El artículo "The Effect ofMetronidazole versus a Synbiotic on Clinical Course and Core Intestinal Microbiota in Dogs with Acute Diarrhea", publicado por la revista Veterinary Sciences, concluye que el uso de simbióticos en el tratamiento de diarrea aguda en perros obtiene resultados similares al del metronidazol. Por el contrario, la ...
El artículo "The Effect ofMetronidazole versus a Synbiotic on Clinical Course and Core Intestinal Microbiota in Dogs with Acute Diarrhea", publicado por la revista Veterinary Sciences, concluye que el uso de simbióticos en el tratamiento de diarrea aguda en perros obtiene resultados similares al del metronidazol. Por el contrario, la administración de este antibiótico produce cambios perjudiciales en la microbiota intestinal de los pacientes, lo que no ocurre al utilizar simbióticos.
La diarrea aguda es una de las principales causas de asistencia veterinaria en perros. No obstante, en la mayoría de los casos, este cuadro no presenta complicaciones y no requiere tratamiento, resolviéndose en un plazo máximo de siete días.
En cuanto a la etiología de esta patología, se suele relacionar con dietas inapropiadas, cambios en la alimentación, estrés, intolerancias o ciertos medicamentos que irritan el tracto gastrointestinal. También puede ser debida a infecciones gastrointestinales autolimitantes, en cuyo caso destacan los enteropatógenos Clostridium perfringens y Escherichia coli.
Aunque se recomienda administrar metronidazol solo en caso de ciertas infecciones bacterianas o protozoarias, este antibiótico se emplea de forma rutinaria en casos de diarrea aguda, lo que genera cierta controversia al favorecer el desarrollo de resistencias a antimicrobianos y afectar perjudicialmente a la microbiota intestinal del paciente.
Escherichia coli superior
El objetivo de este estudio fue el de evaluar el impacto del metronidazol en comparación a la administración de simbióticos en casos de diarrea aguda sin complicaciones en perros.
Los resultados obtenidos denotan la obtención de resultados similares en cuanto a la mejoría del cuadro clínico tanto al emplear simbióticos como metronidazol. Sin embargo, la utilización de metronidazol demostró perjudicar a la microbiota intestinal de los pacientes.
Aunque no se observaron mayores concentraciones de C. perfringens, la población de E. coli fue significativamente superior en aquellos perros tratados con metronidazol. Este aumento se debió a que el metronidazol actúa sobre las bacterias anaerobias, lo que favoreció el crecimiento de E. coli.
Además, estos pacientes mostraron menores concentraciones de Clostridium hiranonis, la cual se considera una bacteria beneficiosa para los perros al convertir los ácidos biliares primarios en ácidos biliares secundarios.
A pesar de que todos los perros tratados con metronidazol consiguieron revertir los cambios producidos en la microbiota, el tiempo de recuperación de la misma fue muy heterogéneo, de forma que, a las 3 semanas de terminar el tratamiento, un tercio de los pacientes tratados con este antibióticos permanecían con alteraciones en su composición. Por el contrario, aquellos pacientes tratados con simbióticos no presentaron disbiosis intestinal.
En conclusión, los autores plantean la sustitución del metronidazol por simbióticos en el tratamiento de diarreas agudas en perros. Así, la administración de este antibiótico produce cambios perjudiciales de la microbiota intestinal, especialmente relacionados con la disminución en la población de Clostridium hiranonis. Por el contrario, los simbióticos demostraron una eficacia semejante en la mejoría del cuadro clínico, lo que pudo ser debido a la beneficiosa modulación que ejercieron sobre la microbiota. Además, su utilización es segura al no favorecer el desarrollo de resistencias antimicrobianas.