Un estudio reciente, en el que han participado diversos veterinarios expertos en anestesia, demuestra que pPmobendán, un fármaco para tratar la valvulopatía mitral y la miocardiopatía dilatada en perros, contribuye a mejorar los parámetros de la función cardiaca en perros sénior sometidos a anestesia general, y favorece una mejor respuesta ...
Un estudio reciente, en el que han participado diversos veterinarios expertos en anestesia, demuestra que pPmobendán, un fármaco para tratar la valvulopatía mitral y la miocardiopatía dilatada en perros, contribuye a mejorar los parámetros de la función cardiaca en perros sénior sometidos a anestesia general, y favorece una mejor respuesta postoperatoria.
Se trata de un gran hallazgo porque cada vez hay más perros geriátricos que deben someterse a intervenciones quirúrgicas y que tienen que ser anestesiados, con el riesgo que todo ello implica, ya que debido a su avanzada edad la reserva orgánica disminuye y dificulta su respuesta ante una situación de mayor demanda. Por ello, los resultados de este estudio son especialmente relevantes ya que demuestran que con Pimobendán se logra una estabilización hemodinámica sostenida en el tiempo, un factor clave en este tipo de pacientes.
El estudio, aleatorizado y triple ciego, tenía como objetivo analizar por primera vez los beneficios de la administración intravenosa de pimobendán, a una dosis de 0,15 mg/kg, a perros geriátricos sin patologías cardiacas previas, junto con la anestesia general, durante procedimientos quirúrgicos.
Para ello se realizaron diversas mediciones de una serie de variables hemodinámicas de estos perros, que están presentes en la fase de recuperación posterior a un procedimiento quirúrgico. A unos se les administró Pimobendán junto a la anestesia y a otros no. Los efectos hemodinámicos de los animales tratados con Pimobendán aparecieron desde el primer minuto tras la administración y continuaron durante al menos 20 min. Los profesionales evaluaron los resultados mediante un monitor Doppler esofágico y corroboraron que, tras el uso de Pimobendán y con la pre medicación con dexmedetomidina y metadona, los parámetros de la función cardiaca mejoraban, ya que se producía un aumento del flujo sistólico y de la contractilidad.
Casi todos los fármacos anestésicos provocan alteraciones hemodinámicas, tales como el descenso de la presión arterial, la reducción del gasto cardíaco o la disminución de la perfusión tisular, que potencialmente pueden ser mortales. En perros sénior, además, la función contráctil del miocardio también puede verse reducida si éstos padecen enfermedades inflamatorias o infecciosas graves, que son por las que normalmente deben ser intervenidos.
Diferentes estudios demuestran que el aumento de la contractilidad cardiaca producida por Pimobendán se asemeja al que proporcionan vasopresores como la dobutamina, pero a diferencia de éstos, el efecto de Pimobendán es mucho más duradero y además no presenta efectos secundarios negativos como las arritmias cardiacas o las fluctuaciones graves de la presión arterial, fatales para los pacientes de edad avanzada.
El estudio se ha llevado a cabo con la participación de diversos expertos de AniCura, como José Gómez, jefe médico Anicura Iberia o Ignacio Sández, coordinador del Departamento de Anestesiología y Dolor de AniCura Vetsia Hospital Veterinario, y por los expertos José Ignacio Redondo, del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Cardenal Herrera-CEU y Pablo Donati, del Departamento de Anestesiología y manejo del dolor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires.