El Informe FVE sobre la Escasez de Mano de Obra Veterinaria 2024, elaborado por la Federación de Veterinarios de Europa, señala ese dato como uno de los principales retos a los que se enfrenta la profesión veterinaria. Una problemática que, si bien no es nueva para el sector veterinario de ...
El Informe FVE sobre la Escasez de Mano de Obra Veterinaria 2024, elaborado por la Federación de Veterinarios de Europa, señala ese dato como uno de los principales retos a los que se enfrenta la profesión veterinaria. Una problemática que, si bien no es nueva para el sector veterinario de algunos países europeos, sí se trata de un fenómeno que se está extendiendo de una manera preocupante. Y no solo porque, cada vez, afecta a un mayor número de estados, sino porque parece que se está ampliando esta escasez de profesionales a otros campos de trabajo veternarios.
Obviamente, medir el alcance exacto de la escasez de personal veterinario a nivel nacional y en los diferentes sectores puede ser un desafío importante, si nos atenemos a las limitaciones de los datos, las disparidades regionales y laborales de cada país. Pero el informe destaca que casi todos los miembros de FVE avisan de la escasez de profesionales veterinarios, especialmente en ciertas zonas críticas, como pueden ser las zonas rurales y determinadas áreas como es el caso de la especialidad de veterinaria ganadera.
Mantener una red veterinaria sólida es esencial para garantizar la prevención, la detección temprana y el control rápido de las enfermedades. De ahí que la alarmante escasez de profesionales plantee importantes desafíos que afectan tanto a los veterinarios y a los animales como a los cuidadores de animales y a la sociedad en general. Fundamentalmente, porque pone en peligro el ecosistema y obstaculiza el desarrollo económico. Por ello desde la FVE se aboga por garantizar una red veterinaria sólida que aborde los diversos desafíos relacionados con la salud animal, la salud pública y la sostenibilidad económica y ambiental. A su vez, los países miembros están poniendo en marcha diversas medidas para atajar el problema que van desde aumentar las plazas de estudiantes en las facultades de veterinaria o la creación de una red de veterinarios financiados por el Estado (es el caso de los países nórdicos, Rumanía y Grecia), al apoyo financiero a los veterinarios que ejercen en zonas rurales, pasando por programas de tutoría para jóvenes graduados o la creación de un plan veterinario que ofrezca subvenciones a los servicios veterinarios (en países como Francia, Rumanía, Escocia y España).
Europa cuenta, actualmente, con cerca de 330.000 veterinarios. Un número que ha ido creciendo en las últimas décadas y que contrasta con el número de veterinarios activos, que se ha ido reduciendo en los últimos años. Y aunque los profesionales veterinarios europeos desempeñan un papel crucial en las comunidades rurales y remotas, pues contribuyen al sector agrícola (vital para la economía y la seguridad alimentaria europea), es cierto que, cada año, hay menos veterinarios que se decantan por trabajar con el ganado. Una coyuntura que ha desencadenado el cierre de clínicas veterinarias en zonas rurales hasta llegar a la situación actual, donde casi todos los países europeos advierten de la escasez de profesionales veterinarios en estas zonas, con el consiguiente efecto negativo en la bioseguridad, la salud y el bienestar de los animales. Lo cual es especialmente preocupante en situaciones de brotes de enfermedades, como la gripe aviar, PPA, etc. Los servicios veterinarios en las zonas rurales no son un lujo; al contrario, son un bien público esencial para proteger la salud, la inocuidad de los alimentos y combatir las enfermedades zoonóticas
Poco atractivo profesional
Es obvio que, a lo largo de los últimos años, la demanda de servicios veterinarios ha ido en aumento debido a factores como el hecho de que exista un mayor número de hogares en toda Europa que cuentan con uno o varios animales de compañía, así como una mayor concienciación de la importancia de los servicios de salud animal, el crecimiento de la población y el aumentode la demanda de alimentos de origen animal y su comercio. De tal manera que la tendencia hacia la especialización dentro de la medicina veterinaria puede dar lugar a una escasez de veterinarios con experiencia en determinadas áreas. Sobre todo, porque, últimamente, la mayoría de los veterinarios están dedicándose al cuidado de los animales de compañía (un 71 %), mientras que la cantidad de veterinarios que trabajan con ganado sigue disminuyendo de forma constante a lo largo de los años. De hecho, al ganado vacuno se dedican un 23 % de los profesionales veterinarios, al equino, un 21 % y al cerdo, un 13 %. La falta de veterinarios en las zonas rurales está motivada por el amplio éxodo de la población a las zonas urbanas, una evidencia que refuerza la gravedad y urgencia del problema.
Y no solo se debe a la preferencia por orientar la práctica veterinaria a los animales de compañía debido a, entre otras razones, las aspiraciones profesionales de cada uno y a que la mayoría de los estudiantes señalan el bienestar animal como el principal impulsor para emprender una carrera veterinaria. Sino que la falta de atractivo de las zonas rurales junto a la ausencia de servicios e infraestructuras en estas zonas dificulta las aspiraciones sociales actuales de las generaciones más jóvenes, que buscan lograr un equilibrio perfecto entre trabajo y vida privada.
Por otro lado, las duras y complicadas condiciones de trabajo hacen que la práctica rural sea poco atractiva para la mayoría, además de que estas condiciones desfavorables pueden provocar un aumento del estrés y agotamiento, por lo que, al final, se termina abandonando. De igual manera, el aumento de la corporativización de la profesión veterinaria, como modelo de negocio importante en el sector, y cuyo atractivo radica en un horario más equilibrado, clínicas bien equipadas, sistemas de apoyo y unos ingresos estables, tiende a asentarse en el sector de los animales de compañía y, fundamentalmente, en las zonas urbanas, pues se trata de un mercado más rentable. Tanto es así que muy pocas empresas se dedican a la práctica veterinaria de los animales de granja. Por último, destacar que, según el informe de la FVE, en la mayoría de los países, los gobiernos suelen contratar algunas tareas a los veterinarios privados (como, por ejemplo, la vacunación obligatoria y las actividades de prevención de enfermedades), por lo que estas adquisiciones públicas constituyen una parte importante de la carga de trabajo de los profesionales privados en las zonas rurales.
De ahí que abordar la escasez de profesionales veterinarios en Europa requiera de un enfoque multifacético que implique a todas las partes interesadas, es decir, gobiernos, instituciones educativas, organizaciones profesionales y la comunidad veterinaria, lo que permita conocer, de primera mano, el alcance del problema y las áreas más problemáticas. En este sentido, desde la FVE señalan la importancia de que las partes interesadas trabajen en colaboración y se adapten a la hora de abordar la escasez de veterinarios, poniendo el foco en el seguimiento y la evaluación continuos de estas estrategias, con el objetivo de ayudar a perfeccionar los enfoques y garantizar su eficacia a lo largo del tiempo.
Porque, como señalan los expertos, las consecuencias de la escasez de profesionales veterinarios en las zonas rurales pueden ser nefastas. Entre otros aspectos, puede traer consigo problemas relacionados con la salud y el bienestar animal, ya que afecta a la labor preventiva y al diagnóstico precoz, que es especialmente importante en el caso de las enfermedades de declaración obligatoria. Esto puede dar lugar a brotes de enfermedades que, si se derivan en la pérdida de ganado, redundará negativamente en los beneficios económicos, que también disminuyen. Y esto dará lugar a la contracción de la economía agrícola en zonas rurales. La escasez de veterinarios dificulta aún más el desarrollo del sector ganadero y de las zonas rurales en general. De hecho, se ha comprobado que algunas empresas ganaderas de toda Europa están teniendo que cerrar y que el número de explotaciones pequeñas y familiares se ha reducido sustancialmente en la última década. Algo especialmente preocupante dada la contribución de las zonas rurales a la cadena de suministro de alimentos.
Por ello, aunque no existen soluciones milagrosas, desde la FVE sí apuntan algunas medidas que pueden contribuir a paliar el grave y preocupante problema de la escasez de personal veterinario. Así, entre algunas de esas principales medidas, altamente necesarias, destacan la realización de estudios económicos de mercado, a nivel nacional y de la UE, para estimar el alcance de la escasez de profesionales y poder llevar a cabo una prospectiva de futuro. Disponer, asimismo, de un presupuesto lo suficientemente amplio para poder financiar los servicios veterinarios, la prestación de servicios veterinarios en zonas no rentables pero necesarias, los servicios de urgencia, ayudas, incentivos, financieros, etc.; promover la permanencia y el retorno al sector veterinario o concienciar a la población, en general, de la importancia de la profesión veterinaria para la sociedad, en todos sus aspectos.
Problema europeo
La respuesta de los países a esta complicada situación se centra en tres pilares básicos: reclutar, retener y reincorporar a los veterinarios a la profesión y cuya puesta en marcha se centra, principalmente, en tres áreas principales: apoyo educativo, apoyo legislativo y financiero, y apoyo por parte de la comunidad. En el ámbito educativo, las propuestas pasan por aumentar las capacidades de las facultades de veterinaria. De hecho, varios países de nuestro entorno han invertido en ampliar el número de plazas de estudiantes en las facultades de veterinaria o, incluso, han llegado a potenciar nuevas facultades de veterinaria en áreas rurales para atraer a una población estudiantil más diversa. Junto a ello, la puesta en marcha de programas de tutoría para apoyar a los estudiantes, tanto a lo largo de su educación como en las primeras etapas de su carrera, favoreciendo, asimismo, el desarrollo profesional continuo para alentar a los veterinarios a mantenerse actualizados sobre los últimos avances en el campo, o crear oportunidades para que los veterinarios se especialicen en áreas de alta demanda, por medio de programas de capacitación específicos. Destacar que este tipo de programas de tutoría brindan orientación y apoyo a los recién graduados que pueden beneficiarse de colaborar, personalmente, con veterinarios experimentados que comparten sus conocimientos, les ofrecen asesoramiento profesional y les ayudan a superar los distintos desafíos del desempeño profesional.
Por último, determinados países también ofrecen prácticas en centros veterinarios para los estudiantes, centradas en la práctica veterinaria rural y ganadera. Por ejemplo, las facultades de veterinaria en Francia ofrecen este tipo de pasantías tutorizadas, financiadas por el gobierno, y que ofrecen formación personalizada de la mano de un veterinario rural experimentado y una profunda inmersión en la práctica rural.
En el ámbito legislativo, varios países de nuestro entorno han desarrollado una serie de incentivos para que los veterinarios trabajen en zonas rurales y en aquellas otras más desatendidas, tales como garantizar que se mejoren las condiciones de trabajo, buena remuneración, programas de condonación de préstamos o incentivos financieros para establecer consultorios e iniciativas de telemedicina para prestar servicios veterinarios en regiones menos transitables. Por otro lado, en países como Finlandia, Grecia, Noruega y Suecia es obligatorio que los servicios veterinarios se organicen y financien a nivel municipal o regional, de manera que se garantice la salud ani- mal esencial en todo el territorio, incluidas las zonas rurales. Mientras que otros, como Rumanía, España, Escocia y Francia, un sistema de financiación pública sufraga los servicios veterinarios en pequeñas y medianas explotaciones rurales o zonas identificadas en riesgo. Unas medidas que aumentan la demanda de servicios veterinarios, lo que hace más plausible la creación de una empresa veterinaria rentable, al tiempo que garantiza el cuidado de la salud de los animales.
En este sentido, FVE, como federación europea, colabora con sus miembros en promover la armonización de las normas reglamentarias entre los países, dado que la escasez de veterinarios es un problema multifactorial, además de abordar los desafíos comunes y explorar oportunidades para la movilidad interestatal de los profesionales veterinarios. De igual manera, fomenta la colaboración entre las asociaciones veterinarias, los organismos, las partes interesadas de la industria y las instituciones educativas para tratar de abordar, identificar y responder a las tendencias emergentes en el campo, por medio de una colaboración proactiva. De vital importancia es la Ley de Sanidad Animal, que introdujo las visitas sanitarias obligatorias para los animales y que entró en vigor en abril de 2021, cuyo objetivo es fomentar la labor preventiva veterinaria. Así como la nueva Política Agrícola Común (PAC), que presta especial atención a las zonas rurales. De hecho, los veterinarios están incluidos en algunos de los objetivos, especialmente en el pilar Salud, Alimentos y Resistencia a los Antimicrobianos, que busca promover e incentivar el desarrollo de los planes de granja. Finalmente, desde la federación se apuesta por la gestión inteligente de la práctica veterinaria mediante el uso de la infraestructura ya disponible para otros fines. Para ello, se alienta a los profesionales veterinarios a ampliar su red de cooperativas con otras profesiones sanitarias, entre ellos, médicos, dentistas, laboratorios, etc., de tal manera que se pueda prestar servicios de alto nivel (como radiografía, ecografía, pruebas de laboratorio, etc.) de forma sostenible y que redunde, en el futuro, en beneficio de mejorar el enfoque de Una Sola Salud.
Desigualdad regional
Y aunque las razones pueden variar según las regiones y los territorios, es cierto que la escasez de veterinarios se está convirtiendo en un problema que envergadura. De ahí que desde la FEV apuesten por aplicar diferentes tipos de medidas para maximizar los resultados y abordar los distintos aspectos en un esfuerzo conjunto.
En el caso concreto de nuestro país, el informe de la Federación de Veterinarios de Europa destaca que existe una sobreoferta de licenciados en veterinaria, pero se distribuyen de forma desigual en las distintas áreas. Asimismo, según dicho análisis, la práctica clínica rural se enfrenta a una escasez de profesionales debido a una serie de factores, entre los que destacan los cambios en la estructura del sector agrícola (debido a una disminución del número de granjas y al aumento de la producción intensiva, que ha llevado a una reducción de la demanda de servicios veterinarios en las zonas rurales); el aumento de la demanda de servicios veterinarios especializados en animales de compañía en contextos urbanos, que generan más oportunidades de empleo; el desarrollo de áreas de especialidad como medicina interna, cirugía, dermatología, oncología veterinaria, etc., que, por lo general, se encuentran en entornos urbanos que es donde se pueden encontrar clínicas veterinarias y hospitales con equipos y recursos especializados.
Por otro lado, se apunta a que tanto los cambios demográficos de la población como las preferencias de los veterinarios (en aspectos relacionados con la calidad de vida, las oportunidades de desarrollo profesional o las opciones de ocio y culturales, por ejemplo), también contribuye a ese desequilibrio. En otro orden de cosas, también queda reflejado el hecho de que, desde el punto de vista de los veterinarios más jóvenes, existe un desconocimiento o una imagen distorsionada de la figura del veterinario que trabaja en el sector de los grandes animales, lo cual dificulta, sobremanera, en la decisión final.
Según los medios especializados en el ámbito veterinario, otra dificultad existente en nuestro país es el problema a la hora de incorporar veterinarios en las clínicas. Esto contrasta con el número de veterinarios que se gradúan cada año y que desean trabajar en clínicas de pequeños animales, lo cual puede deberse a cuestiones relacionadas con las condiciones de trabajo. Aparte de las estrategias generales para hacer frente a la despoblación rural y las subvenciones a los agricultores debido, sobre todo, a que no se están aplicando muchos incentivos o políticas fiscales al respecto. Por otro lado, el informe destaca que, en los últimos años, se ha vislumbrado un aumento de la emigración de recién titulados universitarios a otros países, sin ejercer realmente en España. Si bien, en muchos casos, se trata de estudiantes de otros países que deciden estudiar en España y, posteriormente, regresan a sus países de origen.
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