Una deficiente salud bucodental pone en riesgo el bienestar animal

La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés) recoge en una guía pautas para comprender las mejores prácticas para la terapia dental. Y es que las enfermedades dentales, orales y maxilofaciales son de lejos las enfermedades más comunes que se encuentra un veterinario en la práctica de pequeños animales.

13/11/2024

"La odontología es un área de la medicina veterinaria que todavía es ampliamente ignorada y está sujeta a muchos mitos y conceptos erróneos. La enseñanza efectiva de la odontología veterinaria en la escuela veterinaria es la clave para el progreso en este campo de la medicina veterinaria". Así lo destacan ...

"La odontología es un área de la medicina veterinaria que todavía es ampliamente ignorada y está sujeta a muchos mitos y conceptos erróneos. La enseñanza efectiva de la odontología veterinaria en la escuela veterinaria es la clave para el progreso en este campo de la medicina veterinaria". Así lo destacan expertos internacionales en la guía World Small Animal Veterinary Association Global Dental Guidelines, donde la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) desarrolla algunas pautas para proporcionar a los veterinarios la información necesaria para comprender las mejores prácticas para la terapia dental y crear estándares realistas mínimos de atención. Lo hacen en base a la colaborción de dentistas veterinarios de los continentes, así como miembros de los comités de guías de WSAVA para el Manejo del Dolor, la Nutrición y el Bienestar. No es baladí. Las enfermedades dentales, orales y maxilofaciales son de le-os las enfermedades más comunes que se encuentra un veterinario en la práctica de pequeños animales. Estas condiciones producen un dolor significativo, así como infecciones locales y potencialmente sistémicas. Como tal, la WSAVA considera que las patologías bucales subtratadas o que no reciben tratamiento representan una preocupación importante para el bienestar animal.

De hecho, un capítulo completo del documento los expertos de la guía lo dedican a tratar temas de bienestar animal relacionados con la salud dental. A modo introductorio recuerdan que en el núcleo de la profesión veterinaria se encuentran los cinco principios centrales del bienestar animal: que los animales deben cuidarse de manera que minimicen el estrés, el miedo, el sufrimiento y el dolor, así como ser libres de expresar comportamientos naturales. Por tanto, la calidad y el cuidado dental regular son necesarios para proporcionar una salud y calidad de vida óptimas en pacientes veterinarios. Si no se tratan, las enfermedades de la cavidad oral pueden crear un dolor implacable, contribuir a otras enfermedades locales o sistémicas graves e impedir la expresión natural de los comportamientos orales y faciales debido a la falta de mecanismos fisiológicos apropiados.

La enfermedad dental es muy común

Históricamente, era una creencia generalizada que los animales de compañía requerían poco o ningún cuidado dental; sin embargo, ahora sabemos que la enfermedad dental es la condición médica más común en los animales de compañía. Más del 80 % de los perros y el 70 % de los gatos tienen evidencia de periodontitis a la edad de tres años. Además, el 10 % de los perros tienen algún diente fracturado con dolorosa exposición pulpar directa (denominadas fracturas complicadas de la corona). Golden (1982), Chidiac (2002) y Bellows (2009) encontraron que entre el 20 y el 75 % de los gatos maduros están afectados clínicamente con lesiones de resorción oral, dependiendo de la población examinada. Se estima que el 50 % de los perros de razas grandes tienen fracturas pequeñas (denominadas fracturas de corona sin complicaciones) con exposición dolorosa a la dentina. Por lo tanto, la gran mayoría de los pacientes veterinarios están lidiando con dolor significativo, infección, o ambos a diario.

Es decir, igual que está bien documentado en humanos que el dolor dental puede ser extremo, relacionándolo con alteración del sueño, disminución en la productividad, e impactos sociales y psicológicos significativos, también causa dolor y sufrimiento en los animales, por más estoicos que sean. Cabe recordar que los umbrales de dolor de personas y animales son bastante similares, y aunque se trata de una experiencia única para cada individuo, a menudo los propietarios y veterinarios pueden pasar por alto las demostraciones conductuales de dolor, especialmente el dental.

Existen muchas afecciones que causan dolor en los pacientes, entre las que se incluyen la enfermedad periodontal, las fracturas de dientes y mandíbulas, la reabsorción dental, las caries, las maloclusiones traumáticas, el síndrome de dolor orofacial felino y algunas neoplasias orales. En este sentido, es importante que los profesionales entiendan que la ausencia de un cambio de comportamiento debido al dolor dental crónico no significa que el dolor no esté presente, ni implica ninguna falta de gravedad. Lamentablemente, muchos perros y gatos simplemente no muestran el dolor que se ven obligados a soportar diariamente de ninguna manera observable.

Cuando sí se observan, predominan comportamientos como pasarse las manos por la boca, mutilación de la misma y disminución del apetito. Como veterinarios, recalca la WSAVA en el informe, "es absoluta responsabilidad diagnosticar, tratar y aliviar el dolor y el sufrimiento de nuestros pacientes animales". Asimismo, "permitir que una enfermedad dental no tratada cause dolor continuo sin terapia es un problema importante de bienestar animal; es nuestro deber como veterinarios diagnosticar de forma proactiva estas afecciones dolorosas, ofrecer una terapia adecuada y educar a los propietarios sobre los problemas de bienestar de no tratar estas afecciones", prosiguen subrayando.

La guía reconoce que interpretar las señales de comportamiento del dolor oral puede ser complejo, sin embargo, "es un hecho simple que los animales continuarán comiendo a pesar del dolor dental extremo y debilitante". Las mascotas requieren alimento para sobrevivir, y el instinto de supervivencia es más fuerte que el deseo de evitar el dolor.

Es importante recordar que, si bien la mayoría de los animales demostrará comportamientos orales normales, como jugar con juguetes, marcar con las glándulas faciales o usar la boca para explorar su entorno a pesar de experimentar un dolor dental, es posible que otros no puedan expresar estos signos naturales y comportamientos esenciales debido a las molestias crónicas. Si bien no se dispone en este momento de una guía conductual definitiva para evaluar los cambios de comportamiento debidos a la enfermedad oral y la incomodidad, los autores sugieren que esta es un área que merece investigación adicional.

Al mismo tiempo, un apartado de la guía señala por qué el dolor dental y la infección causan signos fisiológicos de estrés. Al respecto, se plantea que las etiologías infecciosas, como la afección endodóntica y especialmente la enfermedad periodontal, conllevan una importante carga de enfermedad bacteriana, que el paciente debe afrontar a diario. Así pues, el dolor no controlado y la infección pueden llevar a consecuencias potencialmente perjudiciales a medida que se activan las respuestas naturales al estrés del cuerpo. Si bien estos pueden ser apropiados a corto plazo, los factores estresantes crónicos afectan negativamente los múltiples sistemas corporales.

Los impactos de la función inmunitaria pueden notarse primero con el desarrollo de un leucograma de estrés agudo, que progresa a leucopenia y cambios de citoquinas inflamatorias inmunosupresoras con la cronicidad. Varias publicaciones han relacionado las respuestas al estrés crónico con la disminución de la capacidad para eliminar la infección bacteriana y el aumento de la susceptibilidad a las enfermedades en humanos y ratones.

Las técnicas de manejo veterinario tienen implicaciones de bienestar

Por otro lado, el documento pone de manifiesto que las necesidades de bienestar de los pacientes comienzan desde el momento en que ingresan a las clínicas. "El tratamiento dental debe ser realizado por profesionales veterinarios debidamente capacitados. El manejo debe ser suave y humano en todo momento. Se recomiendan técnicas de manejo amigable con los felinos, disminuyendo el estrés durante el examen inicial y la introducción de agentes anestésicos, como se describe en las Pautas de la American Association of Feline Practitioners (AAFP)", destacan. No en vano, el vínculo humano-animal es débil y el miedo experimentado durante el manejo de procedimientos veterinarios puede romper este vínculo rápidamente. Por ello, la educación y el compromiso de reducir el estrés relacionado con el manejo de los exámenes orales y los procedimientos relacionados con la terapia dental deben considerarse al abordar la enfermedad dental en los pacientes. Todos los procedimientos en la cavidad oral (incluida la limpieza profesional de los dientes) deben realizarse bajo anestesia general con una vía aérea segura (intubación endotraqueal). Se aplican todas las precauciones, medidas de seguridad, reglas y estándares de monitoreo, como se menciona en la sección de la guía que aborda las claves de la anestesia.

En resumidas cuentas, "se recomienda un manejo cuidadoso, eficiente y suave de los tejidos (cirugía mínimamente invasiva) para prevenir el dolor excesivo y la inflamación después del procedimiento". Además, la elección apropiada, o evitar el uso, de abrebocas, puede ayudar a prevenir traumas (hipervínculo a la anestesia). Asimismo, los bloqueos de anestesia local y regional, y el manejo adecuado del dolor pre y postoperatorio son necesarios para controlar el dolor que puede experimentarse con la terapia dental adecuada.

De hecho, las organizaciones veterinarias de todo el mundo están de acuerdo en que la odontología sin anestesia no es beneficiosa desde el punto de vista médico. La persona que realiza el procedimiento dental no puede evaluar la patología ni realizar ningún tratamiento subgingival significativo sin la anestesia adecuada. Esto puede llevar a una cavidad oral mejorada estéticamente, pero con infección persistente, inflamación y dolor. Por lo tanto, no solo es ineficaz el procedimiento, sino que a menudo resulta en el enmascaramiento de la patología presente, lo que retrasa el cuidado adecuado. Esto se opone directamente a los beneficios de bienestar y las mejoras a la calidad de vida, que están en el centro de estas pautas. Además, el estrés o la incomodidad en los que se incurre durante este procedimiento cosmético que consume tiempo es totalmente evitable e indefendible desde un punto de vista médico y ético.

Como tal, la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales se opone enérgicamente a la práctica de la odontología veterinaria sin la correcta anestesia: es inadecuada y proporciona un nivel de atención por debajo del estándar que puede ser engañoso para el dueño de la mascota. Por último, en el partido de bienestar animal relacionado con la salud dental, la asociación internacional de veterinarios reporta que "la atención dental veterinaria es un componente esencial de un plan de atención médica preventiva y, sin embargo, es ampliamente ignorada en el sistema educativo veterinario".

Como se indica más detalladamente en la sección dedicado a las universidades, el rol de las facultades en el plan de estudios veterinarios a nivel internacional debe estar dirigido hacia la educación y promoción de oportunidades educativas, no solo para el diagnóstico y las técnicas terapéuticas para la enfermedad dental, sino también para la detección del dolor oral y los cambios de comportamiento asociados con su patología. "Sin reforma educativa y priorización, el bienestar y las mejoras en la calidad de vida a partir de una mayor cantidad y calidad de la atención dental se verán impedidos", alerta el informe.

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