Un estudio reciente publicado en Biology Letters por Akane Hashizume, Ryosuke Koda y Yoshihiro Nakashima revela cómo el riesgo de infección puede modular las interacciones tróficas entre larvas de insectos y aves insectívoras que consumen carroña de carnívoros. Este fenómeno sugiere un impacto significativo en la dinámica de los ecosistemas, ...
Un estudio reciente publicado en Biology Letters por Akane Hashizume, Ryosuke Koda y Yoshihiro Nakashima revela cómo el riesgo de infección puede modular las interacciones tróficas entre larvas de insectos y aves insectívoras que consumen carroña de carnívoros. Este fenómeno sugiere un impacto significativo en la dinámica de los ecosistemas, especialmente en entornos donde los recursos alimenticios son disputados.
La investigación se centró en el comportamiento de aves insectívoras no corvídeas en relación con el consumo de larvas de mosca provenientes de cadáveres de carnívoros. Durante el estudio, se monitorearon 66 cadáveres de mapache en Hokkaido, Japón, entre 2016 y 2019. Se observó que, mientras solo 14 cadáveres fueron parcialmente consumidos por vertebrados antes de la dispersión de las larvas, los restantes 52 cadáveres produjeron abundantes larvas que fueron consumidas regularmente por al menos 12 especies de aves insectívoras no corvídeas.
Los resultados más sorprendentes surgieron cuando se registró que las aves depredaban a las larvas principalmente después de su dispersión desde el cadáver, cuando estas se encontraban en fase de pupación, a pesar de que la eficiencia de alimentación sería mayor si se consumieran directamente las masas de larvas sobre el cadáver. Este comportamiento sugiere una posible estrategia para reducir el riesgo de infección tanto del cadáver como de las larvas.
El riesgo de infección por agentes patógenos parece motivar a los hospedadores a evitar recursos con alto riesgo, lo que a su vez aumenta la disponibilidad de estos recursos para otras especies más tolerantes a las infecciones. En el caso de los cadáveres de carnívoros, estos suelen ser evitados por otros carnívoros, permitiendo que las larvas necrófagas los utilicen casi exclusivamente. Esto no solo facilita el desarrollo de las larvas, sino que también crea oportunidades para interacciones novedosas con otras especies, como las aves insectívoras estudiadas.
En resumen, el estudio indica que las moscas necrófagas podrían beneficiarse del riesgo de infección asociado con los cadáveres de carnívoros, disminuyendo así el consumo de carroña por otros carnívoros y limitando la ingesta de larvas por parte de las aves insectívoras. Estos hallazgos subrayan la compleja red de interacciones ecológicas que pueden ser influenciadas por factores aparentemente tangenciales, como el riesgo de enfermedades infecciosas en el medio ambiente natural.
Este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre la ecología de la carroña y destaca la importancia de considerar los riesgos de infección como un factor crucial en la dinámica de los ecosistemas y las interacciones entre especies.