La Federación de Veterinarios de Europa (FVE) y el Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME) instan hoy al Comisario Europeo de Salud y Bienestar Animal entrante en inglés, la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) y al Comité Permanente Europeo de Médicos (CPME) insta al Comisario Europeo de Salud y Bienestar Animal entrante a que siga adoptando medidas para mitigar aún más la carga de resistencia a los antimicrobianos y cumplir los objetivos de la UE para 2030.

Las recientes declaraciones de las Naciones Unidas y el G20 han aumentado la conciencia mundial de la urgencia de la resistencia a los antimicrobianos (AMR), lo que aumenta la apuesta por tratar de actuar sobre la RME en el próximo mandato de la Comisión Europea.

Acogemos con satisfacción la mención de la AMR en la carta de misión del Comisario-Diseñado y pedimos una estrategia detallada para subrayar la necesidad de actualizar el Plan de Acción Europeo de 2017 contra la AMR, donde debe reforzarse la cooperación entre los sectores de la salud pública, veterinaria y medioambiental, enraizada en el enfoque de una salud.

El ECDC ha publicado los informes epidemiológicos anuales sobre resistencia y consumo, destacando que será necesario avanzar significativamente para cumplir las metas de 2030, con resultados especialmente preocupantes para ciertos antibióticos de último recurso.

El Presidente de la CPME, Dr. Christiaan Keijzer, dijo que las últimas cifras nos recuerdan que hay que trabajar mucho más para cumplir con nuestros objetivos de salud humana. No podemos retroceder. La lucha contra AMR es una que ningún sector, nación o individuo puede abordar solo. Nos alienta la voluntad política demostrada en las declaraciones de las Naciones Unidas y del G20, y creemos que Europa debe comprometerse ahora a introducir mejoras reales.

Presidente de la FVE, Dr. Siegfried Moder, dijo que la FVE acoge con satisfacción la Declaración Política alcanzada en la Asamblea General de la ONU, que promueve los esfuerzos de AMR a través de un enfoque de Salud única que reconoce los vínculos vitales entre la salud humana, animal y ambiental. La Declaración es un poderoso respaldo al consenso mundial para hacer frente a esta urgente amenaza para la salud mundial. Europa ha liderado la lucha contra la RME en la última década y el sector de la salud animal sigue comprometido con este camino.