El artículo "Use of the subcutaneous ureteral bypass device and urethral stenting for treatment of malignant urinary outflow tract obstructions in cats", publicado por la revista Journal of Feline Medicine and Surgery, llega a la conclusión de que la utilización de bypass ureterales subcutáneos y stents ureterales en casos de obstrucción de tracto urinario es una opción viable para una descompresión rápida del riñón y la vejiga en gatos con carcinoma de células transicionales.

La implantación de bypass ureterales subcutáneos (SUB) es una de las opciones más empleadas para la descompresión renal en casos de obstrucciones ureterales benignas en gatos, causadas por urolitiasis. En estos pacientes, la colocación de SUB mejora el pronóstico y reduce la morbilidad y mortalidad perioperatoria en comparación con la cirugía tradicional.

El carcinoma de células transicionales (CCT) es el segundo tumor del tracto urinario felino con mayor prevalencia, precedido por el linfoma renal. La escisión quirúrgica de este tumor no siempre es posible, ya que se suele localizar en el trígono vesical, lo que obliga a reconducir la desembocadura de los uréteres en la vejiga de la orina. Por ello, es común aplicar terapias multimodales, basadas en la administración de quimioterapia y AINEs.

En estos pacientes, la frecuencia de obstrucciones ureterales y uretrales es del 11,9% y 15%, respectivamente. Ello conduce a la disminución de la esperanza de vida, que se limita a un máximo de 38 días si no se aplica ningún tratamiento de desobstrucción. Así, el objetivo de este estudio fue evaluar el grado de éxito de la implantación de SUB y/o stents ureterales en pacientes felinos con obstrucciones del tracto urinario por la presencia de un carcinoma de células transicionales.

Menor severidad

Los resultados demuestran que la implantación de estos dispositivos ayuda a reducir la obstrucción urinaria y mejorar la esperanza de vida del paciente. Los gatos intervenidos mejoraron los parámetros de azoremia e hidronefrosis en el periodo postoperatorio. Aunque la incidencia de disuria preoperatoria y postoperatoria fue parecida (78%), la severidad fue mucho menor tras la colocación de los dispositivos.

La duración de estos beneficios varió en función de la progresión del CCT causante de la obstrucción primaria. En el 46% de los gatos con stent ureteral, se produjo una obstrucción ureteral secundaria debida al crecimiento del tumor. Por el contrario, en ninguno de los pacientes con SUB se produjeron recidivas, ya que este dispositivo se coloca en el ápex de la vejiga, donde el tumor no suele crecer. La esperanza de vida media desde el diagnóstico del tumor fue de 349 días, siendo mayor en los gatos que recibieron terapia adyuvante y fueron reintervenidos en caso de reobstrucción ureteral tras la colocación del stent.

Las complicaciones quirúrgicas por la implantación de estos dispositivos fueron raras, destacando un hematoma pélvico y una obstrucción ureteral secundaria a una oclusión del stent en su unión con la vejiga. En cuanto a las infecciones de tracto urinario (ITU), la prevalencia fue del 21% antes de la cirugía y del 36% en el periodo postquirúrgico, si bien el 20% de las mismas no se asociaron con signos clínicos. Además, la prevalencia de ITU fue parecida en gatos con SUB y en gatos con stent ureteral.

En conclusión, los autores afirman que la utilización de bypass ureterales subcutáneos y stents ureterales es una opción viable para lograr la descompresión rápida de la vejiga y los riñones en gatos con carcinoma de células transicionales. Si bien resulta fundamental que los pacientes reciban terapia adyuvante para el tumor y sean intervenidos de nuevo en caso de reobstrucción