La Organización Colegial Veterinaria (OCV) alerta sobre el aumento de casos de zoonosis en todo el mundo y la urgencia de establecer un sistema de prevención integral. Este incremento se debe a factores como la globalización y el cambio climático, que facilitan la rápida transmisión de patógenos y, por tanto, ...
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) alerta sobre el aumento de casos de zoonosis en todo el mundo y la urgencia de establecer un sistema de prevención integral. Este incremento se debe a factores como la globalización y el cambio climático, que facilitan la rápida transmisión de patógenos y, por tanto, la difusión de enfermedades.
Cada año fallecen cerca de veinte millones de personas a causa de una enfermedad de origen animal, pero "son muchas más las vidas que se salvan gracias a la prevención o la acción rápida de aquellos profesionales que nos dedicamos cada día a controlar y gestionar la emergencia y reemergencia de enfermedades zoonósicas", señala la OCV.
Sin embargo, y con motivo del Día Mundial de las Zoonosis, que se celebra cada 6 de julio, la OCV enfatiza en la necesidad de una estrategia que combine vigilancia sanitaria, investigación científica y colaboración interdisciplinar. Este enfoque integral, conocido como Una Sola Salud, no solo es crucial para detectar y controlar brotes actuales, sino para anticipar y prevenir futuras epidemias y pandemias, garantizando así la salud pública y la seguridad global.
Política sanitaria
Además, el máximo órgano representativo de los veterinarios españoles reclama una mayor implicación por parte de los profesionales de la salud humana, animal y ambiental, y la puesta en marcha del concepto One Health a nivel práctico, ya que "aunque la teoría está cada vez más clara, se necesita la creación, desarrollo y aplicación de normativas que transformen este enfoque en herramientas efectivas para las administraciones".
Los próximos pasos -concluye la OCV- se centran en tres bloques fundamentales: la investigación, con el diseño de estrategias de prevención y vigilancia de enfermedades infecciosas; la formación de los distintos actores implicados en la salud global, y una política sanitaria que involucre a las administraciones públicas y a los distintos organismos de salud de manera coordinada a partir de protocolos perfectamente definidos.