La Consejería de Salud Pública ha informado de la detección de un caso de rabia en un gato en la Ciudad Autónoma de Melilla. Este incidente ha llevado a las autoridades a advertir sobre las graves consecuencias de entrar en contacto con animales vagabundos.

La Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública ha confirmado que el diagnóstico positivo de rabia fue realizado mediante la detección de antígeno en el laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. Este es el segundo caso de rabia registrado en Melilla en lo que va de 2024.

El caso corresponde a un cachorro felino de aproximadamente 7 meses de edad, con pelaje rubio. El animal fue avistado por primera vez en el barrio del Real, específicamente en la zona del Parque de educación vial Manuel Ojeda, desde el lunes 22 de julio.

Las autoridades sanitarias han destacado la importancia de evitar el contacto con animales vagabundos y han instado a la ciudadanía a reportar cualquier avistamiento de animales que puedan parecer enfermos o mostrar comportamientos inusuales. La rabia es una enfermedad viral grave que puede transmitirse a los humanos a través de mordeduras o arañazos de animales infectados, y resulta fatal si no se trata adecuadamente.

Medidas de Prevención y Recomendaciones

En respuesta a este caso, la Consejería de Salud Pública ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir la propagación de la rabia:

1. Evitar el Contacto con Animales Desconocidos: Se aconseja no acercarse ni intentar tocar a animales vagabundos, especialmente si muestran signos de enfermedad.

2. Reportar Animales Sospechosos: Los ciudadanos deben informar inmediatamente a las autoridades sanitarias sobre cualquier avistamiento de animales que parezcan enfermos o agresivos.

3. Vacunación de Mascotas: Se recomienda a los dueños de mascotas asegurarse de que sus animales de compañía estén vacunados contra la rabia y que sus vacunas estén al día.

4. Educación Comunitaria: Las autoridades están trabajando en campañas de concienciación para informar al público sobre los riesgos de la rabia y las medidas preventivas.

La detección temprana y la respuesta rápida son cruciales para controlar la propagación de la rabia y proteger la salud pública. La colaboración de la comunidad es esencial para garantizar que este tipo de incidentes se manejen de manera eficaz y segura.