Una parte considerable de la memoria anual está dedicada a la seguridad alimentaria, cuyo objetivo es proteger la salud humana y poder gestionar los riesgos alimentarios para la salud de las personas consumidoras. Para ello, se recuerda que la Unión Europea dispone de un sistema coordinado de alertas alimentarias, cuyo fin ...
Una parte considerable de la memoria anual está dedicada a la seguridad alimentaria, cuyo objetivo es proteger la salud humana y poder gestionar los riesgos alimentarios para la salud de las personas consumidoras.
Para ello, se recuerda que la Unión Europea dispone de un sistema coordinado de alertas alimentarias, cuyo fin es proteger la salud y gestionar los riesgos alimentarios, estableciéndose el iRASFF como herramienta única para la transmisión a través de la red de alertas.
Según el Sistema coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) se registró en 2023 un ligero descenso en el número de alertas alimentarias notificadas, hasta un total 339, manteniéndose la misma representación de alertas por naturaleza del producto que en años anteriores, siendo los productos de origen animal los más representativos.
A lo largo del pasado año, se gestionaron a través del SCIRI un total de 772 expedientes relativos a productos alimenticios en los que ha estado implicada España; de los cuales 339 correspondieron a alertas, 140 a rechazos en frontera, 285 a informaciones y 8 a los clasificados como "novedades".
Las alertas alimentarias en 2023 se redujeron en número un 6,6%, ya que un año antes se declararon hasta 363 alertas.
"Un año más destaca la presencia de Salmonella, la segunda bacteria más frecuente es Listeria; en tercer lugar, la Vibrio cholerae. Estas bacterias fueron las más detectadas, puesto que, de los 5 peligros biológicos con más notificaciones, tres fueron debido a bacterias", según la AESAN.
En productos de origen animal, los peligros más frecuentes de las notificaciones son las bacterias, destacando Salmonella, los metales pesados, debido a la presencia de mercurio principalmente, y los defectos de temperatura.
Como en años anteriores, el informe analiza los residuos de medicamentos veterinarios, dentro del marco del Plan Nacional de Residuos de Medicamentos Veterinarios para la detección de tratamientos ilegales en animales productores de alimentos o de la presencia en alimentos de residuos de medicamentos veterinarios en cantidades superiores a los límites máximos de residuos (LMR), establecidos en la legislación, mediante la vigilancia de la cadena de producción de animales y sus productos.
Para el control de estos residuos se cuenta con la colaboración de las autoridades competentes, entre las que se incluye el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de Sanidad Exterior y de las Comunidades Autónomas.
Así, en 2023, se recogieron 783.205 resultados en total, que se corresponden con a 50.234 muestras. De éstas, 74 se reportaron como muestras no conformes, con un porcentaje global de no conformidad que fue del 0,14% frente al 0,15% del año anterior, recalcando que el porcentaje continuó siendo inferior al 0,2%.
La AESAN especifica que las especies bovina, porcina y caza silvestre son las que mayor número de no conformidades presentaron, con un total de 20, 17 y 10 respectivamente, debido en su mayoría a sustancias del subgrupo B1 (antibacterianos) y subgrupo B3c (metales pesados).
Al respecto, destacan que todos los resultados en la matriz leche o en la caza de cría fueron conformes y que se dio un número bajo de resultados no conformes en las especies avícola, equina y la matriz huevos y, relativamente bajo, en las especies acuícola, cunícola y la matriz miel.
En definitiva, el trabajo de la AESAN subraya la importancia de la vigilancia activa, la cooperación internacional y la educación en seguridad alimentaria. Este modelo demuestra cómo las políticas basadas en la colaboración y la ciencia pueden reducir los riesgos para los consumidores y mejorar la confianza en el sistema alimentario. La tendencia a la baja en las alertas alimentarias refleja no solo una mejora en los estándares de producción y distribución, sino también el éxito del enfoque holístico en la protección de la salud pública.