"Las investigaciones apuntan, muchas veces, a la traumatología y ortopedia humana"

El servicio de traumatología y ortopedia veterinaria cada vez cobra mayor importancia. En el hospital Anicura Vetsia se convierte en uno de los pilares, con investigación y tratamiento especializado y la realización de procedimientos como medicina regenerativa, prótesis total de cadera, artroscopia o cirugía del ligamento cruzado craneal.

07/10/2024

Los especialistas distinguen entre perros y gatos a la hora de hablar de la traumatología y ortopedia. Así lo remarca Saúl Treceño Mata, cirujano senior en AniCura Vetsia. "Si hablamos de perros, creo que todo el mundo que trabaja en el campo de la traumatología y ortopedia veterinaria estará de ...

Los especialistas distinguen entre perros y gatos a la hora de hablar de la traumatología y ortopedia. Así lo remarca Saúl Treceño Mata, cirujano senior en AniCura Vetsia. "Si hablamos de perros, creo que todo el mundo que trabaja en el campo de la traumatología y ortopedia veterinaria estará de acuerdo en que la lesión del ligamento cruzado craneal (nomenclatura diferente según la nómina anatómica respecto a medicina humana, donde se conoce como ligamento cruzado anterior) es la afección ortopédicmás frecuente", detalla Treceño Mata, quien también explica que, normalmente, y a diferencia de lo que pasa en humanos, se trata de lesiones con un origen degenerativo, en el que poco a poco el ligamento se va desgastando hasta que dice basta. Esto es debido a que la rodilla de los pacientes caninos difiere en su configuración anatómica. "Para entendernos, en el caso de estos últimos, podríamos recurrir a una simple comparación con tres o cuatro elementos sencillos: un carro atado a un árbol con una cuerda, en una superficie que está cuesta abajo. ¿Qué quiere decir esto? Que la cuerda siempre está trabajando, evitando que ese carro se deslice. Si esa cuerda falla, normalmente por fatiga, el carro queda libre y se desplaza. En el caso del ser humano, ese carro simplemente está apoyado en una superficie prácticamente plana, por lo que esa cuerda que lo sujeta apenas trabaja y tiende a romperse por un evento traumático". Otras afecciones que engloban la traumatología en animales son luxación de rótula, especialmente en perros toy; enfermedad del desarrollo del codo canino (antes conocida como "displasia de codo), displasia de cadera, tenosinovitis del tendón del bíceps braquial… y múltiples lesiones de origen traumático que implican fracturas óseas, lesiones parciales o completas de ligamentos, etc."

En el caso de los gatos, "lo que vemos más frecuentemente son pacientes politraumatizados por caídas desde cierta altura, más conocidos como `gatos paracaidistas´, y también por atropellos. La rotura del ligamento cruzado craneal en el gato, por ejemplo, es poco frecuente y no siempre se resuelve de forma quirúrgica; también vemos lesiones asociadas a displasia de cadera, luxaciones de rótula, etc."

Sea el motivo que sea, cada vez son más los pacientes que acuden al veterinario por estos temas: "Esto se debe a que la sociedad ha ido avanzando hacia una cultura de afecto y cariño hacia nuestras mascotas, generándose un mayor sentimiento de preocupación por su bienestar, mientras que la formación de los futuros veterinarios cada vez es más completa y llega a un mayor número de alumnos".

Según Treceño Marta, si nos fijamos en los censos regionales, es evidente que hay un mayor número de perros y gatos en los hogares, lo que aumenta la población susceptible de necesitar un servicio veterinario, ya sea generalista o de alguna especialidad. "En el caso concreto de la traumatología y ortopedia, tiene también una gran importancia la existencia de razas puras, ya que ciertas anomalías o enfermedades están ligadas a la genética de estos individuos", razona.

También existen otros factores como el área geográfica o la situación económica, entre otros, que afectan de forma necesaria al tipo de paciente que acude a la consulta, qué tipo de lesión sufre y el nivel y complejidad del servicio que se va a llevar a cabo. En AniCura Vetsia, "es mucho más frecuente atender pacientes toy con fracturas respecto a perros de gran tamaño, mientras que operamos más perros medianos o grandes con lesiones de ligamento cruzado craneal".

Tratamientos principales en traumatología

Varían mucho en función de la enfermedad o el tipo de lesión de la que se está hablando. Así, según Treceño Mata, en ocasiones, el tratamiento médico es suficiente para el control de ciertas enfermedades en sus estadios más leves, y puede ir desde la administración de suplementos alimenticios hasta medicamentos concretos con años de desarrollo e investigación a sus espaldas; tratamientos con anticuerpos monoclonales o infiltración local de ciertos componentes tales como células madre o factores de crecimiento, elementos basados en el concepto de medicina regenerativa.

"En otras ocasiones, la resolución es únicamente quirúrgica y nuestros pacientes tienen que pasar por quirófano. Sin embargo, aunque pueda parecer lo contrario, muchas veces las lesiones más importantes y que necesitan un tratamiento quirúrgico se suelen resolver de una forma más definitiva y concreta que aquellas más sutiles. Los implantes y técnicas que utilizamos hoy en día están a la vanguardia de la ciencia, con innovaciones constantes en materiales y diseños. Utilizamos una mezcla de conceptos mecánicos, biológicos, fisiológicos, anatómicos… para poder dar siempre la mejor solución a cada problema". Asimismo, el veterinario hace mención aparte para la fisioterapia y rehabilitación, "que siempre resultan de gran ayuda en el manejo de casi cualquier condición ortopédica, postoperatorios… y el control del peso". Una gran cantidad de animales, tanto perros como gatos, padecen sobrepeso, lo que genera una condición inflamatoria sistémica que tiene una repercusión grave en las articulaciones, entre otros sistemas. Un paciente sano comienza por tener un peso adecuado.

Investigaciones y estudios en traumatología veterinaria

En el caso de la cirugía,Treceño Mata destaca que las investigaciones y estudios están muchas veces apuntando a la traumatología y ortopedia humana. "Estamos aún un par de escalones por debajo, a mi modo de ver. Muy probablemente se debe a diversos factores, como que la especialización en veterinaria es privada y no existe una diferenciación en el máximo nivel entre cirugía de tejidos blandos y traumatología y ortopedia, ya que las diplomaturas, europea o americana, engloban toda la cirugía de pequeños animales; o que el volumen de trabajo es mayor para los traumatólogos de humana, además de la diferencia en los recursos económicos que se utilizan en la medicina veterinaria respecto a la medicina humana, lo que retrasa o limita ciertos avances", valora.

A día de hoy no existe todavía a un veterinario especialista únicamente en rodilla, cadera o codo, "algo que es lo habitual en nuestros homónimos de medicina humana". Aún así, resalta que poco a poco se están posicionando cada vez mejor, surgiendo múltiples oportunidades de formación en cada campo de especialidad y, en el caso de la traumatología y ortopedia, empresas de dedicación exclusiva a implantes para veterinaria o ramas de empresas de medicina humana que están dando cada vez más importancia al mundo de la cirugía veterinaria.

En cuanto a los tratamientos no quirúrgicos, "existen múltiples líneas de investigación y avances continuos para el tratamiento de diversas afecciones, como la osteoartrosis, que cada año muestran cambios y novedades que mejoran los resultados de productos anteriores". En cualquier caso, Treceño Mata opina que el denominador común es la progresión y la mejora en todos los campos, algo que se está consiguiendo día a día y "en lo que debemos colaborar todos para seguir avanzando".

El servicio

En AniCura Vetsia son siete cirujanos, con varios referentes a nivel nacional e internacional en el campo de la traumatología y ortopedia, "como José Luis Fontalba, jefe de Servicio y diplomado por el Colegio Europeo de Cirujanos Veterinarios; Francisco Aranda, en período de preparación para el examen de la diplomatura; Carlos Martín, que ya ha comenzado su andadura en la especialidad europea, y yo mismo", explica.

Por lo tanto, todos los pacientes están atendidos siempre por un veterinario con experiencia que pone todos sus conocimientos y habilidades encima de la mesa para resolver cada caso. "Además, cada procedimiento es un examen continuo entre nosotros, donde la exigencia es máxima y ponemos todo nuestro empeño como equipo para que vaya lo mejor posible".

En ocasiones se necesitan pruebas avanzadas de imagen, normalmente estudios tomográficos, donde el servicio de diagnóstico por imagen siempre da su apoyo. "Por otra parte, cuando se trata de pacientes que acuden de urgencia, por un atropello, por ejemplo, nuestro equipo de urgencias y, posteriormente, hospitalización, se encargan de estabilizarlos y facilitarnos mucho el trabajo de cara a realizar una intervención quirúrgica". Y en este apartado, el equipo de anestesia siempre funciona al mejor nivel, utilizando los últimos avances en control del dolor y técnicas de anestesia locorregional para realizar procedimientos cada vez más seguros y eficaces. En el área de quirófano, zona restringida para evitar contaminaciones, cuentan con auxiliares especializados que se aseguran de preparar a cada paciente de forma perfecta y de tener organizado el material necesario para cada caso y procedimiento.

En general, "el conjunto de todas las personas que integran estos servicios siempre funciona al unísono para evitar errores y conseguir los mejores resultados, donde un elemento clave es la comunicación entre departamentos, con los tutores y con las clínicas remisoras, aparte de la calidad humana de cada persona que trabaja en el hospital".

Los retos de la especialidad

Analizando la especialidad de traumatología y ortopedia veterinaria, y "ya hablando como cirugía a nivel general, como la más resolutiva e inmediata de todas, algo que fue clave en que me inclinara por ella. Recuerdo ver durante mis estudios cómo un paciente con una lesión grave entraba en el quirófano y salía con esa lesión corregida. Sentía que la ayuda que se brindaba con la cirugía era inmediata. Hoy en día soy más consciente de que el trabajo nunca acaba en el quirófano y que el seguimiento de cada caso es clave para un buen resultado, pero aun así creo que sigue siendo la especialidad más directa", remarca.

Treceño Mata resalta, además, que indudablemente se requiere de un gran conocimiento teórico, pero también de una gran habilidad manual, razonamiento espacial y delicadeza, lo que la convierte en la especialidad más compleja, pero a la vez más completa. "El mayor reto para mí es el hecho de trabajar a un solo disparo: dependiendo del tipo de cirugía y de en qué momento de ella nos encontremos, podemos tener un pequeño margen para el error, pero en general no existe lugar para el fallo. En traumatología, un milímetro puede significar el éxito o el fracaso de una intervención, por lo que la concentración y la exigencia siempre son totales. Cualquier error se paga, y se llega a pagar muy caro".En cuanto a lo que se puede mejorar, el veterinario considera que depende de cada cirujano y de cada centro. "Creo que un punto importante, y que cada vez gana más peso en nuestra especialidad, es la labor comunicativa y formativa que debemos ejercer. Personalmente considero que tenemos casi la obligación de invertir un mayor número de horas en estos aspectos para que, tanto colegas de otras especialidades como centros de remisión, se familiaricen y se sientan más cómodos a la hora de ver pacientes con una afección ortopédica y les resulte más sencilla la detección precoz de las mismas".

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