Un reciente estudio ha revelado que el patrón de pliegues en la piel del rinario, o nariz desnuda de los mamíferos, se forma a través de un proceso de autoorganización mecánica. Este hallazgo, liderado por el equipo de investigación de Michel C. Milinkovitch en Suiza y publicado en Current Biology, ...
Un reciente estudio ha revelado que el patrón de pliegues en la piel del rinario, o nariz desnuda de los mamíferos, se forma a través de un proceso de autoorganización mecánica. Este hallazgo, liderado por el equipo de investigación de Michel C. Milinkovitch en Suiza y publicado en Current Biology, muestra que estos pliegues no se desarrollan a partir de señales químicas o moleculares como otros patrones en el cuerpo, sino que son el resultado de un crecimiento restringido y mecánicamente guiado de la capa basal de la epidermis, en combinación con una red subyacente de vasos sanguíneos rígidos.
La investigación, que empleó microscopía de luz estructurada y modelos de simulación, incluyó muestras de rinarios de vacas, perros y hurones en distintas etapas de su desarrollo embrionario. Los resultados muestran que los pliegues de la piel se forman donde la capa epidérmica encuentra rigidez en los vasos sanguíneos subepidérmicos, que actúan como puntos de soporte y concentran la tensión mecánica en la superficie. Este proceso permite que la epidermis forme pliegues poligonales característicos que se adaptan al patrón de los vasos sanguíneos, lo que facilita la retención de fluidos en la nariz y mejora la captación de moléculas olfativas.
Los investigadores también observaron que este patrón, denominado "información posicional mecánica", es distinto en cada especie, ya que los vasos sanguíneos se distribuyen de forma estocástica, generando variaciones individuales en el diseño de los pliegues.