El cambio de hora y el frío: Recomendaciones de la RSCE para cuidar a tu perro

Con la llegada del frío y las lluvias, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha compartido consejos útiles para cuidar a los perros durante esta transición estacional. Desde ajustar los paseos y la alimentación, hasta prestar atención a su salud y abrigo, estas recomendaciones buscan asegurar el bienestar de nuestras mascotas en los meses más fríos, mientras disfrutan de la temporada con seguridad y energía.

24/10/2024

El frío y las fuertes lluvias parecen haberse instalado en la península esta semana. Esta bajada drástica de temperaturas unida al cambio de hora en apenas unos días afecta a todos los miembros del hogar, incluidos los perros de compañía. Por ello, para facilitar la transición hacia el frío y ...

El frío y las fuertes lluvias parecen haberse instalado en la península esta semana. Esta bajada drástica de temperaturas unida al cambio de hora en apenas unos días afecta a todos los miembros del hogar, incluidos los perros de compañía. Por ello, para facilitar la transición hacia el frío y disfrutar al máximo de esta época del año, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha preparado una serie de consejos útiles para canes y dueños.

# Paseos para mejorar el humor

Los perros, como las personas, pueden sufrir el Síndrome Afectivo Estacional. Menos horas de luz, temperaturas más frías y días más cortos, acaban por afectar al ánimo. Si nuestra mascota se muestra más cansada o alicaída de lo normal, los paseos al aire libre con luz solar ayudarán a que mejore su humor. Además, con el cambio de hora, adelantar progresivamente la rutina de comidas y paseo, favorecerá la transición al frío.

# Mantén una buena rutina de cepillado

Al igual que los árboles de hoja caduca mudan sus hojas, los cambios de clima hacen que el pelo se caiga más. Para evitarlo, es importante el lavado y cepillado diario, ya que fortalecerán su cuero cabelludo. Y también tener en cuenta la raza de perro pues no todas tienen el mismo comportamiento. Por ejemplo, el husky siberiano o el samoyedo, se adaptan mejor a bajas temperaturas debido a su mayor grasa corporal y un pelaje abundante. Por el contrario, los perros de pelo corto y de menos de diez kilos, lo pasarán algo peor, pues tienen menos grasa, pelo y, por tanto, menos tolerancia al frío.

# Atención a patologías previas

Hay que prestar especial atención a los perros con patologías previas, como enfermedades respiratorias o cardíacas, ya que son más vulnerables a desarrollar infecciones pulmonares como la neumonía. En el caso de los cachorros, el riesgo es todavía mayor, ya que no tienen su sistema inmunitario plenamente desarrollado.

# Una alimentación enérgica, pero sana

El frío hace que el cuerpo gaste más energía, por lo que será necesario un mayor consumo calórico. Más acusado si pasa mucho tiempo en el patio o jardín. Ahora bien, hay que tener cuidado con su alimentación para no generar sobrepeso. Un perro con frío puede volverse más casero, lo que supone menos actividad y ejercicio físico.

# El calor humano, le ayuda a combatir el frío

Algunos signos de que el perro tiene frío son los escalofríos o temblores, acercarse al dueño en busca de calor corporal y realizar movimientos lentos por rigidez muscular. Para mantenerse a tono, es recomendable acercarlos a una fuente de calor con cuidado y mantenerlo en casa a una temperatura adecuada, sobre todo en aquellas razas de perro con menos pelaje, como los chihuahuas o los galgos.

# Calefacción sí, pero moderada

En casa hay que tener cuidado con la calefacción y no sólo por la factura. Es mejor ponerla suave antes de salir a la calle, para evitar cambios bruscos de temperatura. Hay que tener en cuenta que los perros tienen un pelaje que los protege de manera natural del frío y de las inclemencias del tiempo, por lo que el choque entre ambientes muy cálidos y las bajas temperaturas de la calle, puede afectar la función termorreguladora del can.

# Evitar paseos nocturnos

Con la llegada del frío, es recomendable evitar los paseos en noche cerrada, cuando las temperaturas son más bajas. Es mejor pasear al perro por la tarde antes de que anochezca, intentando hacerlo a las horas menos frías. Si no es posible, siempre se pueden realizar paseos más cortos.

Además, el cambio de hora otoñal adelanta la caída de la noche, lo que puede hacer que el perro se sienta más desorientado, aumentando el riesgo de que se extravíe.  Por ello, se recomienda tomar medidas preventivas para ver mejor en la oscuridad, como el uso de collares y chalecos reflectantes. Aunque el microchip obligatorio es imprescindible para poder encontrarlo con la mayor rapidez posible y evitar algún que otro disgusto.