Los tratamientos quirúrgico y conservador tienen la misma eficacia en las hernias de disco en gatos

Un estudio demuestra que la recuperación de gatos con hernias de disco intervertebrales toracolumbares y lumbosacras es muy parecida independientemente del tratamiento empleado (quirúrgico o conservador). No obstante, los pacientes sometidos a cirugía presentaban peores signos neurológicos antes del tratamiento.

26/06/2024

Un estudio realizado por veterinarios ingleses e italianos ha investigado las diferencias en la evolución de gatos con hernias de disco intervertebrales toracolumbares y lumbosacras al ser tratados de forma conservadora o mediante cirugía. El artículo "Outcomes of surgically and conservatively managed thoracolumbar and lumbosacral intervertebral disc herniations in cats", ...

Un estudio realizado por veterinarios ingleses e italianos ha investigado las diferencias en la evolución de gatos con hernias de disco intervertebrales toracolumbares y lumbosacras al ser tratados de forma conservadora o mediante cirugía. El artículo "Outcomes of surgically and conservatively managed thoracolumbar and lumbosacral intervertebral disc herniations in cats", publicado por la revista Journal of Veterinary Internal Medicine, concluye que no existen diferencias en la eficacia de ambos tratamientos, si bien es común que los gatos tratados queden con algún tipo de déficit neurológico.

En comparación con los perros, existe poca información disponible sobre las hernias de discos intervertebrales y su tratamiento en gatos. Los casos sintomáticos suelen afectar a las regiones toracolumbar y lumbosacra, siendo raro su localización craneal a la vértebra torácica 11. Aunque existen varios tipos de hernias discales, las más comunes en gatos son la extrusión y la protrusión del disco intervertebral.

En este estudio retrospectivo, se evaluó la recuperación de gatos tratados de forma quirúrgica y conservadora, tanto a corto plazo (6 semanas) como a medio-largo plazo (6 meses). El éxito del tratamiento fue definido como la recuperación completa o la mejoría en la ambulación, la continencia fecal y urinaria y la no necesidad de analgesia.

Sin diferencias en la eficacia

Los resultados del estudio no demuestran que existan diferencias en la eficacia de ambos tratamientos. El tratamiento quirúrgico tuvo un éxito del 62% a corto plazo y del 74% a medio-largo plazo, mientras que la tasa de éxito para el conservador fue del 54% y el 65%, respectivamente. No obstante, el cuadro neurológico inicial era más severo en los gatos tratados quirúrgicamente que en el otro grupo.

Los autores también describen una incidencia de hernias de disco intervertebrales toracolumbares y lumbosacras del 0,44%. La frecuencia de aparición fue mayor en machos castrados de edad media (representaron casi el 60% de los casos), la mayoría de los cuales presentaban hiperestesia espinal y progresión de los signos neurológicos.

La edad media de aparición de signos clínicos fue de 9,2 años y los gatos jóvenes presentaron una mejor recuperación que los gatos de mayor edad. A su vez, el peso corporal medio fue de 4,6 kg, siendo este peso mayor en los gatos con lesiones lumbosacras que en aquellos con hernias en localización toracolumbar.

Los gatos con extrusión del disco intervertebral mostraron un cuadro más grave y agudo que los gatos con protrusión del disco intervertebral. El ratio de traumatismos previos a la aparición de los signos fue semejante en ambos grupos, si bien la recuperación fue mejor en aquellos gatos en los que se observó un traumatismo previo que en los que no. Esto posiblemente se debe a que los gatos traumatizados acudieron al veterinario antes que aquellos gatos que comenzaron a mostrar signos neurológicos sin un traumatismo aparente.

En la mayoría de los casos, las hernias de discos intervertebrales afectaron a vértebras caudales a T11, de forma que la extrusión de disco fue más común en la zona lumbar, mientras que la protrusión lo fue en la articulación lumbosacra. La localización de las hernias en este punto pareció causar un cuadro neurológico más severo que en perros, debido a que la médula espinal de los gatos llega a porciones más caudales.

En conclusión, los autores afirman que no existen diferencias en la eficacia de los tratamientos quirúrgico y convencional para las hernias de disco intervertebrales toracolumbares y lumbosacras en gatos. La aparición de esta lesión fue más frecuente en gatos machos castrados, que solían presentar hiperestesia espinal y un cuadro neurológico progresivo. Además, los casos de extrusión de disco intervertebral cursaron de forma más aguda y con una mayor severidad que los de protrusión.