Investigadores logran medir la actividad cerebral en gatos despiertos para estudiar el dolor asociado a la osteoartritis

Un equipo de investigadores ha demostrado la viabilidad de usar electroencefalografía (EEG) en gatos despiertos para estudiar la actividad cerebral relacionada con el dolor crónico. El estudio, pionero en aplicar esta técnica de forma no invasiva en felinos, analizó respuestas cerebrales a estímulos sensoriales como la luz y ciertos olores, revelando patrones que podrían ayudar a entender y tratar mejor el dolor en gatos con osteoartritis.

06/11/2024

Un equipo de investigadores ha desarrollado un método no invasivo para registrar la actividad cerebral en gatos conscientes utilizando electroencefalografía (EEG), abriendo nuevas oportunidades en el estudio del procesamiento sensorial y el dolor crónico en estos animales. El estudio, liderado por Aliénor Delsart y Aude Castel, ha mostrado que es ...

Un equipo de investigadores ha desarrollado un método no invasivo para registrar la actividad cerebral en gatos conscientes utilizando electroencefalografía (EEG), abriendo nuevas oportunidades en el estudio del procesamiento sensorial y el dolor crónico en estos animales. El estudio, liderado por Aliénor Delsart y Aude Castel, ha mostrado que es posible registrar potenciales relacionados con eventos (ERP) en gatos afectados por osteoartritis (OA), una condición que provoca dolor crónico y sensibilización somatosensorial.

La técnica emplea electrodos de superficie dorados para registrar la actividad cerebral en respuesta a estímulos mecánicos y olfativos, así como a exposiciones de luz de diferentes longitudes de onda. Entre los hallazgos destaca que los estímulos mecánicos y olfativos producen respuestas distintas en el EEG, lo que permite identificar patrones cerebrales específicos vinculados al dolor crónico. Además, el estudio reveló que el color de la luz afecta la actividad cerebral, con una respuesta significativamente diferente ante la luz azul en comparación con el verde y el rojo.

Este método podría revolucionar la forma en que se aborda el manejo del dolor en animales, permitiendo estudios en gatos despiertos sin interferir en su percepción sensorial.