Un estudio realizado en perros que padecían pancreatitis crónica detecta diferencias en la expresión de 8 secuencias de microARN respecto a perros normales. El artículo Candidate circulating microRNA biomarkers in dogs with chronic pancreatitis, publicado en Journal of Veterinary Internal Medicine, compara la expresión de secuencias de ARN en sangre de perros sanos y perros con pancreatitis crónica, detectando 8 posibles biomarcadores en sangre que podrían emplearse para facilitar el diagnóstico de esta compleja enfermedad.

La pancreatitis canina es una enfermedad debilitante y dolorosa que llega a padecer el 30% de los perros en algún momento de su vida. En su caso, la pancreatitis crónica se relaciona con la presencia de dolor refractario y una disminución en la calidad de vida, así como una disminución progresiva de la función pancreática.

Sin embargo, el diagnóstico de esta enfermedad es todo un reto, ya que el empleo de técnicas no invasivas no siempre es útil. Por ejemplo, la ecografía o la tomografía computarizada muchas veces no llegan a hacer un diagnóstico certero, dependiendo este resultado de múltiples factores, como la experiencia del veterinario.

Del mismo modo, todos los biomarcadores circulantes en sangre y disponibles actualmente tienen una precisión subóptima cuando la enfermedad no es muy grave. Así, la medición de los niveles de lipasa pancreática específica canina (cPL) tiene una sensibilidad moderada (71%) y una especificidad muy variable (86-100%). Todo ello hace que sean necesarias nuevas herramientas, con mayor sensibilidad y especificidad, que ayuden al diagnóstico de la pancreatitis crónica.

Papel en la patogénesis de la pancreatitis

En este estudio, los investigadores compararon diferentes secuencias de ARN presentes en sangre en perros sanos y perros diagnosticados de pancreatitis crónica. De esta forma, detectaron diferencias en la expresión de 8 microARNs, los cuales tienen un potencial papel en la patogénesis de la pancreatitis, al igual que ocurre en humanos.

Entre estos microARNs destacan miR-221/222, ya que son dos secuencias de nucleótidos que regulan la proliferación de células b pancreáticas e inhiben la producción de insulina por parte de estas células, por lo que tiene sentido que aumenten sus niveles en caso de que el páncreas sufra inflamación.

Igualmente, la mayor expresión de miR-23a se relaciona con aparición de fibrosis pancreática en casos de inflamación crónica. A su vez, la secuencia miR-484 se emplea en medicina humana como biomarcador de pancreatitis crónica, por lo que también se podría utilizar en medicina veterinaria.

Por último, de estos 8 microARNs, el gen miR-101-3p es el único que presenta una menor expresión en perros enfermos que en perros sanos. Esto se debe a que esta secuencia activa la transcripción de factores relacionados con las prostaglandinas, los cuales se encuentran muy aumentados en casos de pancreatitis crónica, lo que hace que se inhiba la expresión de miR-101-3p.

En conclusión, los resultados de este estudio revelan diferencias significativas en la expresión de 8 microARNs circulantes en sangre entre perros sanos y perros que padecen pancreatitis crónica. Muchos de estos genes se encuentran estrechamente relacionados con la patogenia de esta enfermedad, por lo que se deberían llevar a cabo más estudios que permitan desarrollar técnicas que empleen estas secuencias de nucleótidos circulantes en sangre como biomarcadores de pancreatitis crónica.