Un nuevo estudio internacional ha identificado las especies de vida silvestre presentes en el mercado de Huanan en Wuhan, China, que probablemente dieron origen al SARS-CoV-2, el virus responsable de la pandemia de COVID-19 a finales de 2019. Publicado en la revista Cell, el estudio se basa en un análisis ...
Un nuevo estudio internacional ha identificado las especies de vida silvestre presentes en el mercado de Huanan en Wuhan, China, que probablemente dieron origen al SARS-CoV-2, el virus responsable de la pandemia de COVID-19 a finales de 2019. Publicado en la revista Cell, el estudio se basa en un análisis de datos genéticos proporcionados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China (CDC). Los datos incluyen más de 800 muestras recolectadas en y alrededor del mercado desde el 1 de enero de 2020, junto con genomas virales de los primeros pacientes de COVID-19.
El 1 de enero de 2020, investigadores del CDC chino llegaron al mercado de poco después de su cierre para recoger muestras de superficies como pisos, paredes y jaulas en los puestos donde se vendía vida silvestre. Aunque no encontraron muchos animales vivos, tomaron muestras de los entornos donde se mantenían, incluyendo drenajes y desagües. Utilizaron una técnica de secuenciación metatranscriptómica que permite obtener secuencias de ARN y ADN de todos los organismos presentes en las muestras, incluidos virus, bacterias, plantas, animales y humanos.
El estudio reveló que el SARS-CoV-2 estaba presente en algunos de los mismos puestos donde se vendían animales como perros mapache y gatos civeta. Estos animales son pequeños mamíferos carnívoros que, según el estudio, podrían haber actuado como posibles intermediarios en la transmisión del virus. Sin embargo, muchos de estos animales clave ya habían sido retirados antes de la llegada de los equipos del CDC, lo que impide una prueba directa de infección.
Florence Débarre, coautora del estudio y científica del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, explicó que, aunque no se puede probar que los animales estuvieran infectados, los datos muestran la presencia de "fantasmas" de ADN y ARN de estos animales en las muestras ambientales. "Estamos viendo los restos de estos animales en las mismas áreas donde se encontró el virus", indicó Débarre. Esto sugiere que había animales infectados en el mercado, creando un escenario propicio para el salto del virus a los humanos.
Michael Worobey, jefe del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Arizona y coautor del estudio, advirtió sobre los peligros de colocar animales salvajes portadores de virus en contacto con humanos en mercados urbanos. "No todos esos virus tienen el potencial de iniciar una pandemia, pero cuando los traes, es como una chispa en una caja de yesca", comentó Worobey. El estudio también analizó los primeros genomas virales, proponiendo que muy pocos humanos, si es que hubo alguno, estaban infectados antes del brote en el mercado.
Worobey destacó que, aunque ha aumentado la atención sobre la seguridad en los laboratorios desde el inicio de la pandemia, se ha hecho sorprendentemente poco para reducir el riesgo de que un virus salte nuevamente de la vida silvestre a los humanos. "Necesitamos tomar acciones concretas para detener la peligrosa práctica de traer animales vivos con patógenos potencialmente pandémicos a áreas urbanas densamente pobladas", concluyó Worobey.
El estudio ofrece la imagen más completa hasta la fecha sobre las especies animales en el mercado de Wuhan que podrían haber actuado como intermediarias en la transmisión del virus, proporcionando una valiosa lección sobre los riesgos asociados con la interacción entre la vida silvestre y los humanos en entornos urbanos.