La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido una alerta sobre el incremento en la prevalencia de la bacteria Vibrio en los mariscos a nivel mundial, un fenómeno que se espera que se intensifique especialmente en Europa debido al cambio climático. Según el último informe de la EFSA, las ...
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido una alerta sobre el incremento en la prevalencia de la bacteria Vibrio en los mariscos a nivel mundial, un fenómeno que se espera que se intensifique especialmente en Europa debido al cambio climático. Según el último informe de la EFSA, las aguas de baja salinidad o salobres están particularmente en riesgo de albergar estas bacterias, que pueden causar desde gastroenteritis hasta infecciones graves.
Los científicos de la EFSA, tras una evaluación detallada, han confirmado que el calentamiento global y la disminución de la salinidad en ciertas zonas costeras están creando el ambiente perfecto para que Vibrio spp. prospere. Además, la resistencia a los antibióticos, incluidos los considerados como último recurso, está emergiendo en algunas especies de Vibrio, complicando el tratamiento de las infecciones asociadas.
Vibrio spp. es conocida por su capacidad de causar enfermedades serias en humanos que consumen mariscos crudos o poco cocidos, como las ostras. Las especies más relevantes para la salud pública en la Unión Europea son Vibrio parahaemolyticus, Vibrio vulnificus y Vibrio cholerae non-O1/non-O139, cada una con un potencial patógeno significativo. La prevalencia detectada de V. parahaemolyticus en mariscos es del 20%, mientras que V. vulnificus y V. cholerae no escanalínico se encontraron en aproximadamente el 6% y 4% de las muestras, respectivamente.
Los expertos están instando a los consumidores a tomar medidas preventivas, como asegurarse de que los mariscos estén bien cocidos y evitar el contacto con aguas costeras potencialmente contaminadas. Además, la EFSA recomienda que se realicen más estudios para compilar datos comparables que ayuden a entender mejor el alcance de la resistencia antimicrobiana en estas bacterias y cómo el cambio climático podría afectar su distribución en el futuro.