Consejos para disfrutar de la playa con tu perro

La Real Sociedad Canina de España (RSCE) advierte de las ventajas y peligros de llevar al perro a la playa y plantea una serie de consejos prácticos para disfrutar juntos y seguros de las vacaciones

03/07/2024

Uno de los placeres más efectivos para combatir una ola de calor es zambullirse en el agua y para los perros no es una excepción. Según la Ley de Costas, las comunidades autónomas son las encargadas de fijar las medidas de acceso a las zonas de playa, pudiendo restringir o ...

Uno de los placeres más efectivos para combatir una ola de calor es zambullirse en el agua y para los perros no es una excepción. Según la Ley de Costas, las comunidades autónomas son las encargadas de fijar las medidas de acceso a las zonas de playa, pudiendo restringir o permitir la entrada a los perros. Andalucía y la Comunidad Valenciana son las regiones con mayor número de playas para ellos.

Ahora bien, a la hora de acudir con perro a la playa es importante tener en cuenta una serie de consideraciones para que, además de divertido, también sea seguro; pues la arena, el agua salada y las altas temperaturas pueden jugar una mala pasada a tu mascota. Es por ello que la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha definido las 7 claves para asegurarse de que nada pueda `aguarte la fiesta´, considerando el lado positivo y negativo de todos los elementos del entorno, la cara y la cruz.

  1. La arena de la playa: mejor que el gimnasio

La cara: La arena ofrece gran variedad de nuevos olores y sensaciones que contribuyen a mejorar la condición física del perro y evitar el sobrepeso, socializar con otros perros y el entorno y reducir el estrés. En el caso de aquellos especialmente activos y que necesitan hacer mucho ejercicio, la arena es una buena opción para controlar su actividad. Se recomienda sacarlos en las horas donde el sol no calienta mucho para evitar los golpes de calor.

La cruz: La temperatura de la arena puede quemar las patitas del perro, por lo que es importante controlarla para evitar heridas en sus almohadillas. Una solución es ponerle unos protectores de calor o que esté siempre debajo de la sombrilla. ¡Esto último siempre será más difícil! Hay que tener también cuidado con la ingestión de arena, ya que puede provocar alteraciones en el sistema gastrointestinal e, incluso, obstrucciones. Es por ello que se debe vigilar que no coman restos, y tener especial cuidado con los anzuelos, que pueden jugar malas pasadas.

  1. Protección solar, por favor

La cara: Al contrario que los humanos, los perros tienen una síntesis cutánea de vitamina D muy baja. Por ello, los perros consiguen la vitamina D que necesitan a través de su alimentación. Aunque el sol puede ser beneficioso para el perro, ya que puede actuar como regulador de la temperatura corporal; ayuda a aliviar dolores en las articulaciones y mejora su humor.

La cruz: La RSCE recomienda el uso de protectores solares y fotosensibles, especialmente en hocico y orejas, para evitar que el perro no sufra lesiones en la piel y así reducir el riesgo de cáncer de piel. También desaconseja afeitarlos, ya que su pelo cumple una función aislante tanto el frío en invierno como el calor en verano.

En el caso de los perros de pelaje corto o albino o en las razas sin piel, como son el Crestado Chino o el Perro sin pelo Mexicano, hay que tener un especial cuidado pues tienen una mayor sensibilidad a la radiación solar y a sufrir lesiones cutáneas.

  1. Al agua, ¿perros?

La cara: El agua del mar puede ser un buen aliado para el perro, ya que tiene propiedades antibacterianas y antimicrobianas, además de aliviar picores y los síntomas producidos por las afecciones en la piel como la sarna. Además, la natación y el caminar en el agua son beneficiosos para las articulaciones del perro y su sistema cardiovascular, al ser un ejercicio de bajo impacto.

La cruz: El agua salada del mar es peligrosa para el organismo si la ingiere, ya que puede provocar hipernatremia, que son elevados niveles de sal en el organismo y que pueden desencadenar una intoxicación gastrointestinal. Por ello, es recomendable llevar siempre agua potable para que beba si tiene sed y así no ingiera agua del mar.

  1. Playa o piscina

La disyuntiva es clara, la RSCE no recomienda que los perros se bañen en las piscinas y, si lo hacen, mejor que sean piscinas desbordantes o con escaleras romanas que faciliten la salida del agua del perro si se agotan para evitar ahogamientos.

La cara: Tomando las medidas adecuadas, un baño es inofensivo en un caluroso día de verano. Reduce la temperatura corporal del perro y minimiza los riesgos de un golpe de calor.

La cruz: Las piscinas usan productos químicos para tratar el agua, por lo que si el perro bebe el agua puede intoxicarse y provocar diarreas, vómitos o problemas oculares. Para evitarlo, recuerda que siempre hay que tener un recipiente con agua potable cerca. Además, si el perro hace pis en la piscina, su mezcla con el cloro genera una composición química cuyo olor es nocivo para los perros.

  1. ¡Cuidado corrientes!

La cara: Las olas y las corrientes pueden ser divertidas para niños, adultos y perros. Pero no todos las razas de perros tienen las mismas capacidades para nadar. Razas como los Retrievers o los Perros de Agua son llamados coloquialmente "perros surferos" y cuentan incluso con campeonatos. El World Dog Surf Championship se celebra cada año en las playas de California, Florida o Australia. En España, la tercera edición del European Dog Surf tuvo lugar en la Playa de la Concha de Suances, en Cantabria.

La cruz: Elegir una zona donde no haya mucha profundidad y no haya corrientes es más adecuado para evitar que el perro no se aleje demasiado de la orilla, aunque siempre se ha de estar pendiente y supervisar para una mayor seguridad. Prestar atención a las banderas de peligro será un indicador para comprobar si es seguro meterse en el agua. Recuerda que la bandera blanca junto a una bandera amarilla o roja indica la presencia de medusas, así que ¡mejor no meterse en el agua!

  1. Ducha después del baño

Es de suma importancia un lavado con agua dulce para retirar los principales restos de suciedad y sal, evitando que el perro ingiera los restos y se intoxique al lamerse la piel. Tras ducharse, hay que secarlo muy bien para evitar la aparición de hongos en la piel o en las orejas.

En los casos de los perros de orejas grandes y caídas como son los Cocker Spaniel, Basset Hound, Labrador o Golden Retriever, hay que tener especial cuidado y secarlas de forma más delicada con una gasa o una tela de algodón esterilizada.

  1. No forzar el baño

Recuerda que si el perro no se quiere bañar, no hay que obligarlo, ya que puede desencadenar problemas de estrés o ansiedad. Además, no todas las razas tienen las mismas capacidades para nadar. Las razas de perros cuya estructura ósea es más alta que larga, no son tan expertos en el agua, como es el caso de los galgos. Los Teckel y los Basset Hound tampoco son buenos nadadores, ya que al tener las patas cortas y los cuerpos largos, nadar les supone un gran esfuerzo.