El artículo "Use of liposomal bupivacaine in cats undergoing gastrointestinal surgery is associated with lower doses of full m-opioid agonists postoperatively", publicado por la revista Journal of Feline Medicine and Surgery, llega a la conclusión de que la administración de bupivacaína liposomal al finalizar cirugías gastroentéricas disminuye la dosis de ...
El artículo "Use of liposomal bupivacaine in cats undergoing gastrointestinal surgery is associated with lower doses of full m-opioid agonists postoperatively", publicado por la revista Journal of Feline Medicine and Surgery, llega a la conclusión de que la administración de bupivacaína liposomal al finalizar cirugías gastroentéricas disminuye la dosis de agonistas completos de los receptores m-opioides tras la cirugía, lo que demuestra el efecto analgésico de este anestésico local.
Los cuidados postoperatorios de las cirugías de aparato digestivo en gatos se centran en asegurar una correcta analgesia y un adecuado soporte de la función gastrointestinal, para lo que se suelen administrar antieméticos y otros fármacos que ayuden a reducir la regurgitación y el íleo.
Sin embargo, las opciones analgésicas en estas circunstancias son escasas, ya que tanto los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como los corticoesteroides producen efectos perjudiciales sobre el aparato digestivo, como un mayor riesgo de ulceración y un retraso en la curación. Por ello, los opioides suponen la opción más empleada en estos casos, a pesar de que pueden reducir la motilidad gástrica y producir náuseas.
Agonistas parciales
La utilización de analgésicos locales como terapia analgésica coadyuvante ya es común en la práctica veterinaria porque ha demostrado reducir la dosis de otros fármacos analgésicos en el periodo postquirúrgico. Así, el objetivo de este estudio fue evaluar la utilización de opioides tras cirugías digestivas en gatos que recibieron bupivacaína liposomal antes del cierre de la cavidad abdominal.
Los resultados demuestran que las necesidades postoperatorias de agonistas completos de los receptores m-opioides fue menor en los gatos en que se administró bupivacaína liposomal al final de la cirugía. Tanto la analgesia de los gatos que recibieron el anestésico local como la de aquellos que no la percibieron fue controlada mediante bolos de opioides.
De esta manera, los pacientes felinos que obtuvieron anestesia local coadyuvante necesitaron una menor cantidad de bolos de agonistas completos de los receptores m-opioides, pero recibieron más bolos de agonistas parciales que el otro grupo de gatos. Esto se debe a que los primeros requirieron de menos analgesia en el periodo postquirúrgico, lo que permitió reducir el uso de agonistas completos, como la metadona, y sustituirlos por agonistas parciales, como la buprenorfina, los cuales tienen un efecto analgésico menor.
En los centros donde se realizó el estudio, se utilizó maropitant como antiemético de primera opción y, en caso de que no resultara eficaz, se administró ondansetrón. Los gatos que recibieron bupivacaína demandaron una mayor cantidad de maropitant, pero menor de ondansetrón que el resto de pacientes. Esto pudo deberse a que las regurgitaciones se controlaron con el antiemético de primera opción, sin necesidad de recurrir al ondansetrón.
En conclusión, los autores afirman que la utilización de bupivacaína liposomal reduce la dosis necesaria de agonistas completos de los receptores m-opioides en el periodo postoperatorio de gatos sometidos a cirugías digestivas. Por el contrario, estos pacientes recibieron una mayor cantidad de agonistas parciales, lo que sugiere una desescalada en la analgesia.