo que se ha mostrado efectiva, ya que ha permitido reducir un 60% el número de palomas de las zonas tratadas con una parada en la reproducción.
También se trabaja para limitar, reducir y eliminar aquellas estructuras que facilitan el reposo de las palomas o la nidificación. La Dirección de Servicios de Derechos de los Animales emite informes de evaluación de incidencias y propuestas de actuación a petición de los diferentes Servicios y Distritos del Ayuntamiento. Eso incluye, por ejemplo, actuaciones para instalar medidas que eviten el reposo de las palomas y que rebajen las molestias derivadas de su presencia en espacios o equipamientos municipales. Esta línea de trabajo también pasa para dificultar la nidificación en locales y edificios abandonados o pendientes de rehabilitación en donde se pueden concentrar gran número de nidos generando molestias y problemas de salubridad.
Cuando la densidad de palomas de una ciudad supera la media de 300-400 palomas por km² se hace necesario establecer medidas para controlar la población. En Barcelona la densidad se ama entre 1.300 y 1.700 palomas por km², lo que supone una superpoblación por la ciudad. Según los últimos censos, en el área urbana hay aproximadamente unos 103.226 ejemplares.