La Ley de Bienestar Animal se enfrenta desafíos en su implementación tras casi un año de vigencia

Según Ruth Tutusaus, docente del Curso de Adiestramiento Canino de CEAC, "la falta de personal e infraestructura para inspecciones es uno de los mayores obstáculos para aplicar la ley correctamente"

25/09/2024

La Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor hace casi un año, representó un avance decisivo hacia la protección y el cuidado de los animales en España. Su objetivo es claro: garantizar el respeto por la vida y el bienestar de todos los animales, sean domésticos o de granja. ...

La Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor hace casi un año, representó un avance decisivo hacia la protección y el cuidado de los animales en España. Su objetivo es claro: garantizar el respeto por la vida y el bienestar de todos los animales, sean domésticos o de granja. Sin embargo, casi un año después de su implantación, persisten dificultades que ponen en riesgo su efectividad, como señalan expertos en el sector y organizaciones como la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA).

Al hilo de estas reflexiones, Ruth Tutusaus, docente del Curso de Adiestramiento Canino de CEAC, destaca que "la ley ha generado un mayor interés en la sociedad por el bienestar de los animales. Muchas personas han optado por trabajar en la mejora del comportamiento de los perros, por ejemplo, para cumplir con las nuevas normativas y evitar conductas que puedan resultar en sanciones ". No obstante, recalca que la normativa ha encontrado obstáculos importantes en su implementación, sobre todo por la falta de personal e infraestructura para llevar a cabo inspecciones eficaces.

Desafíos en la aplicación de la Ley de Bienestar Animal

Una de las principales críticas hacia la aplicación de la ley es su desigualdad en distintas partes del país. Mientras que en áreas urbanas ha habido un mayor esfuerzo por implementarla, las zonas rurales y el sector ganadero han enfrentado dificultades debido a la falta de recursos y la complejidad de adaptarse a las nuevas normativas. Esto ha generado una disparidad en el cumplimiento, dejando algunos sectores más vulnerables a la aplicación laxa de la ley.

Tutusaus hace hincapié en que, "si bien hay avances importantes, como la prohibición del sacrificio de animales domésticos en refugios y el uso obligatorio de microchips, quedan otros aspectos como el bienestar en las explotaciones ganaderas intensivas, donde su implementación ha sido deficiente debido a la falta de inspecciones y controles adecuados". Desde el equipo académico del curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario de Nubika comparten esta preocupación y aluden a estudios de la Comisión Europea que revelan que más del 90% de los europeos considera que las prácticas ganaderas deben cumplir unos requisitos éticos básicos. "Los derechos de estas especies también deben protegerse", remarcan.

A esto se suma, según la profesora de CEAC, que el comercio de animales "sigue siendo un área poco regulada y es difícil asegurar que se respeten los estándares de bienestar". De hecho, esta cuestión es cada vez más importante para la sociedad, tal y como pone de relieve un estudio de Statista. Este indica que países como Alemania, Brasil, España o México están cada vez más concienciado al respecto.

Objetivos conseguidos con la Ley de Bienestar Animal

Cuando se aprobó la ley, se temía que las nuevas obligaciones pudieran llevar a un incremento en los abandonos, pero el balance es desigual. Los datos disponibles indican que no se ha producido un aumento considerable en estos como se temía en un principio, aunque organizaciones como FAADA sí reportan un aumento del 10-15% en el primer año de aplicación de la ley. Este ligero incremento no puede atribuirse exclusivamente a la normativa, si bien pone de manifiesto la necesidad de seguir reforzando las campañas de concienciación y de adopción frente a la compra de mascotas.

Las cifras de los distintos informes y el balance de expertos como Tutusaus o el equipo docente de Nubika demuestran que la calidad de vida de los animales es una preocupación creciente en toda Europa, lo que subraya la importancia de continuar mejorando las normativas y su aplicación.