Los veterinarios de Canarias y Baleares se unen en Tenerife para abordar desafíos y estrategias de colaboración

El objetivo fundamental ha sido analizar las similitudes en el desarrollo profesional de los veterinarios y sus respectivos órganos colegiales en entornos y con problemáticas muy similares, con el objetivo de trazar un camino de colaboración

27/05/2024

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Tenerife acogió recientemente el primer encuentro interinsular entre los representantes de los Colegios de Veterinarios de las dos provincias canarias y del Colegio de Islas Baleares. El objetivo fundamental ha sido analizar las similitudes en el desarrollo profesional de los veterinarios y sus respectivos órganos colegiales en entornos y con problemáticas muy similares, con el objetivo de trazar un camino de colaboración que permita establecer estrategias conjuntas para abordar los desafíos de gestión de cada una de las tres entidades.

Desde el punto de vista de la organización colegial, los tres colegios examinaron la dificultad que supone atender en todos los sentidos (servicios, formación...) a los veterinarios que ejercen fuera de las islas donde se halla la capital. "Tanto desde el punto de vista económico como en el aspecto organizacional, no es fácil acercar primeros espadas de la profesión a esos compañeros, tenemos que contar siempre con que sean ellos quienes se trasladen y no siempre es sencillo", manifestó María Luisa Fernández Miguel, presidenta del Colegio de Tenerife.

En lo que se refiere al ejercicio de la profesión, las tres corporaciones saben lo que es trabajar en entornos con un altísimo porcentaje de población flotante "que, además, viajan con sus animales de compañía y con los que las políticas deben ser distintas porque, aunque entren unos y salgan otros, es un número importante de animales que tienen sus requerimientos sanitarios, sociales y, por qué no decirlo, políticos". Sólo hay que ver el número cada vez mayor de establecimientos turísticos que admiten mascotas, que tienen servicios específicos para ellas (guarderías, zonas de esparcimiento, información veterinaria), restaurantes o tiendas con la cosniuderación pet friendly.

En lo que se refiere a las clínicas y hospitales veterinarios, los asistentes pudieron constatar el alto nivel de los establecimientos en ambos archipiélagos, al tiempo que compartían una realidad palpable: una cabaña ganadera pequeña y centrada en grupos de animales concretos. En el caso de las Baleares la isla más ganadera es Menorca, pero su cabaña se limita a vacas y ovejas para producir su conocido queso.

Razas autóctonas

No hay animales para producción de carne, algo que sí ocurre en Canarias si bien también en proporciones muy pequeñas, y eso afecta obviamente al número de profesionales veterinarios que se dedican a esta especialidad en muchos casos centrados en la producción de queso y en la protección y control de las razas autóctonas.

Durante las diferentes reuniones se afrontaron también cuestiones relativas a la deontología profesional, a las quejas que a veces llegan desde las familias de los animales -en muchos casos basadas en el desconocimiento de los límites que tiene el ejercicio de la veterinaria-, en el control del intrusismo profesional tanto de personas que actúan sin ninguna titulación como de aquellos que están titulados en sus respectivos países , pero obvian que para ejercer en España tienen que integrarse en alguno de los colegios precisamente para controlar que los animales reciben el mejor trato en las instalaciones adecuadas con profesionales solventes.

El encuentro, que tendrá ediciones sucesivas, sirvió sobre todo para estudiar la posibilidad de analizar las situaciones desde enfoques diferentes, poniendo sobre la mesa posibilidades como un mejor aprovechamiento de los recursos que llegan de la Unión Europea y haciendo hincapié en la necesidad de que socialmente se conozca mejor la figura de un profesional que, más allá del aspecto sanitario, está presente en el control de y supervisión de toda la cadena alimentaria.