En un reciente estudio publicado en Scientific Reports por el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) de Hungría, se ha demostrado que los perros aprenden mejor cuando se les recompensa no solo con alimentos, sino también con elogios y caricias por su buen desempeño. El equipo de investigación, ...
En un reciente estudio publicado en Scientific Reports por el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) de Hungría, se ha demostrado que los perros aprenden mejor cuando se les recompensa no solo con alimentos, sino también con elogios y caricias por su buen desempeño.
El equipo de investigación, liderado por la Dra. Vivien Reicher, desarrolló una metodología única en la que los perros fueron entrenados en presencia de sus dueños. Se les enseñaron nuevos comandos utilizando tanto un estilo "permisivo", que incluía alabanzas y caricias, como un estilo "controlador", más restrictivo y centrado en una única forma de refuerzo.
Los investigadores observaron la actividad cerebral de los perros mediante EEG durante el sueño después de las sesiones de entrenamiento. Los resultados indicaron que los perros que recibieron entrenamiento en un estilo permisivo no solo mostraban signos de menor estrés, sino que también recordaban mejor los comandos.
Implicaciones del Estudio
Este estudio destaca la influencia significativa del refuerzo emocional en el proceso de aprendizaje de los perros. Los resultados sugieren que el tipo de entrenamiento que incluye refuerzos positivos, como elogios y caricias, puede ser más efectivo y menos estresante para los animales.
Los hallazgos tienen implicaciones importantes no solo para el entrenamiento de perros sino también para comprender los procesos de aprendizaje emocional en otros animales, incluidos los humanos. La investigación subraya la necesidad de considerar las emociones y el bienestar en las prácticas educativas y de entrenamiento.